El Che Guevara, la resistencia y la memoria en Palestina
Hace 65 años, el rosarino fue el primer revolucionario en viajar a estas tierras después de la Nakba.
Era un hombre, pero podía ser un volcán, un tsunami, el diluvio. Tenía aún en sus zapatos el polvo de las montañas de Cuba, vestía un uniforme verde olivo, cubría el pelo con una boina iluminada en el centro.
Junto a él, los líderes de la resistencia Abdullah Abu Sitta y Qassem El-Farra, miembros del Consejo Legislativo de Palestina y, más allá, los campos cultivados, las casas sin familias, los colonos que disparan…
Así aparece Ernesto Che Guevara en una foto de 1959, cuando visitó la Franja de Gaza por invitación del entonces presidente de Egipto Gamal Abdel-Nasser.
Cuentan que el rosarino fue el primer revolucionario en viajar al territorio después de la Nakba, el desplazamiento forzado de decenas de miles de personas por el avance de las tropas israelíes.
El coordinador del campamento de Al-Bureij, Mustafa Abu Middain, lo llevó a ver el territorio y le mostró las situaciones de penurias.
“Tienes que mostrarme qué has hecho para liberar tu país. ¿Dónde están los campos de entrenamiento de lucha? ¿Dónde están los centros de movilización del pueblo?”, preguntó tajante el internacionalista.
Desde entonces, nunca dejó de estar en Palestina. Sus huellas continuaron en las batas de los jóvenes que estudiaron medicina en Cuba, en la resistencia, en la lucha de un pueblo contra el sionismo.
El Che Guevara. Nacido el 14 de junio de 1928 en Rosario, Argentina. Tenía 28 años cuando se unió a Fidel Castro para liberar Cuba. Tenía 37 cuando combatió en tierras africanas, 38 cuando inició la guerra de guerrillas en Bolivia.
Durante octubre de 1967, en un combate en el país sudamericano, las fuerzas del Ejército local lo hirieron y llevaron prisionero a la escuelita de La Higuera, donde un soldado ejecutó la orden del entonces presidente de facto, René Barrientos, de fusilarlo el día 9.
Sin embargo, muchos aseguran que los espíritus rebeldes no saben de balas y que sus ideas se burlaron de las ausencias del cuerpo. El Che Guevara sigue en el mundo de los vivos.