Sabores y memoria de Egipto
Panes, legumbres, carnes especiadas y recetas humildes conforman el patrimonio culinario.
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Koshari, plato tradicional.
En las mesas de hace más de tres mil años, el pan no faltaba. En los fogones más humildes, la miga se acompañaba con las verduras que crecían cada temporada en la fértil tierra regada por el Nilo: desde cebollas y puerros hasta lechugas y ajos.
En las cocinas de nobles, escribas, sacerdotes y faraones, se preparaban platos de ternera, pollo, cocodrilo o tilapia nilótica —inet, en egipcio antiguo—, un pez originario del norte de África.
Pero incluso en los ágapes más selectos, la moderación era la regla de oro, considerada un signo de virtud, tal como aconsejaban los antiguos textos de instrucción.
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Desde entonces y tras milenios de historia e intercambio con diversos pueblos, Egipto conservó una gastronomía de especial encanto.
Al caminar por sus calles, es frecuente sentir el aroma panero que emana de los fogones de restaurantes, pequeños establecimientos o simplemente casas de familia.
Desde allí, en medio del ajetreo diario, se cuece el sabroso aish baladi, una variante de pan pita a base de harina blanca e integral.
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Aish baladi
Como acompañamiento se sirve el típico foul (habas preparadas en forma de pasta saborizada con ajo y aceite de oliva), uno de los platos más populares de los barrios egipcios
Tampoco falta en la mesa el falafel árabe, al cual llaman ta’ameya, una fritura vegetariana especiada con perejil; pero su masa no es de garbanzos ni tiene forma redonda, como en la cocina oriental, sino de habas y aplanada.
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Heredera de la tradición árabe y turca, la gastronomía egipcia confiere gran importancia al pollo y al cordero, marinados con especias como la canela, el laurel y el cardamomo, y usados en recetas de kofta, shawarma o simplemente asados en trozos.
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Shawarma
La kofta no es más que carne molida condimentada, a la cual se le da forma tubular y se cocina en brochetas a la parrilla, mientras el shawarma —variante del kebab turco— es la carne prensada en grandes asadores giratorios, cocida lentamente a la brasa antes de ser cortada en lonjas.
Sin embargo, es realmente en recetas de origen humilde como el koshari donde más se expresa el espíritu de un pueblo que supo combinar en una misma opción alimentos de alto valor nutritivo.
Mezcla de legumbres —lentejas y garbanzos, generalmente— con arroz, diversas pastas, salsa de tomate, cebolla frita y especias, el koshari es considerado el plato nacional egipcio y puede ser disfrutado en cualquier calle a precio módico.