¿Cómo evolucionó la ayuda de la OTAN a Ucrania desde 2022?
Desde el suministro de cascos y armas ligeras a Ucrania a principios de 2022, los miembros de la OTAN ahora están entregando a Kiev 61 aviones de combate capaces de transportar armas nucleares, junto con otras tecnologías.
Los primeros ministros de Países Bajos y Dinamarca anunciaron el domingo la decisión de suministrar a Ucrania aviones de combate F-16 y prometieron entregar los primeros lotes a finales de año.
Estados Unidos es, con gran diferencia, el proveedor más importante de armas a Ucrania, con un estimado de 42 mil 800 millones de euros solo en ayuda militar.
Alemania ocupó el segundo lugar, después de contribuir con alrededor de siete mil 500 millones de euros, mientras el Reino Unido quedó en tercer lugar tras enviar armas y equipo militar por valor de seis mil 600 millones de euros al gobierno de Zelensky desde febrero de 2022, según datos publicados por el Instituto Kiel a finales de mayo de este año.
LEA TAMBIÉN: Ucrania: 120 mil tumbas abiertas tras el contraataque
Cuando Rusia lanzó su Operación Militar Especial, una afluencia de armas occidentales comenzó a llegar a Kiev, donde recibieron de inicio 40 mil piezas de armamento ligero, 17 mil sistemas portátiles de defensa aérea (MANPADS), así como cascos y chalecos antibalas.
A finales de 2022, cuando el ejército ruso centró su atención en el Donbás, los países occidentales suministraron a Ucrania obuses, sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes, helicópteros de ataque y drones capaces de atacar detrás de las líneas del ejército ruso.
Washington canalizó baterías Patriot de mediano alcance y los países europeos comenzaron a entregar sus sistemas emblemáticos de defensa antiaérea para contrarrestar las armas rusas.
Mientras Kiev sufría una escasez crítica de municiones debido a su dependencia de los sistemas S-300 de fabricación soviética: el 89 por ciento de sus capacidades de defensa.
A finales de 2022, los principales tanques de batalla y vehículos blindados de fabricación occidental comenzaron a llegar a Ucrania, a partir de que sus aliados de la OTAN cumplieran con solicitudes de larga data de Kiev.
En preparación para la prometida "contraofensiva" ucraniana, las potencias occidentales comenzaron a enviar una ráfaga de tanques de primera línea, incluidos los Leopard 2 alemanes, el tanque Abrams estadounidense y el Challenger 2 británico, armado con proyectiles de uranio empobrecido.
Según el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, Ucrania había recibido 230 tanques occidentales y mil 550 vehículos blindados hasta finales de abril de 2023.
Antes de eso, Kiev dependía de modelos soviéticos más antiguos, en los cuales trabajó para actualizarlos y adaptarlos a los estándares de guerras actuales.
En mayo de este año, Reino Unido confirmó, tras una campaña de recaudación de fondos, la entrega de los Storm Shadow, misiles de crucero de largo alcance lanzados desde el aire a Kiev, con los cuales puede atacar ciudades pobladas por rusos 250 kilómetros más allá de la línea del frente, y esto amplió aún más el alcance de la confrontación con Rusia.
El mes pasado, Washington anunció la entrega de municiones de racimo, ante el agotamiento de los suministros de proyectiles de artillería tradicionales de 155 milímetros, fabricados en Occidente, pues los sitios de producción occidentales no podían mantener el ritmo de la alta tasa de disparos.
Ucrania, cuya contraofensiva no logró avances en la línea del frente, pasó a una estrategia de fuego de artillería pesada y ataques condensados con drones contra la posición rusa apenas dos semanas después de lanzar su tan esperada campaña.
Finalmente, en agosto Washington dio luz verde a la entrega de aviones de combate F-16 a Ucrania, incluso después de las declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguei Lavrov, para indicar cómo Rusia consideraría esta medida una amenaza nuclear, porque esos aviones producidos en Estados Unidos podrían portar ojivas nucleares.
La víspera, Países Bajos y Dinamarca expresaron su comprometieron a entregar un total de 61 aviones de combate, los cuales enviarán a Kiev durante tres períodos, a la par del avance de los programas de formación para preparar a los pilotos ucranianos en su uso.