Eid al-Adha: El pacto divino entre el sacrificio y el amor
Una de las costumbres durante esta actividad es comer cabra, oveja, vaca o camello entre quienes puedan hacerlo.
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Eid al-Adha: El pacto divino entre el sacrificio y el amor
No sé si usted no pudiera resistirse a su encanto. Si participar de la festividad del Eid al-Adha no le sería rehabilitador para el espíritu o si llegara a imaginar celebraciones de su infancia y con ellas, recordar a sus seres más amados.
Esas son las sensaciones más perceptibles que uno logra describir en cada suspiro cuando tiene ante sí una tradición milenaria.
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Eid al-Adha es de los mayores feriados islámicos, y conmemora la prueba que le puso Dios al profeta Ibrahim al ordenar el sacrificio de su hijo Ismail.
Dispuesto a obedecer, Ibrahim levantó el cuchillo, pero Dios detuvo su mano y en su lugar le entregó un cordero.
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Mezquita de Jama Masjid iluminada. Foto: Getty Images.
Siglos después, una de las costumbres durante esta actividad es comer cabra, oveja, vaca o camello entre quienes puedan hacerlo.
Las imágenes de los preparativos dan vuelta a la Tierra, desde la limpieza y decoración de las casas hasta la planificación de visitas y la organización de donativos para los necesitados.
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El día de la celebración, los familias se deleitan con banquetes de guisos, currys, kebabs y asados, y reciben a invitados vestidos con sus mejores galas, símbolo de renovación.
Se mantiene desde hace siglos las tradiciones de otorgar Eidi (regalos) a los niños y de participar en actos de caridad, como donaciones a bancos de alimentos o servicios comunitarios.
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Eid al-Adha: El pacto divino entre el sacrificio y el amor. Foto: AA.
La historia de esta celebración está muy tejida con al Hajj, la peregrinación anual a La Meca que incluye rituales como el Día de Arafah (9 de Dhul-Hijjah), dedicado a la oración y el arrepentimiento.
El valor del Eid al-Adh está en sus enseñanzas: el Tawhid (unidad divina), la obediencia y devoción de Ibrahim, el sacrificio del ego como renuncia a los deseos terrenales, la paciencia y la confianza en la sabiduría de Dios.
Para muchos, esta celebración es también un momento para orar por el bienestar de los habitantes de Palestina, y desear que sus calles se llenen de risas y rezongos, y niños haciendo de las suyas, escuelas y hospitales.