La empresa Cresilon recibió hace unos días la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos para comercializar su gel de detención de sangrados, llamado Traumagel.

Según la firma, su creación, a base de algas, resultó una solución rápida y eficaz para controlar los derramamientos en situaciones críticas.

Destacó que su producto presentó una consistencia espesa similar al humus, platillo árabe hecho de garbanzos, y actuó directamente sobre las heridas.

Al adherirse rápidamente, formó una barrera mecánica que detuvo el flujo, y eliminó la necesidad de presión adicional con gasas u otros vendajes.

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Por otro lado, la compañía aseguró que los resultados de un estudio preclínico realizado con el Instituto de Investigación del Ejército de Estados Unidos comprobaron su eficacia para mitigar hemorragias cerebrales.

"Este producto es para heridas de arma blanca, accidentes automovilísticos; cualquier situación donde se interponga entre un paciente y la muerte", afirmó el director ejecutivo de la empresa, Joe Landolina.

Comentó que su empresa tiene planes de fijar el precio de su tratamiento de forma "competitiva", aunque no brindó más detalles.

Además, explicó que expandirán el uso de Traumagel dentro de las Fuerzas Armadas, así como en instituciones de salud.

De acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional, el 40 por ciento de las muertes relacionadas con traumatismos a nivel mundial están vinculadas a hemorragias.