Manifestaciones en Yemen en desagravio al Noble Corán
La ciudad yemenita de Saná acogió una protesta mutitudinaria para pedir el castigo a los criminales y reconocimiento de su mal actuar por´parte de los gobiernos de Suecia y Dinamarca.
Este lunes, la capital de Yemen, Saná, fue testigo de una manifestación masiva en rechazo a los delitos repetidos de quemar copias del Noble Corán y profenar las santidades islámicas en Occidente.
La declaración final de la marcha enfatizó el carácter de crimen atroz de esos repetidos actos incendiarios en Suecia y Dinamarca, detrás de los cuales hay un cabildeo judío malicioso.
También reprochó la aceptación de esos gobiernos de convertirse en herramienta flexible en manos del sionismo global que busca propagar todo tipo de corrupción en el mundo.
Los repetidos delitos de quemar el texto sagrado musulman derriban todas las alegaciones hipócritas sobre "democracia y libertad de expresión", insisitió la declaración.
No es suficiente dejar de emitir licencias para esas "expresiones" de libertad: ambos gobiernos deben además disculparse con todos los musulmanes y comprometerse a no otorgar autorizaciones similares, exigió el mensaje.
Los manifestantes llamaron a todos los pueblos islámicos a asumir la responsabilidad y apoyar al Sagrado Corán por todos los medios disponibles, además de boicotear los bienes suecos y daneses, y los de cualquier país capaz de abusar de cualquiera de las santidades del Islam y los musulmanes.
El comunicado saludó a los gobiernos que expulsaron al embajador sueco de sus tierras, y subrayó como necesario el mismo enfoque en el resto de los países islámicos: romper relaciones diplomáticas es lo mínimo en estas circunstancias, insistió el manifiesto.
La declaración envió un mensaje a los parlamentos islámicos, a los cuales pidió la emisión de leyes de respaldo al Sagrado Corán; vinculantes para sus gobiernos.
Los culpables deben pagar
El asesor del Consejo Político Supremo en Yemen, Muhammad Moftah, anunció en un discurso durante la manifestación masiva su reclamo a Suecia y Dinamarca para que entreguen a los criminales.
También dirigió sus saludos al pueblo y gobierno iraquí, y a todas las personas libres en el Líbano y el mundo islámico por salir en apoyo del Libro de Dios.
Los participantes en la marcha masiva en Saná quemaron banderas israelíes y estadounidenses, "símbolos de arrogancia y de quienes están detrás de los crímenes contra las santidades islámicas".