Escribo mientras vemos las noticias de combatientes palestinos de la asediada y hambrienta franja de Gaza que han tomado las iniciativas de las incursiones diarias israelíes en campos y ciudades palestinas asesinando a civiles. Antes del lanzamiento de la Operación Al Aqsa Flood, los asesinatos israelíes este año han alcanzado a más de 250 palestinos, entre ellos 47 niños. Esto se suma a la profanación de lugares sagrados musulmanes y cristianos en Jerusalén y otras comunidades palestinas ocupadas.

Gaza soporta un duro bloqueo económico desde hace más de 18 años. Los palestinos son linchados a manos de los colonizadores ilegales ultrajudíos en ciudades como Hawara y Hebrón. La quema de coches, casas y negocios palestinos, bajo la protección oficial del ejército de ocupación israelí y el apoyo directo de los ministros racistas israelíes, se ha convertido en un hecho cotidiano. 

Además, más de cinco mil palestinos siguen languideciendo en las cárceles israelíes. El gobierno racista israelí ha introducido nuevas y duras medidas, como el aislamiento prolongado, el contacto limitado con la familia, el acceso restringido a tratamiento médico, etc. Esto ni siquiera tiene en cuenta a las mil 200 personas recluidas en régimen de detención administrativa, es decir, encarceladas sin cargos.

El silencio de la comunidad internacional ha concedido impunidad a "Israel" y ha perpetuado la normalización de la ocupación del apartheid israelí, imponiendo un modo de vida que los palestinos se ven obligados a soportar y tolerar.

Estos antecedentes preparan el terreno para que los palestinos, quizá por primera vez, arrebaten la iniciativa a las fuerzas de ocupación israelíes asaltando los puestos de reclusión que mantienen bloqueada Gaza, en la mayor prisión al aire libre del mundo desde hace casi dos décadas.

Teniendo esto en cuenta, es desalentador presenciar la cobertura sesgada de las cadenas de televisión estadounidenses y sus expertos unilaterales, haciendo que FOX, CNN y MSNBC sean indistinguibles en su manejo hipócrita de los acontecimientos de hoy, así como de los 75 años de ocupación israelí y el despojo de tierras palestinas.

Por desgracia, los medios de comunicación y los expertos políticos estadounidenses/occidentales no dudan en describir las represalias palestinas contra el bloqueo económico de Gaza, el asesinato de palestinos, la profanación de lugares sagrados, la construcción de colonias sólo para judíos en tierras ocupadas ilegalmente, como un mero ataque "terrorista", y a los prisioneros israelíes llevados a Gaza como "rehenes".  

Mientras tanto, el mismo complejo industrial mediático nunca atribuyó el término rehén a los palestinos, hombres, mujeres y niños sacados semidesnudos en mitad de la noche de sus dormitorios por el ejército israelí. Los expertos de CNN, FOX y MSNBC nunca llamaron rehenes a los mil 200 palestinos no acusados que permanecen detenidos indefinidamente (con una condena renovable de seis meses).

Este flagrante doble rasero se hace evidente al comparar la cobertura de Gaza con la de Ucrania. Si las torres residenciales y los hogares llenos de familias durmiendo fueran atacados en Kiev, en lugar de Gaza, sin duda seríamos testigos de titulares implacables, repeticiones a cámara lenta de las implosiones y escucharíamos sermones sobre la "brutalidad rusa" contra los civiles. Sin embargo, como ocurrió en Gaza, con víctimas palestinas en lugar de europeos blancos, y las armas que destruyeron las torres y las casas eran con toda probabilidad cohetes de fabricación estadounidense y no rusa, se acepta convenientemente como un "daño colateral" que los medios de comunicación occidentales ni reconocen ni discuten.

"Israel" había descrito sus incursiones diarias en los campos y ciudades de Cisjordania y las anteriores guerras contra Gaza como "cortar el césped". El césped palestino, sin embargo, se ha hecho más fuerte, resistiendo al cortacésped israelí y rechazando a sus agentes del césped de la Autoridad Palestina.

La amenaza del primer ministro israelí de una severa venganza no aporta nada nuevo, ya que la venganza ha sido parte integrante de la filosofía sionista. Los palestinos han experimentado trágicamente esta venganza en Deir Yassin y otras numerosas aldeas desconocidas en 1948, durante las masacres de los campos indefensos en Beirut en 1982, y en el continuo "corte de césped" en Gaza y Cisjordania.

Los palestinos son muy conscientes de que sus acciones contra los puestos de guardia israelíes de la mayor prisión al aire libre pueden tener un coste importante. Se enfrentan a la mayor tecnología con el sistema de armas más rudimentario. Los palestinos son conscientes de que no tienen rival para el poderío militar israelí, suministrado por Estados Unidos. Sin embargo, la última batalla también ha demostrado la incomparable valentía de los combatientes palestinos que fueron a la caza de los soldados israelíes escondidos dentro de los tanques militares más caros y sofisticados.