Crisis de personal: ejército israelí necesita oficiales y soldados
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Al Mayadeen Español
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El ejército israelí enfrenta una grave crisis de personal, en medio de una importante escasez de oficiales, particularmente en el cuerpo de ingenieros militares.
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Crisis de personal: ejército israelí necesita 300 oficiales y miles de soldados
El ejército israelí enfrenta un déficit de 300 oficiales para puestos de jefes de pelotón en sus fuerzas terrestres, según reveló este lunes el periódico Maariv.
La escasez afecta especialmente al cuerpo de ingenieros, que registra una falta crítica de comandantes de pelotón y equipos de ingeniería y desactivación.
El analista militar Avi Ashkenazi indicó que el ejército reconoce dificultades para motivar a soldados capacitados a ingresar al curso de oficiales.
"Por primera vez admite la gran magnitud del desgaste y la desproporción entre el tamaño del ejército y el volumen de sus misiones", dijo.
Las estimaciones apuntaron a un déficit de unos siete mil 500 combatientes y cerca de dos mil 500 efectivos de apoyo de combate.
Por la falta de personal, en los últimos meses se nombraron oficiales en unidades regulares y de reserva que no finalizaron el curso de comandantes de compañía.
La principal causa de esta considerable falta de oficiales, según el reporte de Maariv, fue el crecimiento acelerado de las unidades de combate desde el inicio de la guerra.
El cuerpo de blindados aumentó más del 30 por ciento y el cuerpo de ingenieros casi duplicó su tamaño, lo que generó una mayor demanda de oficiales en nuevas brigadas y pelotones.
Asimismo, el periódico transmitió el reconocimiento del ejército sobre la caída de un gran número de oficiales y comandantes durante la guerra.
Cientos más resultaron heridos, incluyendo decenas aún sin poder completar su recuperación y regresar a sus funciones de combate.
En este contexto, los comandantes de unidades regulares y de reserva del ejército israelí informaron sobre la extensión de la crisis de oficiales más allá del nivel de jefes de pelotón y compañía.
La escasez alcanzó también a los subcomandantes y a los propios comandantes de batallón, quienes sufren una enorme presión operativa y condiciones complejas.
