Guerra avisada no mata soldado: así enfrenta Venezuela la amenaza paramilitar
Durante años analistas e investigadores, además de las comunidades denunciaron y alertaron al gobierno venezolano de la posibilidad de conformación de un paraestado resultado del trabajo mancomunado de la ultraderecha, el financiamiento extranjero y la mano de obra de mercenarios.
En Venezuela la amenaza de incursión paramilitar está documentada a través de compilaciones de investigación, y representada en novelas escritas y películas, pero aunque no se ha concretado es todo menos ficción. El paramilitarismo es la herramienta más atroz a utilizar por un sector político que no cesa de desplegar campañas de desinformación, intentos de magnicidio, promoción de actos violentos, atentados contra infraestructura vital y distintas maniobras para generar un cambio de régimen que no alcanzan por vía electoral y desarrollar un plan que permita abolir el Estado tal como hoy está planteado en la Carta Magna de la nación.
Un poco de historia
Datos tomados de la obra ‘La cuestión colombo-venezolana’ publicada en Venezuela en 2012 permiten elaborar una línea de tiempo en la escalada de la amenaza paramilitar: en 2002 la amenaza podía resumirse en la existencia de las bases militares en Colombia. Esto fue escalando y para 2018 ya se sumaba el componente de la crisis financiera propiciada desde la frontera mediante el ataque de la moneda y el comercio ilegal de alimentos y combustible y la crisis de abastecimiento.
En 2019, el gobierno venezolano estaba preparado para el ataque en cualquier punto de su frontera, y así como se preparó junto al pueblo para bloquear el ingreso de una falsa ayuda humanitaria, también tuvo que ampliar la seguridad en los departamentos vecinos al estado Zulia.
En 2020 se conoció el intento de balcanización del país a través de la operación Gedeón confeccionada por Juan Guaido y quienes apoyaban su falso gobierno interino y hoy en un periodo de tensa calma como lo es un año de elección presidencial, se vuelven a activar las células de terror. Aun cuando algunos sectores de la oposición desestimen el impacto que tendría en el país que se concreten alguno de los planes de incursión mercenaria. Esto es alimentado por dirigentes de oposición que – como bien se plantea en la obra ‘Invasión Paramilitar: Operación Daktarí’ que describe la operación paramilitar contra Hugo Chávez frustrada en 2002 - seducen al paramilitarismo, y tienen la ilusión de poder manejar a estas maquinarias de muerte que son capaces de comerse a quienes los invitan a la mesa a servirse a sus anchas.
En 2024, en el marco de la elección presidencial, la alerta más reciente de incursión paramilitar provino del Departamento de la Guajira, frontera con el estado Zulia, de la mano de varios comunicados del Grupo de Autodefensas Conquistadoras de La Sierra Nevada (ACSN) dirigidos a los presidentes de Venezuela y Colombia, Nicolás Maduro y Gustavo Petro y a la opinión pública manifestando disposición de ofrecer información sobre un complot de la extrema derecha contra el presidente Maduro.
El plan consistía en ingresar mil hombres que generen violencia en estados fronterizos y crear un clima de guerra civil a partir del 28 de julio. Los comunicados sustentaron las denuncias del ejecutivo y de la Fiscalía venezolana de una “conspiración continuada” que contó durante años con la participación activa de la administración de Álvaro Uribe Vélez e Iván Duque y que hoy al menos encuentran un freno con Gustavo Petro en el palacio presidencial en Colombia.
#Video | Bastó que el presidente @NicolasMaduro asegurara recientemente que tenía bien sujetas las riendas de la seguridad de Venezuela, para que el grupo de Autodefensas Conquistadores de la Sierra Nevada hiciera llegar a los gobiernos de #Colombia y #Venezuela detalles acerca… pic.twitter.com/qjdRl8ZFew
— Al Mayadeen Español (@almayadeen_es) July 12, 2024
El presidente Maduro ya advertía sobre el tema desde enero y la Fiscalía de la República había denunciado que 36 personas recibieron órdenes de aprehensión y confesaron detalles de un “plan brutal” que incluye el asesinato del presidente, del ministro de Defensa Vladimir Padrino y otros líderes civiles y militares. Desde el Estado venezolano, se apunta como responsables a la Administración de Control de Drogas (DEA) con base en Colombia y a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense. También se suma la confesión de antiguos jefes paramilitares.
De un Estado robusto a un paraestado y luego, un Estado inexistente
Durante años analistas e investigadores, además de las comunidades denunciaron y alertaron al gobierno venezolano de la posibilidad de conformación de un paraestado resultado del trabajo mancomunado de la ultraderecha, el financiamiento extranjero y la mano de obra de mercenarios, paramilitares y líderes negativos de bandas de delincuencia organizada que controlaban sectores tan populares como estratégicos de la capital del país.
Finalmente, el gobierno venezolano tomó medidas para recuperar las riendas de la seguridad de la nación y los resultados del trabajo realizado entre investigaciones y detenciones de altos funcionarios por sus nexos con el narcotráfico y la parapolítica e incluso con la neutralización de líderes negativos de bandas delictivas mediante la cooperación internacional, se ha evidenciado desde la implementación de la Operación Gran Cacique Guaicaipuro desde 2023.
Como fruto de estos esfuerzos destaca la extradición de Gerson Guerrero, hermano del criminal alias Niño Guerrero, líder negativo del llamado Tren de Aragua. Una organización criminal que según el Ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz de Venezuela, el Almirante Remigio Ceballos, está completamente neutralizada dentro y fuera del país.
#Video | Hoy los índices de inseguridad en Venezuela han disminuido radicalmente y las autoridades hacen lo que les corresponde neutralizando a líderes negativos dentro y fuera del país mediante colaboración de las instancias competentes a nivel internacional.
— Al Mayadeen Español (@almayadeen_es) July 17, 2024
La política… pic.twitter.com/FjyRkULmCt
Máxima alerta y control en la frontera
Para el momento en que se escribe y publica este artículo la alerta más reciente a de incursión paramilitar propiciada por la extrema derecha en Venezuela fue recibida el 5 de julio de 2024 desde el Departamento de la Guajira, frontera con el Estado Zulia, mediante un comunicado televisivo del Grupo de Autodefensas Conquistadores de la Sierra Nevada quienes relataron que fueron contactados para ejecutar un plan de ingreso de al menos mil hombres a territorio venezolano para propiciar una guerra civil a partir del 28 de julio.
No es la primera vez que se percibe la amenaza en ese punto del país, como ya se adelantó, en febrero de 2019 el gobierno regional del Zulia junto al gobierno nacional hicieron un despliegue de lo que es la unión-cívico militar para defender el territorio y fueron convocados al menos quince mil wayús para decir a los invasores “Vengan, aquí los estamos esperando. No pasarán”.
#Video | La amenaza paramilitar es latente en Venezuela al tener a la república de Colombia como vecinos, pero en 2020 se conoció de un proyecto de incursión a través de las costas venezolanas. Uno que fue neutralizado gracias a la unión cívico-militar.
— Al Mayadeen Español (@almayadeen_es) July 15, 2024
Aunque muchas personas… pic.twitter.com/MpSnxZPnSC
En anteriores ocasiones estos planes contaron con el beneplácito de quien hoy es gobernador del Zulia, Manuel Rosales. Quien gracias a su formación conservadora tradicional se abandera en un regionalismo que pasa por proyectos secesionistas que separan al estado Zulia del resto del país. Y esto encuentra eco en los intereses históricos y latentes de las corporaciones transnacionales de gas y petróleo sobre ese estado occidental. Rosales, si bien hoy no enarbola esa bandera en su actual mandato como gobernador de la entidad, este 2024 retiró su postulación como candidato a la presidencia para operar en favor de la candidatura de la Plataforma Unitaria Democrática, Edmundo González, cuyo programa de gobierno es una réplica del proyecto de país entreguista “Tierra de Gracia” presentado por la organización política Vente Venezuela y su coordinadora María Corina Machado.
A la fecha, los planes de transgresión de la soberanía territorial en Venezuela y de asesinatos selectivos contra líderes revolucionarios en el gobierno y en las comunidades se mantienen, pero funcionarios del Estado aseguran que las labores de inteligencia que se ejecutan -a pesar de que el gobernador del Zulia es de oposición- siguen siendo efectivas. En este contexto el gobierno nacional tendría el control de la Policía regional y las municipales a través del ministerio de Interior, Justicia y paz, para así además evitar que se use a la policía como instrumento de Golpe de Estado como llegó a ocurrir en Bolivia y en Ecuador.
Zulia es solo uno de los puntos sensibles de la frontera. En 2019 en el marco de la denominada “Batalla de los puentes” desarrollada en la frontera en torno al ingreso de una falsa ayuda humanitaria al país, los dirigentes de ultraderecha Juan Guaido y Leopoldo López se apoyaron en el grupo paramilitar ‘Los Rastrojos’. Hoy Leopoldo López apoya la candidatura de Edmundo González y por ello el vínculo entre la candidatura de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) a la presidencia y la apuesta por el paramilitarismo como brazo armado para imponer su plan político en un eventual gobierno, es directo.
A pocos días de las elecciones presidenciales se enfatiza el control en la frontera y se apuesta porque el gobierno que acumula experiencias ante esta amenaza haya sabido usar la fuerza del enemigo a favor en cuanto a protección de la integridad del territorio.
#Video | La alerta más reciente de proyectos de incursión paramilitar propiciada por la extrema derecha en Venezuela fue recibida desde el departamento de la Guajira, frontera con el Estado Zulia.
— Al Mayadeen Español (@almayadeen_es) July 20, 2024
Desde allí se pretendía ingresar mil hombres para propiciar una guerra civil a… pic.twitter.com/326oALMXdS