Hasta siempre Sinéad O'Connor, amiga de Palestina
Con sus 10 álbumes de estudio durante su prolífica carrera, la cantante deslumbró al mundo en la década de los años 90 del pasado siglo.
La dulce voz y el estilo peculiar de la cantante irlandesa Sinéad O'Connor mantienen vivo su recuerdo y su hermandad con Palestina.
Originaria de Dublín, la artista falleció el miércoles 26 de julio a los 56 años de edad, según informaron sus familiares.
“Querida #SineadOConnor, pagaste cara tú valentía y coherencia. El pueblo palestino y el resto de pueblos del mundo no te olvidaremos jamás”, escribió el eurodiputado Manu Pineda en su cuenta en Twitter.
Querida #SineadOConnor, pagaste cara tú valentía y coherencia. El pueblo palestino 🇵🇸 y el resto de pueblos del mundo no te olvidaremos jamás.
— Manu Pineda🔻 (@ManuPineda) July 27, 2023
Buen viaje, compañera pic.twitter.com/yb1Yjrbu1o
Y es que quién en el lado oriental del Mediterráneo no recuerda aquella frase de la célebre intérprete: "No hay ninguna persona (…) que aceptaría, de ninguna manera, lo que están haciendo las autoridades israelíes”.
Algunos de los activistas que lloraron su muerte no perdieron de vista su postura al retirar un concierto programado para celebrar a pocos kilómetros de “Tel Aviv” en 2014.
También recordaron su fe musulmana y su apoyo al movimiento de Boicot, Desinversiones y Sanciones para incrementar presión sobre "Israel".
Occidente jamás la perdonó
Con sus 10 álbumes de estudio durante su prolífica carrera, la cantante deslumbró al mundo en la década de los años 90 del pasado siglo.
El diario Irish Times indicó que su versión del hit de Prince Nothing compares 2 U, fue el sencillo número uno del orbe en 1990 por los Billboard Music Awards.
A la par, O'Connor llamó la atención sobre diversos temas, como el abuso infantil por parte de clérigos católicos.
Occidente nunca se lo perdonó y utilizó su maquinaria pesada de construcción para aplastar gran cantidad de sus discos.
En 1992, cuando Bob Dylan la invitó a ser parte de sus 30 años en la música, todo el Madison Square Garden, en Nueva York, le impidió entonar I Believe in You, a partir de un abucheo ensordecedor.
Muchos hicieron enfoque en los problemas de salud mental, su depresión maníaca y sus tendencias suicidas, mientras minimizaban su activismo.
“Los medios me hacían pasar por loca porque no estaba actuando como se suponía que debía actuar una estrella del pop”, dijo Sinéad O’Connor en una nota casi al principio de la pandemia de Covid-19.
No obstante, nunca se arrepintió de nada: ni de su música, ni de criticar la pedofilia, ni de rechazar un Grammy en 1991, por la llamada Guerra del Golfo.