Después de las críticas internas israelíes y estadounidenses, cuyo motivo es que el gobierno de "Tel Aviv" no tiene una estrategia clara para el curso de la guerra en Gaza y sus objetivos y percepciones, y en un intento de presentar un marco general considerado una "estrategia de salida de la guerra" o el llamado "plan del día después", Benjamín Netanyahu  presentó al Consejo de Seguridad un documento de una página de principios relacionados con su visión para el futuro de Gaza en el período de posguerra.

Una estrategia de salida puede definirse como “el plan preparado por la potencia interventora para retirar sus fuerzas militares del país interventor”. Los debates académicos en los Estados Unidos sobre las estrategias de salida y sus métodos comenzaron intensamente desde la década de 1990.

Quizás lo que impulsó la intensificación de estos estudios fue la política intervencionista iniciada por los Estados Unidos tras el colapso de la Unión Soviética, que comenzó en Irak en 1990, y luego en los Balcanes.

Tan pronto como los estadounidenses se encontraron en un gran dilema en Somalia, que los impulsó a retirarse a una velocidad récord, algunos estrategas estadounidenses comenzaron a creer que Estados Unidos, antes de iniciar cualquier supuesta intervención militar, debería desarrollar con ellos, de antemano, una posible y efectiva “estrategia de salida” que preservara el prestigio de sus soldados, su posición y sus obligaciones internacionales.

El plan propuesto por Netanyahu para salir de la guerra incluye nombrar "funcionarios palestinos locales no vinculados a países o entidades que apoyan el terrorismo para gestionar los servicios en la Franja de Gaza en lugar de Hamas", como dice el documento, abolir la UNRWA y tomar el control militar de la Franja de Gaza por un periodo indefinido.

Netanyahu establece niveles de seguridad y objetivos militares. A corto plazo, la guerra continuará hasta que se logre el objetivo de destruir las capacidades militares y la infraestructura gubernamental de Hamas y la Yihad Islámica, y devolver a los prisioneros secuestrados el 7 de octubre (a corto plazo).

A medio plazo, los israelíes mantienen una libertad de acción ilimitada, tanto en materia de seguridad como militar, y a largo plazo, eliminar cualquier amenaza a la seguridad de Gaza.

El plan exige el establecimiento de zonas de amortiguamiento en el lado palestino de la Franja de Gaza, la desmilitarización de la Franja y el mantenimiento del control de seguridad en toda el “área occidental de Jordania” (como especifica el documento). "Israel" también impone un cierre de seguridad en la frontera con Egipto, y será apoyado con la asistencia de Estados Unidos y en cooperación con Egipto "en la medida de lo posible", como reza el documento.

"Israel" no permitirá la reconstrucción de Gaza hasta que logre "la erradicación del extremismo... en todas las instituciones religiosas, educativas y sociales de Gaza con la participación y asistencia de los países árabes, que tienen experiencia en fortalecer la lucha contra el extremismo."

En este sentido, es necesario señalar algunas notas sobre este documento:

1- La idea de formar un gobierno civil local es una vieja idea israelí, presentada anteriormente por Yitzhak Shamir, quien dijo que aceptaba la autonomía para los humanos, no para la tierra. Lo que significa que las tierras árabes que son "tierras israelíes", dentro del "Gran Israel", los humanos que viven en ellas pueden obtener el autogobierno, y se puede delegar a humanos no israelíes la gestión de ellas, sin que ellos tengan soberanía sobre la tierra que queda por " "Israel".

2- Básicamente, lo publicado en el documento indica que no hay nada nuevo en él, sino que Netanyahu puso en él lo que había anunciado en declaraciones anteriores, y lo demostró en un documento de principios para presentarlo como una estrategia de salida de la guerra de Gaza.

No se sabe si las visiones presentadas por Netanyahu para la cooperación con Estados Unidos, Egipto y los Estados del golfo estaban coordinadas con esas partes, o si eran percepciones israelíes de escapar hacia adelante y acorralar a esas partes, sabiendo que Arabia Saudita había anunciado que no contribuiría a la reconstrucción de Gaza hasta después de acordar un camino serio hacia el establecimiento de un Estado palestino.

3- Generalmente la guerra no es un objetivo en sí mismo, sino para lograr objetivos políticos. Sobre esta base, Netanyahu quiere prolongar la guerra para eliminar la causa palestina de una vez por todas. Por lo tanto, el propósito de presentar este documento no es para debatir o llegar a una solución política, sino que sus objetivos se manifiestan ya sea en esperar  hasta después del mes de Ramadán y luego el regreso de la máquina de matar israelí para desplazar y exterminar a los palestinos en Gaza, o para complacer a la derecha israelí, que quiere impedir la implementación de cualquier plan de paz con los palestinos, y quiere volver a ocupar Gaza y ampliar los asentamientos allí.