El asedio de Kaliningrado... ¿Separaría Rusia a los estados del báltico de Polonia?
La similitud entre Ucrania y Kaliningrado con respecto a lo que Rusia percibe como una agresión que exigiría una intervención con todos los medios disponibles.
Para que más de un sitio web oficial ruso comente de manera seria y con ahínco y casi al unísono, un tema específico, este tema se podría considerar un asunto importante que merece una cuidadosa consideración, más cuando se hace a la luz de una movilización militar, política, diplomática y económica sin precedentes que Rusia lleva a cabo en la actualidad, en el contexto de la guerra en Ucrania y sus amplias repercusiones a nivel internacional; se trata de un hecho acaecido recientemente, más bien en las últimas horas, relacionado con la decisión de Lituania de impedir el tránsito de mercancías sujetas a sanciones de la Unión Europea, desde territorio ruso a la región de Kaliningrado; el enclave ruso situado en el mar Báltico, al que llegan mercancías rusas por medio del ferrocarril a través de Bielorrusia, concretamente a través del cruce conocido como “Swalki”, que forma a grandes rasgos la línea fronteriza entre Lituania y Polonia, y su longitud es de unos 104 km, uniendo Bielorrusia con Kaliningrado.
Primero: El portavoz de la presidencia rusa, Dmitry Peskov, declaró que “la decisión de Lituania de detener el tránsito de mercancías hacia la provincia de Kaliningrado no tiene precedentes y es una violación de todo; entendemos que este asunto está relacionado con una decisión adoptada por la Unión Europea en cuanto a incluir el transporte entre las sanciones, pero lo consideramos ilegal, y crea una un precedente muy peligroso que requiere de un análisis muy profundo, y antes de formular cualquier posición o adoptar cualquier decisión y medida, vamos a realizar un análisis en profundidad en los próximos días”.
Segundo: El presidente del Comité para la Protección de la Soberanía del Estado en el Consejo de la Federación Rusa, Andrei Klimov, dijo que la OTAN inicia un asedio a una de las entidades rusas, utilizando para ello a Lituania, “lo cual se considera una agresión directa contra Rusia, obligándola a recurrir a la legítima defensa, en caso de que la Unión Europea no corrija inmediatamente esta medida insolente adoptada por Vilnius (la capital de Lituania) ignorando la legalidad de todos los documentos de membresía de Lituania a la Unión Europea; nos sentiríamos libres de decidir sobre el problema que ha causado Lituania al imponer un bloqueo del transporte hacia Kaliningrado, adoptando de nuestra parte cualquier medida al respecto”.
Tercero: El ministerio de Exteriores de Rusia informó que había citado a la Encargada de Negocios de Lituania en Moscú, Virginia Ombrasini, y le entregó una enérgica nota de protesta, a raíz de la prohibición del paso de mercancía hacia el distrito de Kaliningrado sin notificar a la parte rusa; el comunicado del ministerio de Exteriores indicó que Rusia “considera que las acciones provocativas de la parte lituana, violan las obligaciones legales internacionales de Lituania, entre las que figuran la declaración conjunta entre Rusia y la Unión Europea sobre el tránsito entre la región de Kaliningrado y el resto de Rusia, suscrita en 2002, y considera lo sucedido una medida hostil”.
Lo delicado del tema hoy sobre el asedio de Kaliningrado por parte de Lituania, es que los hechos que lo rodean y las declaraciones que tratan sobre el mismo, especialmente de parte de los funcionarios rusos y de los sitios web rusos mencionados anteriormente, nos traen a la mente las circunstancias que precedieron el inicio de la operación militar rusa en Ucrania, semejándose los hechos que Rusia percibe como una agresión que exige una intervención utilizando todos los medios disponibles; Rusia considera que el bloqueo de Kaliningrado, el enclave ruso en el Báltico, es un ataque directo a su soberanía; más bien va mucho más allá del hecho de atentar en contra de su soberanía, o de atentar en contra del derecho internacional, lo considera un ataque contra de Rusia y sus intereses; y al igual que cuando decidió intervenir para proteger a los habitantes de las Repúblicas de Donbass (Lugansk y Donetsk) justificando las operaciones militares en Ucrania, pasaría por alto muchas de las restricciones internacionales.
Todos estos hechos nos hacen concluir hoy que Rusia no está lejos de aplicar todas las medidas necesarias para evitar a toda costa el asedio de su provincia ubicada en las costas del báltico (Kaliningrado), la pregunta sería ¿Qué naturaleza tendrían estas acciones rusas?
La acción militar podría ser la primera opción entre estas medidas, primero en comparación con los hechos que condujeron a su operación militar en Ucrania, y segundo en vista de lo que podría ofrecer esa opción de puntos positivos en todos los niveles el militar, el estratégico y el económico; entonces las interrogantes serian ¿adoptaría Rusia la opción militar? ¿Cómo podría implementar este operativo sobre el terreno? ¿Cuáles serían las dificultades y repercusiones?
Desde un punto de vista militar, y para romper el cerco impuesto a Kaliningrado, Rusia debe controlar militarmente el paso fronterizo terrestre entre Polonia, Lituania, Kaliningrado y Bielorrusia, para ello también necesitaría de la aprobación de esta última, y después del inicio de la guerra en Ucrania, Bielorrusia, ha expresado en más de una ocasión a través de su presidente Lukashenko, que está dispuesta a tomar todas las medidas necesarias con el fin de evitar que Rusia sea sitiada o atacada; y por supuesto, su consentimiento para el uso de su territorio por parte de las unidades rusas estaría entre estas medidas y esta disposición; por otro lado, si Bielorrusia ve esto como un problema para ella en la actualidad con la Unión Europea y con la OTAN, las unidades especiales rusas tienen la capacidad de realizar una serie de acciones militares interconectadas, y podrían controlar el citado corredor, a través de sus fuerzas aerotransportadas o por medio de sus unidades partiendo de territorio de Kaliningrado.
Por supuesto, en términos de la capacidad de Lituania para evitar que las unidades rusas lleven a cabo esta operación, de hecho Lituania no tendría la capacidad de evitarla; la dificultad de esto radica solo en la respuesta de la OTAN, ya que Lituania es miembro de la mencionada alianza, y la intervención de esta última queda cubierta militarmente por el artículo cinco, que obliga a los países de la alianza a ayudar a todos los países que son atacados, lo que crearía un enfrentamiento directo entre la OTAN y Rusia.
Desde un punto de vista legal, en el que se basaría Moscú para llevar a cabo dicha operación, esto fue aclarado por el presidente del Concejo de la Federación Rusa (Senado) Konstantin Kosachev quien señaló, que Lituania viola una serie de leyes internacionales en su bloqueo a la provincia rusa de Kaliningrado, y esta acción afecta las obligaciones de la Unión Europea en su conjunto, señalando que el “Acuerdo de Asociación y Cooperación” suscrito entre Rusia y la Unión Europea, el 24 de junio de 1994, sigue vigente, y este acuerdo impide que se imponga un bloqueo a Kaliningrado, considerando esto como un acto hostil, además de que Lituania viola uno de los principios básicos de la Organización Mundial del Comercio.
Partiendo de todos estos datos geográficos, militares y legales, y con el fin de que Rusia, al llevar a cabo esta operación, pueda conectar su territorio con Kaliningrado su provincia en el Báltico, con el apoyo de su único aliado en esa región, Bielorrusia y a sabiendas de que por medio de esa operación aislaría a los tres estados bálticos del norte, también pertenecientes a la OTAN (Lituania, Letonia y Estonia), de los otros países de la OTAN en el este de Europa como lo son Polonia, Rumanía, Eslovaquia, Hungría, además de Alemania, y dada la importancia estratégica que tendría esto para Rusia, a la luz de su enfrentamiento con la OTAN, y en particular en la zona del Báltico y en dirección de Finlandia y Suecia… y al estar Rusia segura que la decisión tomada por Lituania está lejos de ser propia, sino más bien es una decisión de la OTAN, y quizás de parte de Washington en particular, esto sería un gran reto para Rusia y no le favorecería retroceder al respecto, por ello:
Si, con el consentimiento del Atlántico, por supuesto, Lituania no se apresura a revertir la decisión de asediar Kaliningrado, entonces es probable que Rusia emprenda una acción militar y controle el corredor terrestre que une Bielorrusia con Kaliningrado, en el frontera entre Lituania y Polonia, estando ese corredor ubicado en su totalidad dentro del territorio de Lituania; y con el fin de evitar una confrontación directa con la OTAN, se considere que el asedio a Kaliningrado, sea un acto únicamente lituano, y que la acción rusa sea considerada una respuesta a una agresión directa de parte de Lituania.