Sabra y Chatila: 42 años de una masacre
Durante dos noche de 1982, los asesinos iluminaron los barrios con bengalas. La zona pasó a ser una fosa común al aire libre.
Grandes como planetas se pusieron los ojos de Bahija aquella tarde del 15 septiembre de 1982. Tenía solo ocho años, pero no olvida cómo a su hermano lo subieron a un coche, del que nunca regresó.
Desde ese día y hasta el 17 del mismo mes, la derecha cristiana del Líbano al servicio de la ocupación de “Israel” bombardeó a miles de personas en el campamento de refugiados de Sabra y Chatila.
Aunque otros hechos mancharon de sangre la historia de Líbano, la masacre de Sabra y Chatila quedó en la memoria porque sus mártires no cayeron en combate, pagaron una venganza vil.
— Al Mayadeen Español (@almayadeen_es) September 18, 2024
Hoy, 42 años después, desde Sabra y Chatila, los palestinos aguardan por el regreso y la… pic.twitter.com/T6my8QqAci
Sobre esas jornadas, los periódicos hablaron, pues, de cabezas separadas de los cuerpos y del olor a la muerte.
Los atacantes realizaron la acción con el pretexto de atacar a la Organización para la Liberación de Palestina, una jornada después del asesinato del jefe de la milicia falangista Bashir Gemayal.
Durante dos noches, los criminales iluminaron los barrios con bengalas. La zona pasó a ser una fosa común al aire libre. La gran mayoría de las víctimas eran palestinos, muchos de ellos huyeron de la ocupación sionista en su país.
Las cifras de mártires varían entre mil 700 y tres mil 500, este último dato proporcionado por la Cruz Roja, luego de días de torturas, violaciones y fusilamientos.
Ahora, en el 42 aniversario de la masacre, movimientos libaneses y palestinos exigen una vez más que sus autores rindan cuentas, en medio de nuevos intentos enemigos por destruir la seguridad en el país.