Bolivia regresa al ALBA con fuerza
Con propuestas concretas y la esperanza depositada en la reactivación de los mecanismos regionales de integración, se pronunció el presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Luis Arce, durante su participación en la XIX Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América - Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) celebrada en Caracas, Venezuela, este 24 de junio.
Bolivia regresó al ALBA-TCP, a la CELAC y UNASUR en noviembre de 2020, luego de que el actual gobierno llegara al poder, mediante elecciones. La decisión asumida en 2019 por el gobierno de facto de Jeanine Añez de suspender la participación del país en dichas organizaciones, respondió a intereses articulados con los actores golpistas. Ahora, la nación boliviana enfrenta un proceso de reconstrucción política y económica, luego de los efectos que dejó el golpe de estado.
Luis Arce, expresó durante su intervención en la Cumbre, que la unidad es la única forma viable de sortear los desafíos actuales que enfrenta la región. En ese sentido el presidente boliviano enumeró varias medidas pensadas desde la edición anterior de la cumbre que, de implementarse, pueden enrumbar a los países miembros del bloque hacia un mejor destino.
“Las propuestas económicas para hacer frente a los efectos de la pandemia incluyen la reactivación de Petrocaribe y el banco del ALBA. Por otro lado se tiene programado la creación de un fondo humanitario con recursos a ser entregados a las comunidades más afectadas por la pandemia en la región. En el campo sanitario se contempla la creación del observatorio de salud de nuestro bloque y la implementación de un banco de vacunas para apoyar a las naciones que tengan menor acceso a estas”, indicó Arce.
Usar los recursos humanos de los cuales disponen los países del ALBA-TCP en función de combatir la pandemia en cada rincón de Latinoamérica representó otra de las ideas plasmadas por el mandatario boliviano, “Requerimos impulsar una gran cruzada internacional por la salud y la vida , en la cual nuestros médicos tanto los formados en la ELAM (Escuela Latinoamericana de Medicina) como aquellos egresados de nuestras universidades puedan llegar a todos los rincones de nuestro continente, puedan aplicar pruebas y la correspondiente vacunación, municipio por municipio, comunidad por comunidad, casa por casa, sin exclusión de ningún tipo.”
Bolivia también compartió con el plenario sus acciones en el ámbito internacional para el enfrentamiento a la pandemia, donde la prioridad es un plan de vacunación construido sobre los principios de universalidad y gratuidad a fin de no generar brechas en los accesos.
“Hemos iniciado una campaña internacional para que se liberen las patentes de las vacunas y los medicamentos contra la Covid -19. En este marco copatrocinamos el levantamiento de patentes planteado por India y Sudáfrica en octubre de 2020 y participamos activamente en la construcción de la nueva propuesta de consenso”, afirmó el presidente.
El estado plurinacional de Bolivia, bajo el liderazgo de Arce, mostró en este encuentro del ALBA, una manera activa de interactuar con los organismos internacionales, con el propósito de que asuman su responsabilidad con la mayoría de los países en el contexto de la pandemia.
Ejemplo de ello fue la solicitud que realizó la nación boliviana a la Organización Mundial del Comercio y la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual para que interpongan sus oficios con el objetivo de que los países en desarrollo, que cuentan con más vacunas de las que necesitan para su población, puedan distribuirlas equitativamente a todos los países que están sufriendo por los efectos de la Covid-19.
El retorno de Bolivia al ALBA-TCP ha venido acompañado del empuje de un gobierno que, al igual que su predecesor, confía plenamente en la integración como modo de avanzar hacia el desarrollo regional. No son pocos los obstáculos que enfrentan la Alianza Bolivariana y otras organizaciones progresistas de Latinoamérica ante los intentos de gobiernos neoliberales que han tomado el poder en algunos países de la región y boicotean todo lo que venga de la izquierda.
El desafío de construir la patria grande que soñó Bolívar pasa por la composición geopolítica actual de América Latina, sus encuentros y/o desencuentros entre los países que lo integran. Sin embargo, la solidaridad sigue siendo la palabra de orden, porque la solidaridad no entiende de extremos políticos, sino de seres humanos y sus necesidades. La solidaridad fue lo que activó en el ALBA –TCP la necesidad de denunciar a la comunidad internacional las violaciones ejecutadas durante el golpe de estado en noviembre de 2019 contra el presidente Evo Morales. Ante el silencio de varios medios de comunicación alineados con los intereses del gobierno de facto, el ALBA denunció y los países miembros del bloque mostraron al mundo lo que sucedía en Bolivia, las masacres, las muertes y la persecución política contra los miembros del equipo de Evo. Hoy el estado plurinacional trabaja por restaurar la memoria histórica, la verdad y la justicia para que estas nuevas formas de golpes de estado no se vuelvan a dar en Bolivia ni en ningún otro país.
La solidaridad ha movido también las denuncias del ALBA frente a las medidas unilaterales tomadas por Estados Unidos contra Venezuela, Nicaragua y Cuba. De la misma forma, estuvo presente la Alianza con ayuda humanitaria para el pueblo de San Vicente y las Granadinas tras la erupción del volcán La Soufrière. Los médicos cubanos de la Brigada Internacional Henry Reeve se trasladaron a varios países dentro y fuera de la región para apoyar en el combate a la pandemia. La solidaridad se configura de diversas maneras pero se traduce en experiencias humanas que son las que cambian el destino de los pueblos.
Ante el complejo panorama que enfrenta la región por los efectos sociales y económicos de la Covid 19, el ALBA-TCP en concordancia con sus principios requiere, como expresó el mandatario boliviano, poner la economía, la política social, la producción, la industrialización de sus recursos naturales y la sustitución de importaciones en el centro de sus acciones, las cuales deben orientarse hacia el vivir bien de los pueblos.
La permanencia en el tiempo de este mecanismo de integración depende no sólo de los gobiernos que actualmente conforman los países del bloque, sino de mantener activos los principios de su génesis, enraizados en acciones concretas con un impacto directo en los pueblos.
Es imposible no reconocer los resultados de la Misión Milagro que le devolvió la vista a 3 millones 600 mil personas, al igual que casi 5 millones saben leer y escribir por el programa de alfabetización Yo si puedo implementados ambos bajo el paraguas del ALBA, por solo citar algunos ejemplos. De la misma forma deben crearse, implementarse y sobre todo mantenerse, nuevos programas que respondan a las circunstancias actuales, con un efecto ganar-ganar para todos los involucrados en el intercambio ya sea de conocimientos, recursos o experiencias.
La deuda sigue estando vigente para nuestra región porque como expresó Arce parafraseando al Héroe Nacional de Cuba, José Martí “lo que se dejó por hacer en América, aún hoy por hacer está”. La tarea es grande pero no imposible, apta para grandes hombres, como los que tradicionalmente paren estas tierras.