Latinoamérica y el Caribe ratifican su compromiso con la paz
Durante la primera sesión de la VIII cumbre de la Celac, el presidente cubano y el secretario general de Naciones Unidas calificaron la Proclama de Paz, adoptada en La Habana en enero de 2014, como un hito en la historia del mecanismo de integración.
El compromiso con la paz y la integración centraron las intervenciones de los representantes de los Estados miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeñas (Celac) reunidos en su VIII cumbre.
Al intervenir en la cita celebrada en San Vicente y las Granadinas, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, ratificó la responsabilidad de su país con el fortalecimiento de la paz y la unidad en América Latina y el Caribe y llamó a superar las desavenencias con diálogo y cooperación.
El jefe de Estado recalcó: "Ante las diferencias, diálogo. Ante los retos, cooperación. Ante la diversidad, más unidad. Ante la guerra y la violencia, ¡Defendamos la Paz!”.
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Díaz-Canel aseguró que “apoyar la paz es defender el derecho de cada pueblo a escoger libremente su modelo político, y su propio camino hacia el desarrollo económico y social”.
A 10 años de la proclamación de la región como Zona de Paz, el mandatario insistió en la necesidad de preservar la armonía para que los pueblos puedan seguir aproximándose y debatir de manera civilizada y respetuosa.
Resaltó que defender la paz significa también más rechazo a las medidas coercitivas unilaterales y a los bloqueos impuestos por países poderosos que pretenden actuar como jueces universales para aislar y someter a Estados soberanos.
En la ocasión, el presidente cubano destacó que es muy joven la Proclama de Paz, adoptada en La Habana en enero de 2014, pero es, sin dudas, un hito en la igualmente joven historia de la Celac.
Al respecto, el secretario general de la ONU, António Guterres, rindió homenaje a la región de América Latina y el Caribe por su condición de continente de paz en un mundo en guerra y reconoció los esfuerzos de la Celac al respecto.
Durante la inauguración del encuentro, el titular del organismo multilateral reiteró la necesidad de preservar el espíritu de solidaridad para la paz y la seguridad, el desarrollo sostenible, la cohesión social y frente a la emergencia climática.
Guterres llamó a un contrato social renovado, basado en la confianza, la justicia y la inclusión y anclado en los derechos humanos, en todas sus dimensiones.
En todo el mundo, el autoritarismo y el extremismo crecen, la democracia y el espacio cívico se erosionan mientras la desinformación y el discurso de odio se ven potenciados por las nuevas tecnologías, alertó.
A la par, la migración irregular se convierte en una herramienta política, consideró Guterres al advertir la importancia de abordar las causas profundas.
“La solidaridad y la cooperación son la piedra de toque de la historia de su región y de la misión de la Celac”, añadió el titular con un llamado a aprovechar los organismos de Naciones Unidas para potenciarlos.
Durante las sesiones de esta magna cita latinoamericana y caribeña, Honduras recibirá la presidencia pro-témpore del mecanismo para 2024.