Fe en la vida: Un médico impulsa el traslado de niños heridos de Gaza
Los pacientes sufrieron fracturas y amputaciones de los miembros superiores e inferiores, y requirieron de intervenciones quirúrgicas.
Cuando el médico suizo de origen palestino Raouf Salti empezó a hacer trámites para trasladar niños heridos de Gaza a Ginebra, no pensó que lo lograría.
Ante las muchas negativas de los funcionarios, en algún momento perdió las esperanzas y hasta quiso abandonar el proyecto, pero resistió.
Y otra vez la voluntad venció: durante el pasado febrero, dos grupos de menores de entre 14 meses y 17 años llegaron a la ciudad europea acompañados por sus madres para recibir tratamiento.
Todo tiene un comienzo…
Este doctor, nacido en Damasco, Siria e hijo de refugiados palestinos de Galilea, obtuvo su especialidad en urología en Suiza, lugar donde reside desde hace tiempo.
Mucho antes de octubre de 2023, tenía previsto viajar a Gaza para realizar operaciones quirúrgicas, incluida una cirugía de riñón a un pequeño.
Sin embargo, el genocidio perpetrado por la ocupación en el enclave provocó el cierre de la misión humanitaria que lo enviaría allí.
Entonces, surgió su obstinada idea de trasladar a los menores a la capital suiza. Lo tildaron de loco e irreal, y le dijeron que eso era una cuestión de Estado.
“Por eso, a veces hasta quise dejarlo”, reconoció.
Varias veces visitó la capital de Egipto, El Cairo, para gestionar entre servicios y embajadas, “porque las condiciones de viaje eran estrictas y la lista de requisitos requeridos aumentaba”.
Finalmente, logró su iniciativa gracias a la coordinación entre el grupo Por el Derecho de los Niños a la Atención Médica, la Organización Caravanas de Solidaridad y la Unión Internacional de Conjuntos de Médicos y Socorro.
Experiencias y casos
Los pacientes recibidos presentaban fracturas y amputaciones en miembros superiores e inferiores, y requirieron de intervenciones quirúrgicas, ortopédicas, reconstructivas y plásticas, así como rehabilitación física y suministro de prótesis.
Una niña pequeña, con una muñeca rubia y quemaduras en el cuello, sonrió fatigada mientras caminaba lentamente por el aeropuerto de Ginebra.
A sus espaldas, una adolescente de 17 años en silla de ruedas era acompañada por su madre.
Youssef, de 16 años, sufrió daños graves en un riñón debido a bombardeos sionistas y perdió su pierna izquierda, ahora necesita una extremidad artificial.
Por otro lado, la bebé Zarina, de 12 meses, tenía fracturas graves en su brazo izquierdo y llevaba un cabestrillo.
Los especialistas intentaron tratarla con un dispositivo de fijación externa, pero tuvieron que retirarlo al detectar una infección.
Con tristeza, Salti comentó sobre esta situación: "Ya no se puede hablar de dispositivos esterilizados allí, porque no existen".
Fueron sus amigos en la Franja de Gaza quienes seleccionaron a cada uno de estos pequeños teniendo en cuenta que sus condiciones les permitieran viajar.
Ahora en territorio europeo los médicos acordaron tratar los casos de forma gratuita, mientras los costes de los equipos quedaron a cargo de las asaciones.
Estas agrupaciones también contribuyeron al alquiler del avión utilizado para la transportación, y las familias locales acogerán a las madres de los pacientes.
Para salir de la oscuridad…
“¿Cuántos más morirán antes que acabe la pesadilla?”. Estas fueron las palabras de la Directora Ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Catherine Russell, al hacer referencia a la situación de los menores en Gaza.
El organismo confirmó en una más de una ocasión que el asedio de “Tel Aviv” es contra los niños, “que mueren lentamente ante los ojos del mundo”.
Cuando parecía que el planeta los abandonaba el médico Raouf Salti y algunas organizaciones trasladaron a los infantes.
“Debemos actuar porque nuestros hijos algún día se avergonzarán de nosotros... Lo que está sucediendo no es normal”, afirmó.
Además, pidió a Europa distinguir entre humanidad y política, y dejar de mirar en silencio y comenzar a ayudar.
Él continúa soñando con traer más pequeños y ofrecerles algo de esperanza.