¡Gracias, Hizbullah!
La posición humanitaria de Hizbullah estaba ligada a su postura práctica de resistencia, por lo que abrió un frente desde el norte de Palestina y mantuvo las puertas abiertas a todas las posibilidades en los próximos días, lo cual significa que superó en exclusiva las posiciones de los tímidos regímenes árabes y la posición hipócrita de Occidente al mismo tiempo.
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¡Gracias, Hizbullah!
El Secretario General de Hizbullah, Hassan Nasrallah, respondió el pasado viernes a preguntas que hasta ahora habían sido objeto de análisis, pero, de hecho, se basaban únicamente en especulaciones de sus autores.
No es un pequeño detalle que Nasrallah diga que la epopeya Diluvio de Al-Aqsa fue llevada a cabo por decisión palestina, y que Hizbullah no participó en ninguna planificación o ejecución, y además reconozca que la operación se llevó a cabo en total secreto y es una batalla palestina que no tiene nada que ver con ningún documento regional.
Este discurso pone las cosas en orden y da una respuesta a aquellos que se preguntaban si Hizbullah sabía lo que sucedió. Es también una respuesta a los que querían empequeñecer la operación y la causa palestina, y vincularlo a un proceso de normalización aquí o allá.
¿Quién dijo que la Franja, asediada desde hace 17 años, entra en los cálculos de quienes buscan la normalización? Después del discurso del Secretario General de Hizbullah, se puede decir ¡Gracias, Hizbullah!, en tres niveles.
A nivel internacional
La memoria humana a veces necesita eventos duros para reavivarla. Por ejemplo, la guerra ruso-ucraniana nos refrescó la memoria de que estamos frente a un Occidente racista que solo se preocupa por sus compatriotas y por quienes forman parte de su eje, y su eje es el que corre detrás de Estados Unidos.
De igual modo, la agresión israelí contra la Franja de Gaza, nos ha refrescado la memoria de que no sólo nos enfrentamos a un Occidente racista, sino también a un Occidente hipócrita, que a menudo utiliza las consignas de la humanidad y los derechos humanos para beneficio propio.
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Este Occidente permitió a Israel cometer crímenes de guerra durante más de 30 días bajo el pretexto de la "autodefensa", y no movió un dedo, a pesar de su conocimiento y visión de las masacres que se cometen a diario en Gaza, hasta que escuchamos nuevos términos que solo son adecuados para Gaza.
Por ejemplo, hoy circula la sigla WCNSF: wounded children no surviving family, que en inglés significa “niños heridos, pero sin familias”.
Sin embargo, ningún país "civilizado" ha expresado la necesidad de un alto el fuego inmediato por ellos. Al contrario: quieren que la tragedia continúe mediante frágiles treguas humanas temporales, como explicó descaradamente la revista estadounidense The Economist en un artículo titulado “¿Por qué Israel debe luchar?”
“Un alto el fuego es enemigo de la paz, porque permitiría a Hamas seguir gobernando Gaza, de mutuo acuerdo o por la fuerza, preservando al mismo tiempo la mayor parte de sus armas y combatientes; aunque el alto al fuego humanitario es el más fuerte, pero incluso esta opción implica una compensación, ya que las repetidas pausas aumentarían la probabilidad de supervivencia de Hamas”, concluyó la revista.
En ese contexto, muchos esperaban que Hizbullah declarara una guerra regional y expandiera aún más el área de la batalla, porque la había “expandido” desde el primer día; pero el secretario general Nasrallah dijo explícitamente que el objetivo era detener la agresión israelí contra la Franja de Gaza, en primer lugar, y la expansión de la guerra dependía de las decisiones estadounidense e israelí, pues cada nueva decisión sería tomada en cuenta.
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La posición humanitaria de Hizbullah estaba ligada a su postura práctica de resistencia, por lo que abrió un frente desde el norte de Palestina y mantuvo las puertas abiertas a todas las posibilidades en los próximos días, lo que significa que superó en exclusiva las posiciones de los tímidos regímenes árabes y la posición hipócrita de Occidente al mismo tiempo, y mantuvo la vista puesta en la segunda aparición de Sayyed Hassan Nasrallah este sábado. Y aquí llegamos al segundo punto.
A nivel regional
A nivel regional, las imágenes del Sayyed Hassan Nasrallah podrían haberse visto en la mayoría de los países árabes si Hizbullah hubiera anunciado entrar en la guerra a mayor escala, como fue el caso en la guerra de julio de 2006.
Pero decidió lo que muchos no deseaban; algunos por enojo, simpatía y solidaridad con la Franja de Gaza, y otros por su odio a esta Franja, su pueblo, su resistencia y su deseo de intensificar aún más la guerra hasta la eliminación del movimiento Hamas de cualquier ecuación.
Gracias, Hizbullah, por no elegir el populismo al que muchos aspiran, que es la corriente predominante en el mundo.
Si queremos conocer el impacto del discurso y sus contenidos y mensajes, no debemos leer lo que está escrito en las plataformas de redes sociales, que equiparan a los ignorantes y educados, y no distingue entre una persona cuerda y otra imprudente, sino lo que dice el israelí: por ejemplo, el analista y especialista en aviación Nitzan Sadan, quien describe a Hassan Nasrallah como un hombre excepcional y temible.
Sin embargo, no se puede ignorar la participación de Hizbullah en la epopeya Diluvio de Al-Aqsa. El propio Sayyed Nasrallah habló sobre la importancia y las consecuencias del frente norte “en apoyo” a la Franja de Gaza, y un apoyo a sangre y fuego no se puede comparar en absoluto con el apoyo retórico aquí o allá, ni se puede comparar con las campañas de socorro sobre las que leemos sin verlas, y cuyos números se acumulan, pero no llegan a los afligidos habitantes de Gaza.
Hizbullah ha dejado claro que la firmeza y el sacrificio son el núcleo de nuestras guerras, pero la victoria es el segundo objetivo, y Hamas en particular, como movimiento de resistencia, debe estar en esta categoría, y debe ganar.
La declaración de la victoria de Gaza no fue pronunciada por ninguno de los líderes del mundo árabe, que reciben a los funcionarios iraníes todos los días con una amplia sonrisa y permiten que sus medios de comunicación los ataquen cada mañana y cada noche.
A nivel nacional
A pesar de las altas expectativas de algunos, la realidad dice que a quienes han vivido guerras no les gusta repetirlas, a menos que se les impongan. Por lo tanto, no podemos dejar de sentir el grado de satisfacción popular con el discurso, independientemente de aquellas voces hostiles a Hizbullah en la paz y en la guerra, dentro y fuera, en el silencio y el discurso.
Y ese agradecimiento a Hizbullah se puede resumir por lo siguiente: Gracias por la realidad, ya que el discurso, aunque contenía aclaraciones no exentas de ambigüedad, era realista hasta el punto de mostrar la verdad: “Nuestra batalla no llegó a la etapa de la victoria por knockout, pero ganamos con puntos”.
Gracias por levantar la moral, porque los libaneses antes del discurso no son los mismos que después de él, ya que centrarse en la equiparación de civil por "civil" hace que las amenazas de un escenario de “edad de piedra” para el Líbano sean como si alguien dibujara proyectos en la arena; y aquí, las palabras están dirigidas al israelí, que no conoce nada más que el Holocausto y la impunidad.
Gracias por fortalecer la fuerza de disuasión, esta vez no para disuadir al enemigo israelí, es decir, “el agente”, sino para disuadir al enemigo real: al estadounidense y sus flotas. No cabe duda de que el mensaje llegó a los interesados.
Gracias por revelar la verdad y las intenciones de aquellos que querían que Hizbullah y el Líbano se involucraran plenamente en la guerra para disfrutar al ver nuestros restos y enviarnos mortajas y comida podrida.
El futurólogo jordano Walid Abdul-Hay dice en una breve publicación irónica en Facebook: ¡Oh líderes árabes, les imploro que traicionen a Palestina de la misma manera que Hizbullah la "traiciona”!