La pantomima del alto al fuego
"Israel" actúa con el mayor cinismo. Firma acuerdos por fases con los palestinos que le permiten conseguir de inmediato lo que quiere y a continuación incumple cada una de las fases subsiguientes y reinicia sus ataques militares.
Hace decenios que "Israel" practica un doble juego. Firma un acuerdo con los palestinos que se debe poner en marcha por fases. La primera fase otorga a "Israel" lo que desea –en este caso la liberación de los rehenes cautivos en Gaza– pero, por lo general, no implementa las sucesivas fases que llevarían a una paz justa y equitativa. Posteriormente provoca a los palestinos con ataques indiscriminados para que tomen represalias, define a la respuesta palestina como una provocación y deroga el acuerdo de alto al fuego para reanudar la matanza.
Si este último alto al fuego en tres fases se ratifica –y no hay ninguna seguridad de que "Israel" lo haga–, me temo que no será más que una pausa de los bombardeos en honor de la toma de posesión presidencial de Donald Trump. "Israel" no tiene ninguna intención de detener su carrusel de muerte.
El gabinete de ministros israelí ha retrasado la votación de la propuesta de alto al fuego mientras continúa machacando Gaza. Al menos 84 palestinos han sido asesinados en las últimas 48 horas.
La mañana posterior al anuncio del alto al fuego, el primer ministro Benjamin Netanyahu acusó a Hamas de incumplir parcialmente el acuerdo “con el fin de conseguir concesiones de última hora”. Advirtió que su gobierno no se reunirá “hasta que los mediadores notifiquen a "Israel" que Hamas ha aceptado todos los términos del acuerdo”. Pero Hamas negó las afirmaciones de Netanyahu y se reafirmó en el compromiso del alto al fuego acordado con los mediadores.
Dicho acuerdo está dividido en tres fases. La primera, de 42 días, contempla un cese de las hostilidades. Hamas liberará a algunos rehenes –33 israelíes capturados el 7 de octubre, incluyendo las cinco mujeres que quedan, las personas mayores de 50 años y las enfermas– a cambio de hasta mil palestinos encarcelados en "Israel".
El ejército israelí se retirará de las áreas pobladas de la Franja de Gaza el primer día de la tregua. El séptimo día las personas desplazadas podrán volver al norte de Gaza. "Israel" permitirá la entrada de 600 camiones de ayuda humanitaria al día.
La segunda fase, que comienza el décimo sexto día de la tregua, contempla la liberación del resto de los rehenes. "Israel" deberá completar su retirada de Gaza en esta fase, aunque mantendrá la presencia en algunas partes del Corredor Filadelfia, que se extiende a lo largo de los doce kilómetros de la frontera entre Gaza y Egipto.
En la tercera fase deberían iniciarse las negociaciones para el fin permanente de la guerra.
Pero parece que el gabinete de Netanyahu ya ha incumplido el acuerdo. Ha emitido un comunicado en el que rechaza la retirada de tropas del Corredor Filadelfia los primeros 42 días de tregua –“en términos prácticos "Israel" permanecerá en el Corredor Filadelfia hasta nuevo aviso”– al tiempo que afirma que los palestinos intentan romper el acuerdo. A lo largo de las numerosas negociaciones de alto al fuego, los palestinos han exigido la retirada de las tropas israelíes de Gaza. Egipto ha condenado la toma de sus pasos fronterizos por "Israel".
Incluso si los israelíes aceptan finalmente el acuerdo, las profundas desavenencias entre "Tel Aviv" y Hamas amenazan con hacerlo fracasar. Hamas busca un alto al fuego permanente. Pero la política israelí es inequívoca sobre su “derecho” a volver a implicarse militarmente. No hay consenso sobre quién gobernará Gaza. "Israel" ha dejado claro que la permanencia de Hamas en el poder es inaceptable. Tampoco se menciona nada sobre la situación de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA, por sus siglas en inglés), ilegalizada por "Israel", que proporciona la mayor parte de la ayuda humanitaria a los palestinos, el 95 por ciento de los cuales han sido desplazados. No hay acuerdo sobre la reconstrucción de Gaza, convertida en escombros. Y, por supuesto, no hay ninguna vía en el acuerdo para llegar a un Estado palestino independiente y soberano.
La falsedad y la manipulación de Israel son lamentablemente previsibles
Los Acuerdos de Camp David (firmados en 1979 por el presidente egipcio Anwar el-Sadat y el primer ministro israelí Menachem Begin, con la participación de la OLP, la Organización para la Liberación de Palestina) sirvieron para normalizar las relaciones diplomáticas entre "Israel" y Egipto. Pero las fases posteriores, que incluían la promesa israelí de resolver la cuestión palestina con la participación de Jordania y Egipto, permitir el autogobierno en Cisjordania y Gaza en cinco años y acabar con la construcción de colonias israelíes en Cisjordania y Jerusalén Este, nunca fueron cumplidas.
Tomemos otro ejemplo, el de los Acuerdos de Oslo, suscrito en 1993, en el que la OLP reconocía el derecho de "Israel" a existir e Isy este reconocía a la OLP como representante legítimo del pueblo palestino; o el de Oslo II, suscrito en 1995, en el que se detallaba el proceso hasta conseguir la paz y un Estado palestino. Ambos nacieron muertos. Oslo II estipulaba que cualquier debate sobre los “asentamientos” judíos ilegales debía postergarse hasta las conversaciones sobre el estatuto “definitivo”, momento en el que debía haberse completado la retirada militar israelí de la Cisjordania ocupada. La autoridad de gobierno debía transferirse de "Israel" a la supuestamente provisional Autoridad Palestina. Pero Cisjordania se dividió en las zonas A, B y C, y la Autoridad Palestina tiene autoridad limitada en las zonas A y B mientras que "Israel" controla toda la zona C, más del 60 por ciento de Cisjordania.
El líder de la OLP, Yasser Arafat, renunció al derecho de los refugiados palestinos a regresar a las tierras históricas que les fueron arrebatadas en 1948 cuando se creó "Israel", un derecho consagrado en la legislación internacional, marginando desde entonces a muchos palestinos, especialmente a los de Gaza, donde el 75 por ciento son refugiados o descendientes de refugiados.
La retirada militar israelí prevista en los Acuerdos de Oslo nunca se produjo. El acuerdo interino no preveía medidas para acabar con las colonias judías, solo la prohibición de dar “pasos unilaterales”. Sin embargo, cuando se firmaron los Acuerdos de Oslo había alrededor de 250 mil colonos judíos en Cisjordania mientras que en la actualidad deben de superar los 700 mil. Nunca se llegó a concluir un tratado final.
El periodista Robert Fisk dijo que Oslo fue “una farsa, una mentira, un truco para enredar a Arafat y a la OLP y que abandonaran todo lo que habían perseguido y por lo que habían luchado durante más de un cuarto de siglo, una forma de establecer falsas esperanzas con el fin de castrar las aspiraciones de crear un Estado”.
El primer ministro israelí Isaac Rabin, signatario del Acuerdo de Oslo, fue asesinado por Yigar Amir, un estudiante de leyes de extrema derecha el 4 de noviembre de 1995, tras un mitin en apoyo del acuerdo. Itamar Ben-Gvir, en la actualidad ministro de seguridad nacional de Israel, era uno de los muchos políticos derechistas que lanzaron amenazas contra Rabin. La viuda de este, Leah, culpó de la muerte de su marido a Netanyahu y sus seguidores, que distribuían panfletos en los mítines políticos en los que se mostraba a Rabin con uniforme nazi.
Desde entonces "Israel" ha llevado a cabo una serie de aniquiladores ataques contra Gaza, llamando cínicamente a los bombardeos “cortar el césped”. Estos ataques, que dejan decenas de muertos y heridos y degradan aún más la frágil infraestructura de Gaza, tienen nombres como Operación Arco Iris (2004), Operación Días de Penitencia (2004), Operación Lluvias de Verano (2006), Operación Nubes de Otoño (2006) y Operación Invierno Caliente (2008).
"Israel" violó el acuerdo de alto al fuego de junio de 2008 con Hamas, auspiciado por Egipto, al lanzar una incursión fronteriza en la que murieron seis miembros de Hamas. La incursión provocó, como pretendía "Israel", un ataque de represalia por parte de Hamas, que disparó cohetes y granadas de mortero contra "Terl Aviv". La andanada de Hamas proporcionó el pretexto para un ataque israelí masivo. "Israel", como siempre hace, justificó su ataque militar en el derecho a defenderse.
La Operación Plomo Fundido (2008-2009), en la que llevó a cabo un asalto terrestre y aéreo durante 22 días, lanzando más de mil toneladas de explosivos sobre Gaza, causó mi 385 muertos –según el grupo israelí de derechos humanos B’Tselem–, de los cuales al menos 762 eran civiles, entre ellos 300 niños. Cuatro israelíes murieron en el mismo periodo por cohetes de Hamas y nueve soldados israelíes murieron en Gaza, cuatro de ellos víctimas de “fuego amigo”. El periódico israelí Haaretz informaría más tarde de que la Operación Plomo Fundido se había preparado durante los seis meses anteriores.
El historiador Avi Shlaim, que prestó servicio en el ejército israelí, escribió que:
“…la brutalidad de los soldados israelíes está a la altura de la mendacidad de su portavoz… su propaganda es un puñado de mentiras… No fue Hamás sino las fuerzas de defensa de Israel quienes rompieron la tregua… cuando asaltaron Gaza el 4 de noviembre y mataron a 6 hombres de Hamás. El objetivo de Israel no es solo la defensa de su población, sino derribar al gobierno de Hamás en Gaza poniendo a la gente en contra de sus líderes”.
A esta serie de ataques contra Gaza siguieron las ofensivas israelíes de noviembre de 2012, conocida como Operación Pilar de Defensa, y de julio y agosto de 2014, la Operación Margen Protector, una campaña de siete semanas que dejó dos mil 251 palestinos muertos, junto con 73 israelíes, entre ellos 67 soldados.
Estos asaltos del ejército israelí fueron seguidos en 2018 por las protestas masivas pacíficas de palestinos conocidas como La Gran Marcha del Retorno, a lo largo de la barrera vallada de Gaza. Más de 266 palestinos fueron abatidos a tiros por francotiradores israelíes y más de 30 mil resultaron heridos. En mayo de 2021, "Israel" mató a más de 256 palestinos en Gaza tras los ataques de la policía israelí contra fieles palestinos en el recinto de la mezquita de Al Aqsa, en Jerusalén. En abril de 2023 se produjeron nuevos ataques contra fieles en dicha mezquita.
Y luego, el 7 de octubre de 2023, se produjo la ruptura de las barreras de seguridad que encierran Gaza, donde los palestinos habían languidecido bajo un bloqueo durante más de 16 años en una prisión al aire libre. Los atacantes palestinos dejaron unos mil 200 muertos israelíes –incluidos cientos asesinados por el propio "Israel"– y le dieron la excusa que buscaba desde hacía tiempo para arrasar Gaza, con su Operación Espadas de Hierro.
Esta espeluznante saga no ha terminado. Los objetivos de "Israel" siguen siendo los mismos: erradicar a los palestinos de sus tierras. Esta tregua prevista no es sino otro capítulo cínico. Son muchas las formas en las que puede desmoronarse y sospecho que así será.
Pero, al menos por el momento, recemos para que cese la descomunal masacre.