El exvicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, decidió no apoyar la candidatura de Donald Trump para un segundo mandato en la Casa Blanca, admitió durante una entrevista publicada por Fox News este viernes.

"No debe esto sorprender a nadie", añadió Pence, pues aunque los medios estadounidenses calificaron el anuncio de una "bomba" producida por el estrés, las tensiones entre ambos empezaron durante su período en los respectivos cargos.

Sus relaciones se deterioraron cuando Trump intentara usar a Pence para ayudarle a anular su derrota electoral de 2020 ante Joe Biden, y luego lo criticó de manera reiterada en las redes sociales porque se negó a cumplir con ese plan.

Después de los infructuosos intentos de Trump y sus aliados de anular las elecciones, el expresidente incitó a una turba de sus partidarios a asaltar el Capitolio, lo cual resultó en el saqueo del edificio y cánticos de "Colgar a Mike Pence".

Pence opinó para Fox News que Trump promovió una agenda diferente a los principios conservadores con los cuales gobernaron durante su tiempo en el cargo.

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Los comentarios del exfuncionario de 64 años llegan poco después de Trump garantizar en las elecciones primarias el número de delegados necesarios para asegurar la nominación republicana y desafiar en noviembre una vez más a Biden.

Pence fue uno de los rivales iniciales de Trump en esta carrera previa a las elecciones de 2024, pero se retiró en octubre pasado tras no conseguir un apoyo significativo en las encuestas.

El exvicepresidente se abstuvo de proporcionar un respaldo alternativo, a pesar de la presencia de varios candidatos. No obstante, enfatizó que nunca votaría por Biden, quien recientemente logró la nominación por el partido demócrata.

Aunque Pence fue muy leal a Trump durante muchos años, condenó las acciones del expresidente el 6 de enero de 2021 por "imprudentes", pues representaban un peligro para él y su familia.

Trump enfrenta en la actualidad 91 cargos por delitos graves en cuatro casos penales, entre los cuales se incluyen acusaciones relacionadas con el mal manejo de documentos clasificados e intento de anular los resultados electorales de 2020. También choca con un creciente escrutinio sobre sus agendas políticas.

Mientras, Joe Biden, quien tendría 86 años al finalizar un segundo mandato (si resulta reelegido), procura tranquilizar a un electorado escéptico sobre su capacidad física y mental para servir con eficacia en el cargo más alto de la nación.

Tanto los votantes demócratas como los republicanos expresaron su descontento con el manejo de Biden de los temas de inmigración e inflación, entre otros cruciales para decidir el futuro de la nación norteña.