El Centro Nacional de Planeamiento Estratégico de Perú alertó sobre la posibilidad de una severa escasez de agua causante de daños al 58 por ciento de la población nacional para el año 2030.

De confirmarse esta proyección, empeorarán los conflictos sociales y sufrirán afectaciones sectores clave como la agricultura y la industria.

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Así el organismo ratificó su aviso, lanzado en 2023, que vaticinó a la nación como una de las golpeadas por la crisis hídrica en América Latina y el Caribe. 

En respuesta, el presidente de la institución, Giofianni Peirano, anunció una planificación estratégica para garantizar la sostenibilidad en el 2050 con el objetivo de duplicar la eficiencia hídrica en la nación.

Durante la Cumbre Internacional del Agua 2025 celebrada el viernes pasado en la Universidad Nacional Agraria La Molina, en Lima, Peirano presentó el Plan que aborda de forma transversal la situación y tiene cuatro políticas nacionales para contrarrestar sus efectos. 

El texto subrayó la necesidad de prepararse para "un futuro con consecuencias difíciles de evitar", dado el impacto de la geografía y las características físicas y topológicas del territorio.