Ocho años del Decreto Obama contra Venezuela y a mil días del secuestro del diplomático Alex Saab
La autora detalla los pormenores de la detención de Alex Saab y la persecución contra él y el gobierno y pueblo venezolanos.
Hoy, 9 de marzo, coinciden dos eventos con gran impacto en Venezuela, ocho años de la firma de la Orden Ejecutiva en la que se declara a Venezuela una amenaza "inusual y extraordinaria" a la seguridad de Estados Unidos, dando con ello las bases jurídicas para las medidas tomadas por Estados Unidos contra ese país, dirigidas a asfixiar su economía y derrocar a la Revolución Bolivariana.
Otro evento, que es consecuencia de ese Decreto, son los mil días transcurridos desde el secuestro del diplomático venezolano Alex Saab, quien hoy se encuentra de manera ilegal y política en una cárcel en el territorio de Estados Unidos.
Sin el decreto Obama hubiera sido difícil ejecutar las acciones contra Venezuela de la magnitud con que se hizo y en tan poco tiempo. A partir de ese momento hasta hoy, se contabilizan 929 medidas coercitivas unilaterales contra Venezuela y una pérdida de superan los 230 mil millones de dólares, todo con el fin de afectar la vida del pueblo venezolano, que desde el inicio de la Revolución había logrado un nivel de vida que le permitió avanzar en el camino del desarrollo integral y sostenido.
Dichas medidas coercitivas por parte de Estados Unidos pretendieron complementarse con el reconocimiento de un gobierno paralelo, intento de intervención, golpes a los servicios básicos del pueblo venezolano, intentos de magnicidio y también con el secuestro de su funcionario Alex Saab.
Alex Saab fue designado un 9 de abril de 2018 como enviado especial de la República Bolivariana de Venezuela para asuntos humanitarios con tareas específicas en la República Islámica de Irán, momento en que Estados Unidos y Venezuela aún mantenían relaciones diplomáticas. Ahora, en el mes de enero del año siguiente -2019- Venezuela y Estados Unidos rompen relaciones diplomáticas, con el intento de Estados Unidos de imponer un gobierno paralelo, con el Diputado Juan Guaidó a la cabeza. Pero en julio de ese año Estados Unidos inicia la persecución contra Alex Saab y lo sanciona a través de la OFAC.
Estados Unidos también activa una agresión nunca antes vista contra Venezuela, ejecutando lo que meses antes asomaba William Brownfield, exembajador de Estados Unidos en Venezuela, quien dijo “debemos acelerar el colapso en Venezuela, aunque produzca un periodo de sufrimiento mayor para el pueblo” con sanciones a la industria petrolera venezolana.
Para Estados Unidos las sanciones a la industria petrolera venezolana eran neurálgicas para el cumplimiento de los objetivos políticos planteados, ya que con ello no solo se impedía la salida de petróleo de Venezuela y en consecuencia la paralización de dicha industria, sino que también se paralizaba la llegada de productos de primera necesidad para el pueblo venezolano que se compraban con ese petróleo.
Lo cierto es que hubo un golpe fuerte contra los venezolanos, pero los alimentos, medicamentos y combustibles seguían llegando a Venezuela, aunque no con la misma afluencia. En ese momento Estados Unidos ubica a Alex Saab como aquel que estaba logrando romper el bloqueo contra el país que se encontraba en el centro de la política estadounidense.
La confesión sobre esto lo relata el exsecretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper quien en su libro Un Juramento Sagrado publicado en 2022 expresa: “Bajo la dirección de Maduro, Saab habría estado en Misión Especial para negociar un acuerdo con Irán para que Venezuela reciba más combustible, alimentos y suministros médicos. Saab era el hombre de confianza de Maduro cuando se trataba de elaborar los acuerdos económicos y otras transacciones que mantenían al régimen a flote.” “…el acceso a él (Saab) podría ayudar a explicar cómo funcionaban Maduro y su régimen. Era importante conseguir detenerlo. Esto podría proporcionar una verdadera hoja de ruta para que el gobierno de EE..UU desentrañe los planes ilícitos del gobierno venezolano y llevarlos a la justicia”. Realmente en este libro Esper nos proporciona el perverso plan armado para el secuestro del diplomático que mantenía el ingreso de productos de primera necesidad en Venezuela.
Un 12 de junio de 2020, mientras Alex Saab viajaba a Irán para ejecutar una nueva Misión Diplomática, es detenido en Cabo Verde a solicitud de Estados Unidos pero en condiciones irregulares, es decir, sin una orden de aprehensión y sin la notificación de Alerta Roja. Posteriormente, pasado más de un año, el 16 de octubre de 2021, y a pesar de las decisiones de organismos y Tribunales internacionales para que sea liberado y no sea extraditado, Alex Saab fue extraído al territorio de Estados Unidos, donde se le desconoce su inmunidad diplomática.
Ahora bien, considerando lo dicho por Esper y todas las pruebas que vamos a presentarles, un juez de la Florida-Estados Unidos, que llevó el juicio sobre la inmunidad diplomática del enviado especial de Venezuela Alex Saab, dijo que los documentos que confirman la inmunidad de Saab parecen fraudulentos. Juzguen ustedes mismos:
Antes de la partida del enviado especial Saab a Irán en su tercera misión el 12 de junio de 2020, el gobierno de EE. UU. tenía información detallada de sus actividades diplomáticas en nombre de Venezuela negociando el comercio de los recursos primarios de la nación caribeña, por bienes necesarios para el pueblo venezolano. En particular, el gobierno de los Estados Unidos reveló que era consciente de que el Enviado Especial Alex Saab estaba involucrado en la refinación de oro venezolano y el uso de ese oro para comprar bienes, y que había visitado una mina de oro en Venezuela con una "delegación iraní".
El 11 de junio de 2020, el entonces representante especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams, señaló en un correo electrónico a Brian Hook, representante especial del departamento de Estado para Irán, le comunicó que el entonces secretario de Estado Mike Pompeo quería "hablar sobre Alex Saab, que está negociando los acuerdos Irán-Venezuela." Esta referencia confirma el hecho de que altos funcionarios del departamento de Justicia y del departamento de Estado estaban al tanto de que el enviado especial Saab estaba negociando un acuerdo entre Irán y Venezuela.
Por otra parte, como lo demuestra un correo electrónico del 14 de junio de 2020, enviado por el entonces representante especial de Estados Unidos para Irán y Venezuela, Elliot Abrams, al Fiscal General Adjunto, Bruce Swartz, donde transmitió los sentimientos del Secretario de Estado Pompeo con respecto al estatus diplomático del enviado especial Saab. El Secretario Pompeo sugirió argumentos que podrían ser empleados para refutar el estatus diplomático del enviado especial Saab, citando la ilegitimidad del pasaporte ya que fue otorgado "por criminales, no por el presidente Guaidó" y afirmando que el enviado especial Saab no estaba acreditado en Cabo Verde ni en misión diplomática. Por lo tanto, es innegable que las credenciales diplomáticas del enviado especial Saab habían sido reconocidas por el gobierno estadounidense.
Otra prueba que reafirma el pleno conocimiento que en Estados Unidos estaban claros que Alex se encontraba en una misión diplomática es el libro recientemente publicado por el exsecretario de Estado de Trump, Mike Pompeo, "Nunca ceder un chance ", en el que reconoce el papel de Saab: "... los especialistas tuvieron la oportunidad de atrapar a Alex Saab... mientras estaba en una misión para arreglar un intercambio de oro venezolano por petróleo iraní..."
A pesar de todo esto, el juez del tribunal del Distrito Sur de Florida, Robert Scola tuvo un sobre cumplimiento- como es usual cuando se trata de Venezuela-, porque a pesar que todo señala que efectivamente Alex Saab era un diplomático, que fue detenido cuando estaba cumpliendo una misión, el juez se atrevió a decir que las pruebas presentadas por la defensa parecen fraudulentas, y concluyó expresando que como Estados Unidos no reconoce al Gobierno del presidente de Venezuela Nicolás Maduro, entonces no reconoce a sus diplomáticos.
Esta conclusión es totalmente improcedente, ya que Estados Unidos ya venía desempeñando una práctica con aquellos diplomáticos cuyos gobiernos no reconoce. Ejemplo de ello lo vemos en el “Acuerdo entre la Organización de las Naciones Unidas y los Estados Unidos de América relativo a la sede de las Naciones Unidas” de 1946, en este Acuerdo en su Artículo V, Sección 15 dice: que todo personal designado por un Estado miembro de las Naciones Unidas “… disfrutarán en el territorio de los Estados Unidos, tanto residan dentro como fuera del distrito de la sede, de las prerrogativas e inmunidades que el Gobierno de los Estados Unidos confiere a los enviados diplomáticos acreditados ante el,... Cuando se trate de miembros cuyos gobiernos no están reconocidos por los Estados Unidos de América, esas prerrogativas e inmunidades habrán de hacerse extensivas a dichos representantes o a las personas de su personal...”.
La claridad del Artículo en el acuerdo nos muestra nuevamente la ilegalidad ejecutada por parte de los funcionarios estadounidenses, ya que ha sido la práctica de los Estados Unidos de América cuando no reconoce un gobierno en específico, conferir la extensión del disfrute de las prerrogativas e inmunidades a sus funcionarios, tal como se les confiere a los representantes de un gobierno que sí reconoce. Por lo tanto, el deber de las autoridades estadounidenses era el de mantener dicha práctica, ya que no puede estar sometida a un doble estándar internacional y debe ser un accionar general y no selectivo.
El pueblo venezolano aún sigue siendo víctima del inhumano bloqueo impuesto por Estados Unidos que no ha variado con la llegada al poder del presidente de Estados Unidos, Joe Biden. El bloqueo ha causado grandes daños a la nación y al pueblo directamente, pero a pesar de ello, el pueblo bolivariano se mantiene firme en su determinación de seguir el camino político y soberano que se han planteado, resistiendo y buscando solución a sus problemas sin ceder a la extorsión por parte de Estados Unidos, así mismo ha ocurrido con el diplomático venezolano, quien a pesar de haber sido torturado y sigue siendo torturado por las autoridades de Estados Unidos, no ha cedido al intento para que el mismo declare contra su patria.
Ya son mil días desde el secuestro del diplomático venezolano Alex Saab, y el pueblo venezolano sigue clamando por su liberación. Estados Unidos irresponsablemente lo mantiene tras las rejas a pesar del daño que le ha causado a su imagen internacional y a pesar de las presiones internas que tiene para que incluso sea utilizado como ficha de intercambio con presos estadounidenses en Venezuela.
Alex Saab debe estar libre de manera inmediata, el Gobierno de Estados Unidos y sus instituciones deben respetar el derecho internacional, incluso sus leyes internas que le impiden a sus autoridades actuar de la forma que lo hacen.