Miles de colonos salieron a las calles de "Tel Aviv" en la noche del miércoles para protestar contra la aprobación de una cláusula clave en el plan de enmiendas judiciales por parte de la Knesset.

A pesar de las protestas, el primer ministro Benjamín Netanyahu y sus socios en la coalición gobernante aprobaron el 24 de julio la norma de "estándar de racionalidad" encaminada a limitar los poderes de la Corte Suprema.

Según los medios israelíes, más de 370 mil personas participaron en las movilizaciones contra el gobierno en al menos 150 localidades al interior de la entidad ocupante, incluidos más de 200 mil en la céntrica calle Kaplan.

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De acuerdo con los opositores, Netanyahu busca por medio de las enmiendas evitar las condenas judiciales en su contra.

Las recientes manifestaciones obtuvieron el apoyo de todo el espectro político, grupos seculares y religiosos, la clase trabajadora, trabajadores tecnológicos y reservistas militares.

Las reformas propuestas también expusieron al gobierno a las críticas de los aliados de "Israel", incluido Estados Unidos.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, expresó de manera reiterada sus preocupaciones y advirtió a las autoridades de ocupación no proceder con las enmiendas para evitar la división interna.