El impacto de la crisis ruso-ucraniana en la seguridad nacional israelí
Aunque la crisis termine tan pronto, como lo desea "Israel", los temores existenciales israelíes no terminarán.
El primer ministro Naftali Bennett estaba cuidadoso de que los ministros y funcionarios israelíes no dieran declaraciones a los medios con respecto a la crisis ruso-ucraniana desde su comienzo, por temor a interpretaciones erróneas de estas declaraciones por parte de los dos partidarios de esta crisis.
Sin embargo, tras la entrada de las tropas rusas en territorio ucraniano, el canciller israelí, Yair Lapid, anunció la condena de su país a la misma, y aunque fue leve, Bennett inmediatamente trató de suavizarla en su discurso, en el cual reveló el respaldo de "Israel" al pueblo ucraniano y la intención del gobierno sionista de brindarle ayuda humanitaria. Y aunque tuvo cuidado de no mencionar a Rusia en absoluto en dicho discurso, la Cancillería rusa pidió aclaraciones al embajador israelí en Moscú sobre la realidad de la posición de Tel Aviv.
Está claro que hay profundas complicaciones en la posición israelí con respecto a la crisis ruso-ucraniana, ya que "Israel" no quiere mostrar una postura de apoyo a EE.UU, su principal aliado y verdadero patrocinador, por temor a perder sus lazos de interés con Rusia, porque Moscú tiene la capacidad de influir en varios expedientes estratégicos relacionados con la “seguridad nacional israelí”, los más importantes de los cuales son:
Primero, el expediente nuclear iraní: La actual crisis ruso-ucraniana alteró los cálculos israelíes con respecto a dicho expediente y desordenó, en un momento delicado, los papeles vinculados con las negociaciones sobre el referido expediente, por lo que ahora hay tres escenarios que "Israel" teme :
1. La crisis ruso-ucraniana puede obstaculizar las negociaciones sobre el expediente nuclear iraní y atrasarlas, al menos varios meses, o detenerla definitivamente, lo que le daría a Irán un tiempo adicional para acelerar su mencionado proyecto.
2. Que Washington, bajo la presión de la crisis ucraniana, vaya firmar un acuerdo precipitado con Teherán que no cumpla con las peticiones que "Israel" expuso ante la administración Biden.
3. En caso que fracasen las negociaciones, aunque esto siempre ha sido el objetivo de "Israel", EE.UU. no librará ninguna ofensiva militar contra Irán a la luz del conflicto ruso-ucraniano, y por supuesto, "Israel" no es incapaz de hacerlo sola.
Segundo, el expediente sirio: Rusia es el actor central con el que, si "Israel" no llega a un entendimiento, su ejército no podrá hacer frente a las amenazas que emanan del frente sirio en particular, y del frente norteño en general, por lo tanto, desde el comienzo de la presencia rusa en Siria en 2015, "Israel" ha estado interesado en encontrar un mecanismo de coordinación con los líderes rusos en Siria para evitar errores y accidentes, especialmente entre la fuerza aérea israelí y los sistemas antiaéreos rusos que operan en Siria.
Tercero: las sanciones económicas contra Rusia la impulsarán a ampliar sus relaciones comerciales, financieras y políticas con Asia, sobre todo con Irán, algo que traerá beneficios para todo el Eje de Resistencia y fortalecerá la presencia iraní en Siria, asimismo favorecerá al expediente nuclear iraní.
Por eso, los israelíes esperan que la crisis ruso-ucraniana termine lo antes posible, para que la Casa Blanca no los obligue a tomar una posición contra Rusia o para que "Israel" no se vea obligado a participar en las sanciones contra Moscú, así ahorrará la ira de Rusia que realmente está presente cerca de las fronteras norteñas israelíes. Sin embargo, aunque la crisis termine tan pronto, como desea "Israel", los temores existenciales israelíes no terminarán, ya que con el conflicto ruso-ucraniano está surgiendo un nuevo orden multipolar, por lo cual "Israel" debe reestablecer sus alianzas a la luz de estos cambios urgentes.
Por otro lado, la crisis puso en manifiesto la limitada capacidad de Washington para cumplir con sus promesas de proteger la seguridad de sus aliados (Ucrania), ya que Washington abandonó a Kiev y la dejó que enfrentara su destino sola, algo que hizo que "Israel" meditara.
Por todo lo mencionado, dentro de las instituciones militares israelíes se están alzando voces pidiendo un retorno a la doctrina militar israelí, la que exige la protección de la seguridad de "Israel" mediante los propios israelíes sin apoyarse en las ayudas externas, algo que se ve casi imposible especialmente con el crecimiento de peligro que rodea a la entidad sionista algo que aumentó el vínculo entre la seguridad nacional de "Israel" y el exterior, ya sea a través del permanente apoyo estadounidense o la coordinación con Rusia, y más recientemente a través de esfuerzos para formar alianzas militares con los países árabes que han normalizado sus relaciones con "Israel", bajo los auspicios de EE.UU.