Walid Al Muallem: un ejemplo de diplomacia digna y airosa
Hasta el último momento de su vida, Walid Al Muallem realizó un ejercicio de diplomacia digna y airosa, con sobriedad y calma, llevando adelante siempre la posición de su país aún en las más difíciles y crueles circunstancias.
-
Walid Al-Moallem: un ejemplo de diplomacia digna y airosa
La diplomacia árabe auténtica y de resistencia está de luto. Falleció el renombrado diseñador de la política exterior siria en tiempo de guerra, el canciller, Walid Al Muallem, a la edad de 79 años. Su pueblo le ofrecerá un merecido homenaje, a pesar de las circunstancias de la pandemia.
Hasta el último momento de su vida, Walid Al Muallem realizó un ejercicio de diplomacia digna y airosa, con sobriedad y calma, llevando adelante siempre la posición de su país aún en las más difíciles y crueles circunstancias.
La historia lo recordará por su lealtad a su Patria y a la gran nación Árabe.
Al Muallem convertía su discurso en una oportunidad para presentar la narración del Estado sirio sobre lo que sucedió en Siria en tantos años de la injusta guerra impuesta contra su pueblo. Tocaba los corazones de los pueblos árabes a través de una retórica sentimental que evoca las raíces panárabes. Asimismo, tenía una capacidad única de saber cómo dirigirse a la sociedad occidental cuando advertía sobre los peligros del terrorismo global y recordaba los acontecimientos de las Torres Gemelas el 11 de septiembre y la nacionalidad de los terroristas takfiries
Al-Moallem estaba siempre en posición de ataque. No empleaba ninguna palabra de la que se pudiera deducir que se encontraba en posición de acusado o autodefensa. No dudó en hablar sobre la participación de gobiernos árabes en el derramamiento de sangre sirio. Nombró el wahabismo sin equívocos y culpó a la ideología wahabí del atraso del mundo árabe.
Al Muallem lucía siempre cómodo en la forma y contenido, capacidades heredas de su amplia experiencia en el campo de la diplomacia. Su dominio del idioma inglés le permitió imponer su deseo de completar el discurso pareciendo siempre más fuerte, en su insistencia de seguir hablando pese a su interrupción por parte del secretario General de la ONU.
La confianza de Al Muallem quedó fuertemente demostrada cuando una vez se acercó al Secretario de Estado del gobierno norteamericano y lo nombró por su nombre. Se lo dijo de manera directa y clara: “Señor Kerry, no son los Estados Unidos de América los que tienen derecho a determinar el destino del pueblo sirio, y nadie en el mundo tiene derecho a destruir la institucionalidad o interferir en Siria, sólo los propios sirios decidiremos el destino de Siria".
Al Muallem fue un diplomático de larga trayectoria, conocido por sus honorables y dignas posturas nacionales en varios ámbitos políticos y diplomáticos, y con un fuerte apoyo por parte del pueblo sirio, ganado por su firmeza y lealtad al país a pesar de las enormes presiones desde el principio de la guerra contra Siria en 2011.
Nació en Damasco en 1941, se unió al Ministerio de Exteriores en 1964 y cumplió misiones en Tanzania, Arabia Saudita, España, Inglaterra, Rumania y Estados Unidos hasta el año 2000 cuando fue nombrado asistente del canciller y en 2005 ministro de Exteriores.
Tiene cuatro libros y son: Palestina y Paz Armada en 1970, Siria en el Período del Mandato de 1917 a 1948, Siria de la Independencia a la Unidad de 1948 a 1958 y el Mundo y el Medio Oriente en la Perspectiva Estadounidense.
Para hombres como Al-Muallem no hay adiós definitivo. El ejemplo y las enseñanzas acompañan de por vida a quienes tuvieron la dicha de vivir en su tiempo. Vuela alto Canciller. Hoy, evocamos las palabras de José Martí cuando dijo: "La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida".