Níger: otro golpe nacionalista amenaza al imperialismo en África Occidental
En su artículo exclusivo para Al Mayadeen English, el autor señala que varios grupos sobre el terreno en África Occidental se oponen a la idea de una intervención militar de Francia, la OTAN o los imperialistas estadounidenses.
Con el golpe de Estado del 26 de julio en Níger, que derrocó al presidente prooccidental Mohamed Bazoum, la región del Sahel parece golpeada de nuevo por la inseguridad. Sin embargo, el hecho de que ésta sea una época de inseguridad no impide que dicha inseguridad sea también una fuerza de cambio en la región. Aunque todavía es muy pronto, los indicios apuntan a que este golpe está dirigido por elementos del ejército que comparten cierto sentimiento nacionalista y panafricanista con los líderes de Malí y Burkina Faso. Esto plantea cuestiones fascinantes, muy poco discutidas en Occidente; en estos países, ¿cuál es la relación del ejército y la nación? ¿Habrá una intervención abierta francesa, europea o estadounidense para proteger los flujos de uranio de Níger a Europa? En efecto, Níger produce el 15 por ciento del uranio de Francia y cerca del 20 por ciento del uranio de Europa.
Actualmente, desde París llegan mensajes contradictorios. El Gobierno de Macron ha afirmado que los intereses franceses de uranio en Níger están totalmente a salvo porque una de las minas clave está gestionada por Orano, la empresa estatal francesa de uranio. Aunque se afirma que Francia no depende de ningún proveedor de uranio, y tiene reservas para cubrir dos años si el uranio de Níger deja de fluir a París, la cuestión del suministro energético toca un tema sensible para muchos europeos: comprar a Rusia y eludir las sanciones.
En la actualidad, no hay sanciones sobre los suministros rusos de uranio, pero a medida que la situación en Ucrania divide cada vez más a Europa, este tipo de sanciones podrían estar sobre la mesa. En la era de la globalización capitalista, los conflictos regionales tienden a ser más que la suma de las partes que los componen.
Varios grupos sobre el terreno en África Occidental se oponen a la idea de una intervención militar por parte de Francia, la OTAN o los imperialistas estadounidenses. La Organización de los Pueblos de África Occidental hizo pública ayer una declaración, en colaboración con el Movimiento Socialista de Ghana y el Partido Comunista de Benin, en la que denuncia los designios imperialistas en la región. En la declaración, se expresa en términos inequívocos que cualquier intervención militar en Níger podría desencadenar una serie de sub-conflictos a nivel regional, y agravar el ya frágil estado de cosas en el Sahel. La declaración fue publicada en respuesta a una reunión de los jefes de la CEDEAO, que declararon en términos inequívocos que a menos que el lacayo imperialista Mohamed Bazoum sea restituido antes del 6 de agosto, que una fuerza militar debe ser desplegada en Níger para forzar esta restitución. Como afirma la WAPO, "esta decisión de los Jefes de Estado de la CEDEAO no es más que una maniobra de la Francia colonial y de Gran Bretaña, bajo la hegemonía del imperialismo norteamericano, para recurrir a una intervención armada con el pretexto de restaurar la democracia y los derechos humanos en Níger". La declaración continúa planteando una serie de preguntas importantes sobre la posibilidad y las consecuencias de esta posible intervención militar; "¿cómo se gestionará la pesadilla logística sin recurrir a las fuerzas negativas de nuestros esclavistas y explotadores?". De hecho, la idea de una intervención militar en nombre de la CEDEAO parece totalmente inviable, y exigiría un aumento de los impuestos en toda la comunidad de Estados de África Occidental, lo que supone esencialmente un aumento de la inmiseración de los pueblos ya oprimidos de la región. Este deseo de una intervención militar rápida y decisiva en Níger también plantea la pregunta, ¿qué intereses tienen los imperialistas estadounidenses en Níger?
Según el ejército estadounidense, su base de aviones no tripulados en Níger, conocida simplemente como "Base Aérea Nigerina 201", es una pieza crítica de infraestructura para las operaciones de inteligencia y de aviones no tripulados contra el Daesh en el norte y oeste de África. Según Task & Purpose -una publicación en línea que sigue de cerca la industria militar y de defensa estadounidense- las principales preocupaciones de Estados Unidos en el Sahel son dos: en primer lugar, sin la base aérea nigerina, han perdido "ojos y oídos" para vigilar al JNIM (la filial de Daesh/Al Qaeda en la región) y, en segundo lugar, el ejército estadounidense teme que con la retirada francesa de la región y una serie de golpes nacionalistas, grupos como Wagner intervengan para llenar el vacío de seguridad. En relación con el primer punto, el historial de colaboración de los militares estadounidenses con las filiales de Al Qaeda en Siria demuestra hasta qué punto tienen cara de Jano. En cuanto al segundo punto, la honestidad es refrescante; la obstinada negativa de Rusia a someterse al dictado de la OTAN en Ucrania, junto con su creciente influencia en África Occidental, es la verdadera razón por la que EE.UU. se apresuró a emitir una declaración condenando el golpe y elogiando a su lacayo, Mohamed Bazoum.
Aunque aún es pronto para saber qué ocurrirá, sí parece que los elementos del ejército de Níger que participaron en el derrocamiento del régimen de Bazoum son elementos que comparten cierto sentimiento panafricano y nacionalista muy parecido al de Malí y Burkina Faso. Actualmente, en Niamey, la capital, los militares y grupos de la sociedad civil como el M62 están tomando las calles para defender la nación de los enemigos internos y externos. Malí, Burkina Faso y Níger comparten frontera, y con sus nuevos gobiernos, además de una aparente nueva vocación nacional, veremos cómo estas nuevas fuerzas configuran las relaciones a nivel regional y mundial. La soberanía de Níger debe ser defendida por todos los antiimperialistas del mundo, y es de esperar que pronto podamos ver un África Occidental libre de todos los lacayos imperialistas y de sus designios de mantener el control sobre sus pueblos.