Las relaciones turco-israelíes... ¿Qué tienen que ver los neoconservadores?
Erdogan está vinculado orgánicamente a los neoconservadores de Estados Unidos y a "Israel", lo que hace que sus intereses estén entrelazados con las visiones geopolíticas israelíes en el Levante árabe.
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Las relaciones turco-israelíes... ¿Qué tienen que ver los neoconservadores?
Mientras "Israel" continúa su agresión contra el pueblo palestino, el papel del presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, sigue siendo ambiguo.
Esto ocurre a pesar de que el movimiento de resistencia palestina, Hamas, que actualmente lidera el conflicto contra "Israel", pertenece a la organización de los Hermanos Musulmanes y recibe apoyo tanto de Qatar como de Turquía, considerados los principales patrocinadores de la organización a nivel mundial.
A pesar de las declaraciones verbales de alto calibre del presidente turco contra "Israel", la realidad refleja la profundidad de la relación entre Turquía y la entidad sionista.
Esto no se limita a las relaciones económicas, ya que Turquía se convirtió en el principal proveedor de bienes y mercancías para "Tel Aviv" en medio del bloqueo marítimo impuesto por Yemen al paso de mercancías israelíes o aquellas destinadas a los puertos sionistas en Bab el-Mandeb.
Por lo tanto, para sondear la verdadera postura del presidente turco, más allá de las consignas populistas que emite, es necesario volver a las raíces de las que partió y a las alianzas y redes de intereses que apoyaron su llegada al poder en 2002.
Las circunstancias de la llegada de Erdoğan al poder
En 2001, el líder islamista turco Necmettin Erbakan se preparaba para regresar a la vida política tras una prohibición impuesta por el "Estado profundo" en Turquía, después de haber sido forzado a dimitir como primer ministro en febrero de 1997.
La razón por la que el ejército turco exigió su dimisión en ese momento se debió a una decisión estadounidense de derrocar a Erbakan por su intento de establecer una "alianza islámica" formada por países árabes e islámicos y su búsqueda de independencia de la hegemonía estadounidense y occidental.
Este tipo de islam político no encajaba con la agenda estadounidense, especialmente la liderada por los neoconservadores en la región de Medio Oriente, que estaba a punto de entrar en una fase de remodelación según un nuevo mapa geopolítico con el inicio del nuevo milenio.
Por ello, mientras Erbakan se preparaba para lanzar el Partido de la Felicidad (Saadet Partisi), que se suponía que reemplazaría al disuelto Partido del Bienestar (Refah Partisi), tres de sus colaboradores, Abdullah Gül, Bülent Arınç y Recep Tayyip Erdoğan, se escindieron por instigación de británicos y estadounidenses para fundar el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP). Esto supuso una gran puñalada para Erbakan, quien hasta su muerte repitió que "esos hijos de perra me robaron el partido".
Con la llegada de George W. Bush al poder en Estados Unidos en 2001, se comenzó a preparar a Turquía para un nuevo papel en Medio Oriente. Ankara debía dar la espalda a Europa y volcarse en desempeñar un papel hegemónico en la región, específicamente en el mundo árabe, por instigación de los neoconservadores.
Para garantizar la lealtad de Erdoğan al proyecto, se organizó una visita secreta a Washington antes de permitirle regresar a la vida política, justo antes de asumir el cargo de primer ministro en 2002.
Durante esta visita, se reunió con varios neoconservadores que controlaban los resortes del poder en Washington tras los atentados del 11 de septiembre, entre los que destacaban Richard Perle y David Armitage, entre otros.
En estas reuniones, Erdoğan presentó su proyecto político y económico, afirmando el compromiso de Turquía con la estabilidad regional, la apertura de su economía a las inversiones extranjeras occidentales y el fortalecimiento de sus relaciones con "Israel", a cambio de recibir apoyo económico y político de Estados Unidos y sus aliados.
Esto encajaba perfectamente en el plan israelí para Medio Oriente, que incluía un papel central para "Israel" en colaboración con Turquía y Etiopía, en el marco de la estrategia que el fundador de la entidad sionista, David Ben-Gurion, había diseñado en la década de 1950, conocida como la "Alianza de la Periferia" contra los estados árabes, principalmente los del Levante, como Egipto, Siria e Irak, que se suponía que serían divididos según el plan de Oded Yinon.
Reestructuración política y económica de Turquía
Para que Erdoğan pudiera desempeñar el papel que se le había asignado, tuvo que adoptar un discurso islamista que le sirviera de puente hacia el mundo árabe.
El consejo le llegó de los neoconservadores, encabezados por su filósofo Bernard Lewis, especialista en historia otomana, quien le sugirió adoptar el lema del "neo-otomanismo" para apelar a los sentimientos de muchos en el mundo árabe que aún veían con buenos ojos el legado otomano.
En consecuencia, Erdoğan tuvo que atacar la ideología secular en Turquía, adoptar un discurso islamista y reestructurar el tejido político y económico del país para poder socavar los pilares de la república laica fundada por Mustafa Kemal Atatürk.
En este contexto, las políticas de privatización que adoptó le brindaron la oportunidad de liquidar el sector público, que constituía el pilar económico del ejército y la burocracia turca, lo que debilitó la base política de la república.
Un gran número de nuevos empresarios que apoyaron a Erdoğan en su ascenso al poder se beneficiaron de ello, encabezados por su principal financista, Remzi Gür, quien "gastaba en él y en sus hijos".
Erdoğan y el AKP llegaron al poder tras una "conspiración financiera" que estalló en la cara del ex primer ministro Bülent Ecevit, conocido por su integridad y rectitud, en una repetición de la crisis financiera que golpeó a Líbano en 1992 y que allanó el camino para la llegada de Rafic Hariri al poder.
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Cabe destacar que, de no ser por esta crisis económica y por el fuerte apoyo que el AKP recibió de la clase empresarial, no habría podido llegar al poder. Estos empresarios constituyeron la columna vertebral de la financiación política y las redes económicas del partido.
Principales empresarios que apoyan al AKP
Entre los empresarios más destacados que apoyan a Erdoğan, a su familia y al AKP se encuentran: Remzi Gür, propietario de fábricas textiles, fue uno de los primeros en apoyar y financiar, cubriendo los gastos de su familia y la educación de sus hijos. También se encargó de abrir canales de comunicación con los lobbies occidentales e israelí en Estados Unidos.
Ahmet Çalık: Fundador del grupo energético Çalık Holding, desempeñó un papel crucial en la financiación de las campañas electorales de Erdoğan y su partido, y en conectarlo con los mercados energéticos y el sector de la construcción en Europa y Estados Unidos.
Mehmet Nazif Günal: Ocupa el tercer lugar en apoyo a Erdoğan. Es un importante contratista en el sector de infraestructuras y ayudó a ampliar la base de apoyo del AKP en las zonas industriales de Anatolia.
Hüsnü Özyeğin: Un importante financiero del sector bancario con fuertes conexiones con los mercados financieros europeos y estadounidenses.
Ethem Sancak: Industrial especializado en la industria pesada, especialmente acero y hierro, que desde el principio proporcionó apoyo logístico y mediático a Erdoğan.
İbrahim Tatlıses: Famoso en el ámbito artístico, contribuyó a promover la imagen de Erdoğan en los medios y a establecer amplias redes de contactos en los círculos mediáticos y artísticos.
Ali Ağaoğlu: Uno de los magnates del sector inmobiliario, ayudó a promocionar la imagen de Erdoğan como símbolo del desarrollo urbano y la modernización económica.
Ferit Şahenk: Propietario del Grupo Doğuş, conectó al AKP con una red de inversiones en medios y bancos multinacionales, expandiendo la influencia comercial turca hacia Occidente.
Aydın Doğan: Contribuyó proporcionando plataformas mediáticas para promover las políticas del partido, aunque posteriormente tuvo desavenencias con Erdoğan.
Tuncay Özilhan: Presidente del Grupo Anadolu, estableció relaciones con empresas occidentales para facilitar la financiación de grandes proyectos en Turquía y apoyar económicamente a Erdoğan.
Mehmet Ali Yalçındağ: Figura influyente en el ámbito de los medios, contribuyó a forjar la imagen de Erdoğan en la escena internacional.
Reza Zarrab: Comerciante de metales que actuó como enlace entre empresas turcas e israelíes.
Halit Nazlı: Inversor en el sector del transporte marítimo con asociaciones con empresas israelíes, desempeñó un papel clave en el fortalecimiento de las relaciones turco-israelíes. Actualmente posee importantes inversiones en la modernización del puerto de Haifa.
Mehmet Küçük: Tiene fuertes inversiones en empresas estadounidenses, especialmente aquellas de propiedad de sionistas estadounidenses, y ayudó a fortalecer la relación de la economía turca con las empresas globales.
Mustafa Latif Topbaş: Socio principal del grupo comercial "BİM", ayudó a fortalecer las relaciones de Erdoğan con las empresas de bienes de consumo.
Nihat Özdemir: Uno de los principales empresarios del sector energético, contribuyó a conectar a Turquía con empresas tecnológicas israelíes.
Además, otros empresarios desempeñaron papeles destacados en el fortalecimiento del control de Erdoğan sobre la economía turca y, por ende, sobre el poder:
Mehmet Şimşek: Contribuyó a diseñar la política fiscal del AKP tras su llegada al poder.
İbrahim Şahin: Inversor en transporte y logística, apoyó grandes proyectos de infraestructura en Turquía.
Mehmet Cengiz: Inversor en construcción e infraestructuras, participó en los proyectos estratégicos del partido, especialmente en las grandes ciudades.
Vínculo orgánico con Estados Unidos e "Israel"
Esta red de empresarios contribuyó a fortalecer las relaciones económicas de Turquía con "Israel", especialmente en los campos de la tecnología, la agricultura y la industria de defensa, y también aumentó la dependencia de la economía de Estados Unidos.
El apoyo de Washington condujo a una mayor integración de la economía turca en el sistema neoliberal global, abriendo la puerta a privatizaciones masivas e inversiones gigantescas en infraestructuras, energía y banca.
Estos veinte empresarios se beneficiaron de estas políticas para expandir su influencia interna e internacional, y la vincularon directamente con los mercados estadounidenses y europeos.
En consecuencia, la permanencia de Erdoğan en el poder pasó a depender de una alianza de empresarios turcos vinculados orgánicamente a intereses con "Israel" y Estados Unidos, con los neoconservadores en Washington y con las grandes corporaciones económicas de "Israel".
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Por lo tanto, Erdoğan, independientemente del discurso ideológico islamista que adopta, está orgánicamente ligado a los neoconservadores de Estados Unidos y a "Israel", lo que hace que sus intereses estén alineados con las concepciones geopolíticas israelíes para el Levante árabe.
Su postura en Siria, donde colaboró con "Israel" para derrocar el régimen del presidente Bashar al-Assad, podría ser una de las pruebas de la coincidencia entre él y las visiones geopolíticas israelíes