El espejismo del alto el fuego en Gaza y el garrote de la resistencia
Mientras Netanyahu retrasa la paz con un sinfín de condiciones, el apresurado impulso de alto al fuego de Biden solo le da a "Israel" más tiempo para evadir las inevitables represalias.
"Israel" escapó de una cierta represalia militar la semana pasada cuando Joe Biden llamó apresuradamente a iniciar una nueva ronda de negociaciones de alto al fuego, una estratagema destinada a prevenir posibles acciones por los ataques israelíes en Teherán, Yemen y Beirut.
Los palestinos han accedido previamente a múltiples propuestas de alto al fuego revisadas por parte de Estados Unidos. Cada vez, sin embargo, Benjamín Netanyahu añadió nuevas condiciones que obligaron a las negociaciones a volver al punto de partida.
El 31 de mayo, el presidente de Estados Unidos anunció lo que llamó una propuesta israelí integral, prometiendo una "hoja de ruta para un alto al fuego duradero y la liberación de todos los rehenes". Sin embargo, en menos de 24 horas, Netanyahu desestimó la propuesta de Biden como un "fracaso", insistiendo en que sus términos para poner fin a la guerra permanecen sin cambios.
A lo largo de su historia, "Israel" ha utilizado las interminables negociaciones como un amaranto de Sísifo. En 1992, Yitzhak Shamir le dijo al periódico israelí Maariv que su estrategia durante las conversaciones de Madrid fue negociar "durante 10 años, y mientras tanto, habríamos llegado a medio millón de personas (colonos israelíes ilegales) en Cisjordania".
Tres décadas después, ha aumentado la población en las colonias exclusivamente judías de Cisjordania mucho más de medio millón y sigue regateando sin final a la vista, sobre el Marco de Oslo de 1993. Hoy, podría haber otros 40 mil niños palestinos asesinados mientras "Israel" negocia el Marco de Biden sobre el alto al fuego en Gaza.
Esta no es la perspectiva de un crítico de "Israel", sino más bien la opinión del propio ministro de Seguridad de Netanyahu. Yoav Gallant habría dicho a los legisladores israelíes en una sesión informativa privada que las afirmaciones del primer ministro de una "victoria absoluta" en Gaza son "galimatías".
El exmiembro del gabinete de guerra, Benny Gantz, criticó la indecisión Netanyahu con respecto al alto al fuego y el intercambio de cautivos, instándolo a "ser valiente, por una vez". El jefe de su Shin Bet (equivalente israelí al FBI estadounidense) cuestionó el compromiso con la negociación del alto al fuego.
El propio equipo negociador de Netanyahu lo ha acusado de socavar las conversaciones. Según el Canal 12 de "Israel", una reciente reunión entre Netanyahu y su equipo se convirtió en una pelea a gritos, en la que Netanyahu los acusó de ser "débiles" que sirven a los intereses de la resistencia palestina.
La Administración Biden, por lo tanto, debería centrarse en mediar entre los israelíes para establecer una posición israelí definitiva, en lugar de permitir que Netanyahu pierda continuamente el tiempo introduciendo nuevas condiciones después de que los palestinos hayan aceptado una propuesta. Como dijo un funcionario israelí a AXIOS, "Netanyahu quiere un acuerdo que es imposible de conseguir".
El líder sionista Nahum Goldman dijo una vez: "La diplomacia en Medio Oriente es el arte de retrasar lo inevitable tanto como sea posible". El resultado de las reuniones de la semana pasada en Doha demostró una vez más, cómo "Israel" domina este arte. Para "Israel", la negociación es un fin en sí mismo, cada reunión se convierte en una nueva oportunidad para perder el tiempo y regatear para retrasar un acuerdo.
Tras la (fallida) conclusión de las conversaciones de Doha, la Casa Blanca anunció que se celebraría otra reunión en El Cairo antes de finales de la semana próxima. La oficina de Biden afirmó que "el camino ahora está establecido. . . (para) desescalar las tensiones regionales". En un movimiento probablemente diseñado por Washington, el primer ministro y el ministro de Relaciones Exteriores de Qatar mantuvieron una llamada telefónica con el canciller interino de Irán para discutir "la necesidad de calma y desescalada en la región".
Desde principios de este año, Qatar ha participado en más de ocho rondas de conversaciones sobre el alto al fuego en Doha, Roma, París y El Cairo. Sin embargo, esta fue la primera vez que el funcionario qatarí consideró necesario informar al ministro de Relaciones Exteriores en funciones de Irán sobre las conversaciones, lo que generó preguntas sobre el momento.
Pero, ¿por qué ahora?
Posiblemente porque Washington quiere transmitir un mensaje —aunque engañoso— a Irán sobre supuestos avances en las conversaciones, dejando colgada una semana más la ronda propuesta de negociaciones para retrasar una posible respuesta iraní.
En cuanto a las represalias, la amenaza contra "Israel" podría servir de garrote para mejorar la posición negociadora palestina. En realidad, intentar aplicar la lógica en esta situación solo envalentona a una persona irracional, como Netanyahu. Probablemente se está jactando ante sus socios gubernamentales de cómo fue más astuto que los EE. UU. y otros mientras hace alarde de su capacidad para "mover a los Estados Unidos muy fácilmente" al servicio de "Israel".
A decir verdad, la posición de Biden sobre el alto al fuego parece aún más sumisa a Netanyahu que la de los funcionarios del gobierno israelí. Podría ser que Netanyahu pueda alargar las negociaciones porque Biden parece sufrir una especie de síndrome de la víctima maltratada, constantemente dispuesto a adoptar la posición de Netanyahu incluso cuando está descontento con ella.
A pesar de estar descontento con las acciones israelíes en Teherán y Beirut por temor a que pudieran conducir a un conflicto mayor, sin embargo, recompensó al gobierno de Netanyahu con un paquete militar de $ 20 mil millones y apresuró buques de guerra, aviones de combate, sistemas de defensa aérea y submarinos estadounidenses a posicionarse para defender a "Israel" contra posibles represalias iraníes. Esto se sumó a los 14.000 millones de dólares en ayuda a principios de este año para reforzar la seguridad de "Israel" en una "guerra de múltiples frentes".
Tras el fracaso de las conversaciones de Doha, la afirmación de Biden de que el alto el fuego está "más cerca de lo que nunca hemos estado" es una pista falsa destinada únicamente a socavar las posibles represalias iraníes contra "Israel". La principal preocupación de Biden es evitar una guerra más amplia para proteger a "Israel", no un alto al fuego en Gaza.
Las negociaciones se han estancado durante once meses porque el enfoque de Biden está fundamentalmente sesgado al priorizar a los aproximadamente 100 cautivos israelíes (incluidos ciudadanos estadounidenses que se convirtieron en israelíes), sobre la vida de millones de palestinos. En tanto, Estados Unidos libra una guerra de poder contra Yemen por bloquear el transporte marítimo a un puerto israelí en el Mar Rojo, pero permite que "Israel" mate de hambre a 2,3 millones de palestinos imponiendo una barricada que corta todo el mar y la tierra y el acceso aéreo a Gaza.
Mientras el bienestar de 100 individuos israelíes esté por encima del de 2,3 millones de palestinos, Netanyahu seguirá explotando las negociaciones de alto al fuego como tapadera para la guerra. y la diplomacia de Biden sirvirá como el idiota útil de Netanyahu construyendo, junto a los estados árabes vasallos, un espejismo de esperanza para disuadir las represalias atrasadas contra "Israel".