Asesinato de Qassem Suleimani provocó caída de Al-Assad en Siria
Un exministro de Seguridad de Londres dice que el asesinato ordenado por Donald Trump al líder iraní hace cinco años desencadenó una cadena de acontecimientos que llevaron al derrocamiento del gobierno sirio.
La decisión de Donald Trump de asesinar a un comandante de élite iraní desencadenó una cadena de acontecimientos que condujo al derrocamiento de Bashar al-Assad, dijo el exministro de seguridad del Reino Unido, Tom Tugendhat.
Sobre el tema, el alto funcionario con un escaño en el Partido Conservador, predijo que si se maneja adecuadamente, Siria podría convertirse en la potencia económica de Medio Oriente en una década.
Se considera inusual que un exministro del gabinete británico elogie efusivamente lo que algunos consideran un acto tan controvertido que raya en una ejecución extrajudicial, refirió el diario británico The Guardian.
Tugendhat hizo los comentarios poco antes del quinto aniversario del asesinato de Qassem Suleimani en Bagdad, en cuya conmemoración el Líder Supremo iraní, el ayatolá Ali Khamenei, afirmó nuevamente que el liderazgo sirio se vería obligado a retirarse a medida que “la juventud se levanta” para derrotar al régimen recién instalado.
Suleimani desempeó un papel decisivo al utilizar a Siria e Irak como base para hacer retroceder al grupo terrorista Estado Islámico y afianzar los intereses iraníes en ambos países, recordó The Guardian.
De acuerdo con Tugendhat, la muerte de Suleimani en un ataque con drones demostró ser un punto de inflexión, pues en el momento de su asesinato en enero de 2020, tenía en su cabeza todas las relaciones y acuerdos para la región completa.
Para el también expresidente del comité selecto de asuntos exteriores, hay una crisis dentro del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Iraní (CGRI) debido a la pérdida de Siria.
Al respecto, señaló que los miembros jóvenes del CGRI alegan que la vieja guardia es corrupta e incompetente o hablan de un abandono y derrota para Hizbullah. Y todo ello, señalan, condujo a la caída de Bashar Al-Assad.
Igualmente, detalló Tugendhat, afirman sobre la supuesta posibilidad de que Ali Khamanei y el gobierno de Teherán hablen con Estados Unidos para intentar encontrar una salida a esto y tal vez sobrevivir.
Irán reiteró en múltiples ocasiones que no hay absolutamente ninguna manera de poder hablar con los asesinos de Qassem Suleimani, añadió el británico.
“Esto significa que existe un problema muy grave dentro del propio régimen, un desafío muy grande, porque en realidad no hay salida. Estos jóvenes, los extremistas del CGRI, tratan de mantener al régimen en un nivel de pureza que ahora mismo es completamente incompatible con la realidad”.
También Tugendhat reflexionó, sobre el creciente consenso en el gobierno reformista de Teherán debe deben buscar conversaciones directas con Donald Trump sobre un nuevo acuerdo nuclear, una creencia a la cual están opuestos los de línea dura.
El británico es un opositor al acuerdo nuclear inicial de 2015 y como ministro de Seguridad un defensor de la proscripción del CGRI, ve la revolución en Siria como un punto de inflexión más amplio.
“Francamente, si logramos que Siria funcione bien en 10 años, podría ser no sólo un polo de estabilidad, sino una fantástica potencia económica en la región, exportando estabilidad y civilización, como lo ha hecho literalmente durante decenas de miles de años.
Al mismo tiempo, dijo, existen peligros significativos en Siria, con el país dividido mientras los grupos kurdos y el islamista sunita radical Hayat al-Tahrir Sham luchan por la influencia.
Por otra parte, acusó a Occidente de no tener una estrategia a largo plazo en Medio Oriente, argumentando que la retirada de Afganistán y el fracaso de Barack Obama en siria en 2013 dieron una oportunidad a Vladimir Putin de presentarse como un hombre fuerte y confiable.