La victoria de julio de 2006 fue un triunfo histórico para el futuro
El secretario general de Hizbullah, Sayyed Hassan Nasrallah, conmemoró el 17 aniversario de esa contienda de triunfos y reconoció la fortaleza de la resistencia, la cual el enemigo tiene presente a la hora de pensar en cualquier confrontación.
El secretario general de Hizbullah, Sayyed Hassan Nasrallah, resaltó los valores de la victoria de julio de 2006 sobre la entidad sionista, cuyo triunfo sentó las bases para el resto de los lauros logrados y otros por alcanzar.
El triunfo definitivo de entonces se consolidó tras el valiente y rápido regreso de los ciudadanos libaneses a sus hogares, resaltó.
LEA TAMBIÉN: "Israel" está dividido internamente y la resistencia es más poderosa
Esa fue la gran muestra de victoria después de 33 días de guerra en julio y agosto de 2006, afirmó Nasrallah durante su discurso para conmemorar el 17 aniversario de la victoria de julio de ese año.
La escena del regreso de los convoyes de automóviles fue expresión de la firmeza del pueblo libanés en sus posturas, su adhesión a la tierra y su firme compromiso con la elección de la resistencia a pesa de los grandes sacrificios, significó Sayyed Nasrallah.
Ese triunfo, reflexionó el el secretario general de Hizbullah, ofreció la seguridad necesaria para lograr otros lauros a lo largo de estas casi dos décadas. El Líbano, recordó, enfrenta hoy una nueva etapa basada en los resultados de estas victorias.
En ese sentido, aseguró que el proceso de demarcación de las fronteras marítimas y el inicio de la exploración petrolífera en aguas legítimamente libases, no sería realidad sin los resultados de julio de 2006.
Por ello, enfatizó, la verdadera garantía para preservar los derechos y la riqueza petrolera del Líbano es la preservación de todos los elementos de poder, entre ellos, la resistencia.
En esa misma línea describió como 17 años después, el enemigo conoce de la fortaleza de los combatientes y sabe que cualquier confrontación tendrá una fuerte reacción.
Después de 2006, los sionistas incrementaron un cuarto elemento a la doctrina de seguridad con un gran esfuerzo y gasto enorme de capital, lo cual conllevó a reducir su preparación en el frente interno y a demostrar una capacidad que no existe.
Después de casi dos décadas de maniobras, equipo y desarrollo, los israelíes no pueden restaurar la imagen de su ejército.
Al respecto, señaló la falta de voluntad de los colonos, colonizadores y ocupantes para sacrificarse y asumir las consecuencias.
Asimismo, resaltó las pésimas condiciones de sus tropas, su débil espíritu de lucha y falta de confianza entre el personal, los altos jefes y la clase política.
Además, observó Nasrallah, es poca la participación de las unidades de combate para alcanzar logros terrestres.
El intento fallido de asaltar Gaza es testigo de todo esto, puntualizó el líder de la resistencia libanesa.
En respuesta a las amenazas israelíes, Sayyed Nasrallah advirtió a los líderes sionistas sobre una segura vuelta a la Edad de Piedra, en caso de insistir en confrontar una batalla con el Líbano.
A su juicio, el eje de la resistencia tomo la iniciativa y hoy “Israel” se esconde detrás de los muros.
Incidente de Kahala bajo custodia del poder judicial
Durante su discurso de aniversario, Sayyed Nasrallah, explicó que los recientes hechos de Kahaleh estuvieron precedidos por un accidente de tránsito natural.
Pero un canal de televisión conocido por sus discursos de odio, mintió a la audiencia al afirmar que el vehículo transportaba armas.
Durante tres horas, explicó Nasrallah, los ocupantes permanecieron en el lugar del suceso para solucionar el problema, pero fueron atacados tras la incitación a la violencia del medio de prensa.
A esa televisora la calificó como el principal responsable de los hechos, el derramamiento de sangre e incitación al asesinato.
Sobre el mártir Ahmed Qassas, asesinado en el incidente, Nasrallah resaltó su resistencia y preparación.
Asimismo, ponderó las posiciones de responsabilidad y el llamado a la calma de la comunidad cristiana y la posición del presidente Michel Aoun.
Los hechos en Kahala demostraron que la institución del ejército es el garante de la seguridad, la paz y la estabilidad en el país, apostilló.
De igual forma, resaltó que división nacional no es del interés de ninguna secta y la actual situación llama la reflexión y la razón, no a actuar según los instintos.
A renglón seguido, aseguró, el Líbano no tiene más remedio que asociarse y caminar juntos, aunque sea lentamente, precisó.
Por otra parte, el líder de Hizbullah, ofreció sus condolencias a los mártires de los atentados terroristas en Pakistán, el desierto sirio y Shiraz.
En ese sentido, llamó la atención sobre una posible decisión estadounidense de volver a traer al ruedo al grupo extremista Daesh.
“Israel” inició el 12 de julio de 2006 una guerra con el Líbano bajo el pretexto de liberar a dos de sus militares, sin embargo, gracias al poder de la resistencia, los soldados israelíes fueron obligados a retirarse del territorio libanés después de 33 días de combates.
Durante esas intensas jornadas, las fuerzas israelíes no consiguieron ocupar las tierras libanesas y fueron sometidas a ataques por tierra, mar y aire.
Las ráfagas de misiles dejaron decenas de colonos muertos y heridos y el ejército también sufrió alrededor de 150 muertes, la mayoría entre las fuerzas de élite.
Además, contaron cientos de heridos y grandes pérdidas en tanques y equipos militares.