Leclerc primero, Checo segundo y Russel tercero en el GP de Australia
Victoria apabullante del Ferrari, abandonos de Sainz en la grava y Verstappen por avería. Checo, brillante segundo. Alonso, triste, último en Albert Park, publicó el diario deportivo AS.
Dicen los que le conocen que ya no pasa nervios cuando sale desde la pole, que duerme tranquilo porque sabe lo que hay. Charles Leclerc no necesita ayudas externas para arrasar en este inicio de Mundial y su paseo fue militar en el GP de Australia: ganó desde la primera posición de la parrilla sin medio sobresalto, quizás ni siquiera miró por el retrovisor.
Por detrás, sus dos teóricos rivales por el título se borraron del mapa por causas diferentes: Sainz sufrió un trompo en la primera vuelta y quedó atrapado en la grava con problemas en el volante tras una mala salida con los neumáticos duros, condicionada a su vez por el cóctel explosivo de mala suerte y falta de fiabilidad el sábado, que le condenó al 10º de la parrilla. Y Verstappen aparcó el Red Bull a veinte vueltas del final porque algo olía fatal y echaba humo. Desde fuera, apunta a otro problema con el combustible del motor Honda, y es su segundo abandono en tres carreras. Dos ceros para él, uno para Sainz, y dos triunfos para Leclerc, cada vez más líder y sin oposición en Melbourne.
La salida del monegasco fue limpia, Verstappen no pudo presionarle, solo Hamilton cazó en la arrancada para rodar provisionalmente en puestos de podio. La tranquilidad se vio rápidamente alterada por el desastre para Sainz, que rodaba 15º (cedió al salir frente a rivales con goma media) y atacaba a un Haas cuando se fue largo en una curva, perdió el control en el césped y acabó empanzado en la grava como si de una duna se tratara. Abandono, quizás el más triste de todos. Pero el Mundial sigue y será muy largo, quedan 20 carreras por delante.
Salió el coche de seguridad para retirar el Ferrari. Tras la resalida, Checo comenzó su fantástica remontada dando caza a Hamilton y persiguiendo a Leclerc y Verstappen. Del baile de paradas en boxes salió ganando Russell, que retrasó su pit-stop’ y resultó afortunado con el coche de seguridad que provocó Vettel tras un accidente en la vuelta 24. El inglés se situó tercero y protagonizó una bonita batalla con Pérez, el más correoso de la jornada y quizás también el más espectacular. Ganó el Red Bull, aunque la diferencia con respecto al Mercedes pareció inferior este fin de semana en comparación con Bahréin y Arabia Saudí.
Preocupado por la vuelta rápida
Lo que parecía una jornada aburrida pero plácida para Verstappen, segundo en tierra de nadie, se convirtió en pesadilla por la segunda avería fatal en tres grandes premios. Algunos, como Alonso, aprovecharon el coche de seguridad virtual para hacer el cambio de neumáticos obligatorio. Pero no fue oportuno: tras llegar a rodar cuarto y pelear contra Red Bull o Mercedes en la pista, el asturiano se quedó encerrado en el tren de la bruja (hasta seis coches con DRS) que lucha por los puntos. Peleó como pudo Fernando, pero sin esperanza, se quedó sin ruedas con un graining galopante y paró por segunda vez para acabar último del pelotón. Decepcionante final.
Delante, problemas del primer mundo para Leclerc: quería el punto de la vuelta rápida y apretó y apretó contra Checo (a 20 segundos de la cabeza) para no dejar ni los restos. Pérez y un dignísimo Russell cerraron el podio. Otros 26 puntos para el fantástico Charles, a 34 del segundo del Mundial (Russell), 38 del tercero (Sainz) y 46 del vigente campeón, Mad Max. La distancia es preocupante después de sólo tres carreras y es un golpe de moral para el mejor piloto de 2022 sobre el mejor coche, de eso no cabe ninguna duda.