Cuba reiteró ante Naciones Unidas su denuncia por los crímenes cometidos por "Israel" contra el pueblo palestino, con la complicidad de Estados Unidos, sobre todo su respaldo en armas y recursos.

Durante su intervención en el diálogo interactivo con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas sobre la Situación de los Derechos Humanos en los Territorios Palestinos Ocupados, Incluida Jerusalén Oriental, el embajador cubano, Rodolfo Benítez, detalló cómo la actual catástrofe humanitaria en esa nación da continuidad a más de siete décadas de ocupación ilegal, abusos, ataques y exclusión.

Tales crímenes son posibles gracias al apoyo de Estados Unidos a "Israel", sobre todo en armas o dinero y su veto en el Consejo de Seguridad de la ONU; además del silencio cómplice de otros países, puntualizó Benitez, según un reporte de la agencia Prensa Latina.

“¿Cuántos niños y mujeres más deben ser masacrados para que la comunidad internacional actúe y brinde la protección internacional que necesita con urgencia el pueblo palestino?”, cuestionó el diplomático caribeño.

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Recordó asimismo cómo cada minuto de impunidad y pasividad implica decenas de inocentes asesinados, mutilados, detenidos o desplazados en ese territorio de Medio Oriente.

También reiteró la oposición del gobierno cubano a cualquier plan para expulsar a los palestinos de su territorio, pues su mero intento tipificaría como un grave delito de limpieza étnica ante el Derecho Internacional.

Este rechazo se enmarca en un contexto de creciente condena internacional a los propósitos del presidente Donald Trump de asumir el control de la Franja de Gaza, para convertir ese enclave palestino en una especie de proyecto inmobiliario y turístico, sin tomar en cuenta su impacto en la población al ignorar las consecuencias para sus habitantes y los países vecinos.

La Franja de Gaza pertenece a Palestina, no a Washington ni a Tel Aviv”, recalcó el homólogo, y exigió respetar el derecho de los palestinos a la libre determinación y a construir su propio Estado independiente y soberano

Asimismo, insistió en la necesidad de materializar ese derecho como la única vía efectiva para detener la espiral de violencia, salvar vidas humanas y trazar un rumbo viable hacia la paz.