¡Qué hermosa es la palabra Dignidad!
Estas emotivas palabras fueron pronunciadas por la directora de Al Mayadeen Español, Wafica Ibrahim, a nombre de la presidencia del canal, durante la ceremonia de entrega del premio de la Dignidad a la red panárabe en la jornada de clausura del III Coloquio Patria.
¡Qué hermosa es la palabra Dignidad! No sólo en el lenguaje, sino por ser un valor moral, por ser una de las razones para amar la vida.
La dignidad es un título de orgullo eterno, aunque el precio de la dignidad es a veces dolor y agonía, bloqueo, asedio y castigo, destierro, despojo y exclusión, distorsión y engaño, encarcelamiento y asesinato.
¡Qué hermosa es la palabra dignidad! Es una de las causas de la lucha, y constituye su esencia al mismo tiempo ¿Cómo sería entonces cuando la dignidad es fruto de un camino de constancia en defensa de la humanidad, y de repulsión de la injusticia, la ocupación y la opresión?
En este caso, nosotros, en los medios de comunicación comprometidos con las cuestiones de la humanidad y con la verdad, no tenemos más remedio que trabajar e irrumpir con valentía; sin eso, los medios de comunicación se convierten en centros de dependencia y cobardía, miedo y sometimiento, empresas de trata de personas o proveedoras de empleo para gente malvada.
En nuestros tiempos actuales, la entidad sionista llamada “Israel” es símbolo sombrío de la maldad humana, el genocidio y la eliminación del ser humano, y no sólo de limpieza étnica y apartheid. Es cierto que esta entidad israelí sigue siendo el descendiente malcriado del imperialismo global y el Occidente salvaje de la OTAN, pero no hubiera continuado como tal, después de más de seis meses de asesinatos, destrucción y genocidio de lesa humanidad contra Gaza, su pueblo, niños y mujeres, si no hubiera sido por esta cobija imperialista sádica, con todas sus capacidades, instituciones y mercenarios.
Entre los mercenarios que participan en la guerra de exterminio contra el pueblo palestino y la firme resistencia de Gaza y sus habitantes, se encuentran comunicadores vergonzosos, y el periodismo de la complicidad y las plataformas de comunicación social involucradas en la guerra y en el derramamiento de sangre. Estas personas no tienen dignidad ni humanismo, ni siquiera en lo más mínimo.
Con toda humildad y realismo, lo decimos en la Red Al Mayadeen. Hemos elegido, desde nuestro lanzamiento, formar parte de las causas justas en cualquier rincón del mundo. Por lo tanto, desde nuestra posición como red panárabe, somos internacionalistas en nuestro pensamiento, nuestra política y nuestra estrategia. Por instinto y naturaleza, entonces, es natural que llevemos la revolución palestina y su resistencia como nuestra causa central.
Por lo tanto, sin la menor duda, nos consideramos parte del Sur Global, trabajador y luchador. Por lo tanto, claramente consideramos a los líderes de los procesos liberadores por la independencia y el orgullo de América Latina, como nuestros símbolos, ya que en ellos se evidencia la dignidad.
En la historia hay muchos símbolos para nuestra dignidad, están José Martí y Simón Bolívar. En nuestro tiempo, hay muchos símbolos de la revolución, la independencia y la dignidad, muy especialmente el líder Fidel Castro, Che Guevara, Salvador Allende, Hugo Chávez, y otros, así como los honorables presidentes de la dignidad, presidentes de países y pueblos dignos, Miguel Díaz-Canel, Nicolás Maduro, Lula da Silva, Gustavo Petro, Daniel Ortega y otros dignos presidentes más.
De todo corazón nuestro saludo de agradecimiento y reconocimiento a la Unión de Periodistas de Cuba por otorgarnos el Premio a la Dignidad, es para nosotros un grandísimo honor ser homenajeados por la UPEC de la Dignidad en esta Cuba de la Dignidad.
Seguiremos siempre fieles y leales a nuestro compromiso. Seguiremos apoyando a Palestina y a las causas justas, a pesar de todas las formas de exclusión, presión y distorsión, nos mantendremos firmes. No daremos marcha atrás ni siquiera para tomar un impulso si se trata de salvaguardar nuestra dignidad, seguiremos trabajando con espíritu de lucha, compromiso, y por supuesto con profesionalidad.
Un sincero agradecimiento al presidente de la UPEC, compañero Ricardo Ronquillo Bello y todos sus colegas, que son también nuestros colegas y hermanos.