El gobierno del primer ministro de la ocupación israelí, Benjamín Netanyahu, eligió sacrificar la vida de los prisioneros al reanudar los bombardeos contra la Franja de Gaza.

Por medio de un comunicado, la Asociación de Familias de Prisioneros expresó su horror, ira y temor por la destrucción deliberada del proceso para repatriar a los cautivos.

Las mayores pesadillas de los parientes, los reos y los ciudadanos israelíes fueron hechas realidad, destacó.

Según estimaciones israelíes, al menos 59 detenidos permanecen en Gaza, solo 24 de ellos pudieran estar con vida.

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Conforme a la declaración, el empleo de la escalada militar como medio para liberar a los rehenes es considerado una total desinformación porque el aumento de la presión por la vía de las armas pone en mayor riesgo a los presos y soldados.

El grupo exigió al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, trabajar por la liberación de sus familiares y pidió restablecer el alto el fuego.

De manera paralela, el ejército israelí anunció el martes la reanudación de la guerra contra Gaza, lanzó ataques contra edificios residenciales, campamentos de desplazados y áreas cercanas a hospitales en toda la Franja de Gaza.

Informes preliminares estimaron en más de 322 los mártires o desaparecidos y decenas de heridos en menos de cinco horas.

Por su parte, el movimiento de resistencia palestino Hamas responsabilizó a Netanyahu y su gobierno extremista por las consecuencias de la incursión traicionera contra civiles sometidos a un asedio brutal y políticas sistemáticas de hambruna.

También acusó a las autoridades sionistas de dar un giro en falso al acuerdo de alto el fuego y exponer a los prisioneros en Gaza a un destino incierto.