Líbano pide y Estados Unidos no responde
Las negociaciones marítimas para evitar enfrentamientos. Consenso presidencial sobre un techo político y la resistencia espera la decisión del Estado.
Hasta la noche de ayer, Líbano no había recibido oficialmente una respuesta estadounidense respecto a la reanudación de la misión de Amos Hochstein, el mediador estadounidense que hace seguimiento al expediente de la demarcación de las fronteras marítimas con la Palestina ocupada; si bien a través de los contactos libaneses con la embajada estadounidense en Beirut o con la oficina de Hochstein en Washington, se espera tener hoy una respuesta preliminar, que confirme que el “mediador” asistirá pronto atendiendo la invitación de los tres presidentes, Michel Aoun, Nabih Berri y Najib Mikati, sea esto a través de la embajadora estadounidense en Beirut Dorothy Shea, o a través del canal de comunicación que maneja con los estadounidenses, el vicepresidente del parlamento, Elías Bou Saab, en su calidad de asistente del presidente de la república en este expediente.
Pero, ¿qué significa invitar a Hochstein nuevamente?
Semanas atrás y al margen de las reuniones celebradas en Washington, funcionarios estadounidenses preguntaron a visitantes libaneses sobre el resultado de las negociaciones entre Líbano e “Israel” sobre la demarcación de las fronteras marítimas, y se les respondió de la siguiente manera: “si, como usted dice, “Israel” quiere un acuerdo, y el Líbano confirma que quiere un acuerdo, entonces esto requiere que se reanude la mediación y no que se congele”; y cuando la embajadora estadounidense en Beirut trató de indagar más claramente en su reunión con uno de los tres presidentes, este último le respondió: “ustedes se encargan de la mediación, sabemos que cuidan más de los intereses de “Israel” que de aquellos del Líbano; sin embargo, esperamos por lo menos, que nuestros intereses sean tomados en cuenta; por lo tanto, la mediación necesita ser impulsada y no congelada convirtiéndola en dictados e imposiciones”.
Lo que requirió la reciente movilización no solo se relaciona con el curso de la embarcación de perforación que llegó ayer a su supuesta zona de labores, sino la movilización mundial relacionada con el mercado energético y la presión occidental sobre los productores y exportadores de gas del mundo para que se apresuren a extraer lo que se puede lograr para suplir la escasez causada por la guerra ruso-ucraniana; y el asunto tomó una dimensión adicional después de formarse las grandes alianzas en la región, y luego de que Washington lograra, en cooperación con los europeos, persuadir a "Israel", Egipto, Chipre, Grecia y Jordania para que unan esfuerzos en el proceso de la venta del gas extraído del Mediterráneo; los estadounidenses pidieron al Líbano que se sume a esta alianza, sabiendo de antemano que esto no sería posible, y al mismo tiempo están conscientes de que el Líbano necesita de manera urgente explotar sus campos para obtener los recursos económicos que necesita para hacer frente a su asfixiante crisis; y esto fue lo que impulsó al secretario general de Hizbullah, al Sayyed Hassan Nasrallah, a plantear el asunto de forma reiterada en sus discursos en vísperas de las elecciones; y estaba claro que Hizbullah le estaba diciendo a las autoridades libanesas que tomen las medidas ejecutivas necesarias, tal como lo hace el enemigo, y que la resistencia está preparada para proteger esta opción; al mismo tiempo, sin embargo, estaba dispuesto a dejar a la resistencia fuera del “misterioso” conflicto libanés por el expediente de la demarcación, a pesar de que los centros de poder oficiales prácticamente apoyan la opinión del presidente Michel Aoun que establece que la Línea 29 es una línea de negociación.
El desarrollo de los acontecimientos sobre el terreno representado por la llegada ayer del barco de perforación al campo de Karish, reabrió el expediente de una manera dramática lo cual requirió de una serie de consultas entre los funcionarios y las fuerzas involucradas, y esto condujo a lo siguiente:
Primero, un acuerdo preliminar para mantener contactos con las Naciones Unidas, a través del presidente Aoun o del gobierno, que incluya una afirmación de que el conflicto aún se mantiene y que las negociaciones están suspendidas, y por lo tanto ninguna de las partes tiene derecho a realizar trabajos de perforación en la zonas en disputa, las cuales se ubican al sur de la línea 23 hasta el último punto de influencia y el hecho de que el enemigo recurra a pasos operativos esto puede conducir a una confrontación no calculada de su parte.
Segundo, la falta de acuerdo para emitir un nuevo decreto que defina las coordenadas fronterizas con el fin de que sea entregado a las Naciones Unidas, esto se podría convertir en un obstáculo para las negociaciones en lugar de facilitarlas, y el estudió de una respuesta enviada a los estadounidenses diciendo que Líbano no está de acuerdo con la propuesta de Hochstein, y que lo que importa ahora es la reanudación de las negociaciones y que Estados Unidos se comprometa claramente a que “Israel” no inicie acciones en la región hasta que se alcance un acuerdo.
Tercero, resolver la controversia sobre el mecanismo de negociación, y cerrar la puerta a las múltiples jurisprudencias presenciadas en el último período, luego de quedar claro que los norteamericanos habían escuchado más de una opinión, política y técnica, de parte de los libaneses, lo cual quedó registrado como un punto negativo para el negociador libanés, hecho que los estadounidenses aprovecharon para tratar de imponer una visión parcializada; sobre el particular, el presidente Nabih Berri, buscó reordenar las cosas al declarar que sería mejor volver al Acuerdo Marco como base para todas las discusiones.
Cabe señalar que la modificación del Decreto 6433 como punto de partida para la negociación no llegó a concretarse a causa del conflicto de intereses existente, ya que Berri quien había solicitado la adhesión al Acuerdo Marco, y se había negado previamente a modificar el decreto para dejar abierta la puerta a la negociación, prefiriendo considerar la Línea 29 como una línea para la negociación, con el fin de que el Líbano pudiera obtener la totalidad de la extensión que reclamaba; sin embargo, el expediente entró en el bazar político y las subastas, antes de que el presidente de la república se abstuviera de firmar el decreto; el 28 de enero de 2022 el Líbano envió una carta a las Naciones Unidas en la que afirmaba su derecho a la Línea 29 después de que la empresa estadounidense “Halliburton” obtuviera el pasado mes de septiembre una licencia en virtud de la cual firmaba un contrato con la empresa griega “Noble Energy” para perforar pozos en la sección norte de Karish cerca del bloque libanés número 9.
El estado y la resistencia
Tras anunciarse la llegada del buque, se iniciaron consultas oficiales para determinar la posición a adoptar; mientras tanto el palacio presidencial recibía información oficial de la comandancia del ejército que confirmaba que la nave atracó en un punto ubicado un poco alejado de la Línea 29, por lo que no se puede hablar de que el enemigo se adentrara en la zona en disputa, lo que motivó a trabajar cuidadosamente, y reforzó la convicción de pedirle al mediador estadounidense que retorne a la prontitud posible al Líbano; mientras tanto, las posiciones de los funcionarios libaneses tomaron un carácter de advertencia al enemigo, lo cual es una paso positivo que ayudaría a adoptar una postura unificada.
En medio de un silencio oficial de parte del enemigo, los estadounidenses y de parte de las Naciones Unidas, tampoco se observó interacción alguna de parte de las misiones diplomáticas occidentales acreditadas en el Líbano, a excepción del lado alemán, que muestra un interés cuyas dimensiones son poco claras; y mientras se dirigen las miradas para observar las reacciones de Hizbullah, en medio de estimaciones variadas, señalando que el partido ha anunciado repetidamente a través de su secretario general que la resistencia está lista para actuar dentro de ciertos límites: primero, que las autoridades libanesas anuncien una posición oficial e inequívoca que defina los derechos del Líbano y los límites de su zona económica; segundo, que el Líbano tome la iniciativa directamente de solicitar ofertas para la perforación y no vincule este paso a la negociación con el enemigo; tercero, la disposición de la resistencia a asumir la responsabilidad ante cualquier agresión israelí que atente contra los derechos marítimos o petroleros del Líbano; sin embargo, y a la luz de los acontecimientos de ayer, la posición fundamental provino del jefe del consejo ejecutivo de Hizbullah, al Sayyed Hashem Safieddine, quien dijo que: “el Líbano tiene la capacidad para extraer su gas y petróleo, y ser independiente de todos los medios de presión que algunos libaneses en el interior temen”, y opinó que “Estados Unidos es el principal actor que impide que el Líbano extraiga su riqueza petrolera; por lo tanto, lo que se le exige al estado, de manera oficial y clara, es que anuncie cuáles son las fronteras marítimas, y cuáles son las áreas en disputa, para que los libaneses junto con su resistencia, ejército, pueblo determinen lo que les pertenece por derecho y lo tomen”.
Durante las últimas 24 horas, la guerra psicológica ha estado en su pleno apogeo; el enemigo se apresuró a transmitir informes a través de los medios sobre los preparativos militares que se están tomando para proteger las operaciones de perforación y habló de la actividad aérea y marítima con este mismo propósito, mientras que en el Líbano se han difundido videos que recuerdan las advertencias de al Sayyed Nasrallah contra todo lo que atente en contra de las riquezas y recursos del Líbano; la dirigencia de la resistencia estudia la situación a la luz de los datos que recopila sobre los movimientos del ejército de ocupación sobre el terreno y los resultados de los contactos políticos en el Líbano y con los organismos internacionales; fuentes bien informadas señalan que el partido había asegurado previamente a las autoridades competentes del estado, que es necesario tomar decisiones firmes con respecto a las fronteras marítimas, y que la resistencia se encuentra preparada para responder a cualquier agresión dentro de las fronteras determinadas por el estado.
En el plano oficial, el presidente de la república señaló que “las negociaciones para demarcar las fronteras aún continúan, y cualquier acción o actividad en la zona en disputa constituye una provocación y un acto hostil”; mientras tanto, el presidente Berri confirmó en declaración para el periódico al Akhbar que “no es posible ignorar las acciones tomadas por el enemigo israelí (...) y se supone que el mediador estadounidense debe presentarse en Beirut para informarle que el Líbano no se quedará de brazos cruzados ante estos abusos, y que se deben tomar medidas para detener estos abusos, ya que él responde por el expediente de negociación”; y en lo que puede considerarse una postura avanzada, Berri advirtió que “en caso de que Hochstein no responda o no logre alcanzar un resultado, el gobierno debería reunirse y tomar una decisión nacionalista unánime para modificar el Decreto 6433 y enviarlo a las Naciones Unidas”.
Berri: En caso de que Hochstein no responda, el gobierno debería reunirse y tomar una decisión unánime para modificar el Decreto 6433
Por su parte, Mikati consideró que “los intentos del enemigo de crear una nueva crisis atentando en contra de la riquezas marítimas de Líbano e imponiendo un hecho consumado en una región en disputa es extremadamente peligroso y provocaría tensiones cuyas repercusiones no se pueden predecir”; y advirtió en un comunicado sobre, “las repercusiones que tendría cualquier calculo errado, antes de que culmine la misión del mediador estadounidense, cuya reanudación se ha convertido en más que una necesidad urgente”, haciendo un llamando a “las Naciones Unidas y a todos los interesados a remediar la situación y obligar al enemigo israelí a detener sus provocaciones”.
El ministro de Exteriores Abdullah Bouhabib opinó que los estadounidenses no se han tomado en serio el tema de la demarcación de las fronteras, “y si hubiera seriedad, el enviado estadounidense Amos Hochstein no habría visitado Beirut solo en dos oportunidades”, y destacó que “los tres presidentes están de acuerdo sobre la respuesta a la propuesta de Hochstein, pero este no vino para que le sea entregada”.
En un comunicado, el ministro de la Defensa, Maurice Slim, instó a la comunidad internacional y a las Naciones Unidas a “actuar a la prontitud posible, para evitar cualquier deterioro de la situación relacionada con la seguridad en el sur del Líbano, hecho que tendría repercusiones en la estabilidad de toda la región”, y señaló que “las acciones que adopta “Israel” en la zona en disputa constituyen un desafío y una provocación para el Líbano, intentando con ello crear un hecho consumado y frustrando de esa manera los esfuerzos para reanudar las negociaciones sobre la demarcación de las fronteras marítimas”.