Desde 1959, el primer día del año tiene para Cuba una connotación diferente: la celebración del triunfo de su Revolución liderada por Fidel Castro.

La trayectoria no fue fácil y este 2024 comenzó con la implementación de una serie de medidas para reimpulsar la economía nacional.

Con la aplicación de esas iniciativas, enfocadas en ajustar los precios de los recursos energéticos, aumentar la captación de divisas y fomentar el crecimiento de la producción, la nación caribeña espera un crecimiento del Producto Interno Bruto.

El período anterior resultó difícil para el país, en medio de una crisis internacional agravada por la intensificación del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos desde hace más de seis décadas.

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A pesar de la constante hostilidad de Washington y sus intentos de desestabilización, la isla no renunció a su compromiso de proteger a los sectores priorizados de la sociedad y avanzar en transformaciones legislativas.

También desempeñó un papel destacado en la arena mundial y mostró su liderazgo en la presidencia del Grupo de los 77 y China. 

Hace 65 años, los cubanos despertaron con la noticia de la huida del dictador Fulgencio Batista (1952-1958) y gran parte de sus allegados, además de la inevitable victoria del Ejército Rebelde.

El Movimiento 26 de Julio y otras organizaciones progresistas apostaron por la lucha armada como única vía posible para eliminar las causas de los males existentes en ese entonces. 

Como resultado de su éxito, este inédito proyecto en el hemisferio Occidental, sortea cada día los obstáculos impuestos por la Casa Blanca y aún es motivo de inspiración para movimientos sociales de América Latina y el mundo.