Aliados de Trump amenazan con no comprar aviones F-35 a EE. UU.
Aliados de EE. UU., cansados de los aranceles y exigencias de Trump, responden golpeando su símbolo militar más preciado: los aviones F-35.
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Caza de ataque F-35C Lightning II
Varios aliados de Estados Unidos, frustrados por la última ronda de aranceles punitivos y las crecientes exigencias de gasto militar impuestas por el presidente Donald Trump, comenzaron a cuestionar la compra del avión de combate F-35.
¿Se alejan los aliados del F-35?
De acuerdo al diario Político, esta postura surgió en el contexto de la disputa por el cinco por ciento del gasto en Defensa dentro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN),
España canceló su multimillonaria adquisición del caza furtivo F-35, en tanto, Suiza enfrenta una creciente presión política para abandonar sus propios planes de compra.
India también suspendió sus negociaciones para adquirir vehículos de combate estadounidenses, en protesta por los elevados precios y aranceles impuestos por Trump.
Esta decisión tuvo lugar especialmente tras la decisión del mandatario republicano de duplicar los gravámenes sobre productos indios por sus vínculos energéticos con Rusia.
Consecuencias económicas y estratégicas
Dichas medidas, tomadas en apenas dos semanas, reflejan el impacto directo de la política comercial de Trump en las relaciones de defensa.
También refuerzan la preocupación de la industria armamentística estadounidense de que esta nueva forma de proteccionismo conduzca a represalias, una caída en las ventas y un debilitamiento del liderazgo global de Estados Unidos como proveedor de defensa.
Aunque muchos aliados aún dudan en cancelar compras ya planificadas, las acciones de España, Suiza e India marcan una resistencia creciente y representan algunas de las respuestas más concretas hasta ahora frente a la estrategia comercial de Trump.
El diario Politico señaló que las piezas del F-35 provienen de más de 100 proveedores en todo el mundo, y los grandes pedidos internacionales ayudan a mantener bajo el precio de cada aeronave.
Si los países retiran o reducen sus compras, los costos aumentarán para todos. Los pedidos de España y Suiza totalizaron alrededor de 15 mil millones de dólares para varias docenas de aeronaves cada uno.
La decisión española de no proceder con la compra del F-35 podría desviar miles de millones de dólares hacia el caza Eurofighter Typhoon, fabricado por el Reino Unido, Alemania, Italia y España, y hacia el Sistema de Combate Aéreo del Futuro.
¿Cuáles son las posibles pérdidas?
Otros países, como Portugal, optaron por aplazar sus decisiones ante la incertidumbre sobre la fiabilidad de Estados Unidos como socio estratégico.
Un exfuncionario del Pentágono, bajo anonimato, señaló que la pérdida de pedidos de España o Suiza no afectaría de inmediato la producción, ya que esos aviones no entrarían en la línea de ensamblaje hasta dentro de más de un año.
Sin embargo, una pérdida sostenida de compradores extranjeros podría elevar los costos para toda la flota. Este riesgo se suma a los desafíos ya existentes del programa F-35.
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Por ejemplo, la reconstrucción de la base aérea de Büchel en Alemania —clave para la misión nuclear de la OTAN— vio su presupuesto dispararse de mil 500 a casi dos mil 300 millones de dólares.
Las tensiones avivan el deseo de "europeización" en el sector de defensa. No obstante, la capacidad del bloque para sustituir completamente el equipamiento estadounidense aún está lejos de ser una realidad, lo que sugiere que cualquier transición hacia la autosuficiencia será gradual.
La crisis trasciende Europa
Las repercusiones no se limitan al continente europeo. Según Reuters, India pospuso la compra de vehículos Stryker y misiles antitanque Javelin, en respuesta a los aranceles estadounidenses.
Aunque las autoridades indias desmintieron el informe, calificándolo de "falso e inventado", el episodio refleja la creciente tensión entre ambos países.