Barcos Dragón, una fiesta ancestral llena de alegría a China
En la China contemporánea, asistir a esta celebración, saberla fruto de un relato grabado en la memoria popular, nos coloca en una posición de ventaja.
Como las aguas del río Yangtsé, una leyenda serpentea los valles y las montañas de China desde tiempos antiquísimos.
Según cuentan, una hermosa mujer, transformada en serpiente blanca, accidentalmente mató a su esposo humano al asustarlo.
Un día, durante el Fiesta de los Barcos de Dragón, la dama disipó su poder sobrenatural y lo revivió con un elixir mágico.
Desde entonces, cada quinto mes lunar, entre finales de mayo y principios de junio, el país da la bienvenida al Festival Duanwu.
En la China contemporánea, asistir a esta celebración, saberla fruto de un relato grabado en la memoria popular, nos coloca en una posición de ventaja.
He aquí otra de las grandes festividades del gigante asiático donde la gente asiste a reuniones para pedir por la buena salud, la suerte y la prosperidad.
Las carreras de bote son uno de sus grandes encantos. Estar navegando con familiares y amigos ya representa un privilegio.
También lo son sus actividades culturales, la tradición de envolver y degustar bolitas de arroz aglutinado llamadas zongzi, o hasta la posibilidad de vestir prendas de seda de cinco colores.
Atendiendo a su historia y atractivo, en 2009 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura le concedió el título de Patrimonio de la Humanidad.
Pero más allá del reconocimiento, el jolgorio aún cautiva a visitantes que buscan la historia ancestral de un extraño reptil que, según se dice, dejó un cálido abrazo entre las aguas.