Malí, Burkina Faso y Níger se retiran de la Corte Penal Internacional
Tras más de veinte años como miembros, los tres países del Sahel rompen con la Corte Penal Internacional alegando que representa una herramienta de opresión.
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Tres países africanos abandonan la Corte Penal Internacional
Los gobiernos militares de Malí, Burkina Faso y Níger comunicaron oficialmente su retirada de la Corte Penal Internacional (CPI), calificándola como "una herramienta para la opresión neocolonial".
El anuncio fue realizado mediante un comunicado conjunto que refleja el creciente distanciamiento diplomático de estos países respecto a instituciones internacionales.
Los tres naciones africanas habían permanecido como miembros de la CPI, con sede en La Haya, durante más de veinte años.
En su declaración expresaron que el tribunal internacional "es incapaz de enjuiciar a los acusados de crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad, crímenes de agresión y genocidio".
Dicho retiro se sumó a una serie de decisiones que marcan un giro geopolítico en la región del Sahel occidental, escenario de ocho golpes de Estado entre 2020 y 2023.
Previamente, Malí, Burkina Faso y Níger se desvincularon de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental y conformaron la Alianza de Estados del Sahel, una nueva estructura regional.
Además, los tres países redujeron su cooperación en materia de defensa con potencias occidentales e intensificaron sus vínculos con Rusia.
En paralelo, enfrentan una persistente amenaza de grupos extremistas que controlan amplias zonas del territorio y lanzaron ataques repetidos contra instalaciones militares este año.
Asimismo, la organización Human Rights Watch y otros grupos acusaron a los militantes, así como a los ejércitos y fuerzas asociadas en Burkina Faso y Malí, de cometer posibles atrocidades.