Un equipo de investigadores de España desarrolló y patentó un tratamiento para los trastornos sociales de la conducta, como la ansiedad o la introversión extrema.

Su publicación tomó como base el uso de la hormona liberadora de corticotropina, producida de forma natural por el cerebro.

Esta sustancia proviene de la corteza infralímbica, lugar de expresión emocional, y envía señales hacia la región rostral del septum lateral, encargada de regular comportamientos motivados como la socialización. 

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Mediante una combinación de técnicas electrofisiológicas, quimiogenéticas, optogenéticas, de registro de calcio y de silenciamiento génico, el equipo aumentó los niveles de estas estructuras. 

Según explicó el líder del proyecto Félix Leroy, el grupo observó que, con su uso de hormonas, es posible modular las preferencias de socialización y favorecer la interacción con individuos nuevos. 

El descubrimiento representa un paso inicial para el desarrollo de tratamientos basados en esta molécula natural y ya empezó a probar en ensayos preclínicos.

Hasta ahora, no hay ningún medicamento para el trastorno de ansiedad social recomendado por las agencias de medicamentos en Estados Unidos y Europa.