Siria... preguntas sobre la próxima etapa
Comprender la naturaleza del conflicto en Siria es el enfoque científico para analizar sus desarrollos y resultados. El conflicto no fue legal, por lo que abordarlo desde una perspectiva legal es el camino que debemos tomar.
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Comprender la naturaleza del conflicto en Siria es la entrada científica para discutir sus desarrollos y consecuencias.
Es evidente que los intelectuales son el grupo más preocupado ya que son capaces de ver el panorama y sus consecuencias, mientras los criterios de la población general para juzgar el éxito o fracaso del gobierno quedan limitados únicamente a la realidad económica.
Por ejemplo, la caída del dólar en el mercado local generó un gran alivio entre los ciudadanos, mientras los expertos y economistas expresaron inquietud por lo sucedido porque no está basado en datos económicos precisos.
Hablar solo de las positividades o señalar las negatividades sin más es un acto alejado de la verdad y de la imparcialidad del investigador, al reconocer de antemano que la ciencia política no es neutral.
La "jurisprudencia de prioridades" varía entre diferentes grupos sociales, con la observación de que solo un pequeño número de personas cree en la frase "no solo de pan vive el hombre".
El aumento de los precios del pan, el transporte y otros bienes hasta diez veces no quedó reflejado de manera positiva en los empleados, y las promesas de elevar los salarios hasta cuatro veces parecen haber desaparecido en el aire.
Cientos de miles de empleados recibieron una "licencia forzada" durante tres meses, ya que su presencia en las instituciones donde trabajan fue considerada innecesaria.
Hablar de exceso de personal no convence a nadie, especialmente porque las nuevas autoridades están contratando a un gran número de empleados en diversas áreas del Estado.
Lo mismo aplica a los oficiales desertores del ejército árabe sirio y defensores de la revolución.
¿Cuál es la justificación para excluirlos hoy en favor de recurrir a un número de extranjeros?
La disolución de los partidos políticos es bien recibida y apoyada por la calle siria, pero significa la paralización de la vida política, la cual estaba inactiva debido a la ausencia del verdadero papel de esos partidos.
Esas formaciones políticas son nacionalistas y de tendencias de izquierda que creen en la secularidad. Por lo tanto, su exclusión impone un solo color, las tendencias ideológicas del poder gobernante.
La disolución del Partido Baath Árabe Socialista fue recibida con agrado por los baathistas más que por otros, lo cual indica su rechazo a las políticas y enfoques de los líderes de las bandas gobernantes.
El primer discurso del presidente al-Sharaa
El discurso del presidente Ahmad al-Shaaa logró disipar varias de las preocupaciones que rondan la mente de los sirios, quienes ahora esperan su implementación en la práctica.
Fue un discurso breve, por medio del cual logró trazar un mapa para el futuro de Siria, sin comprometerse a un cronograma específico para alcanzar esos objetivos.
A través de él, puso fin a los "diálogos de la revolución y la fase de derrocamiento del régimen", y se trasladó a un "discurso fundacional del Estado", basado en normas legales las cuales otorgan legitimidad a lo sucedido.
Esas leyes, si se malinterpretan o pasan por alto, acercan a la "legalización de la tiranía", algo que todos, sin duda, quieren evitar.
Es importante señalar que el gobierno de transición heredó una carga muy pesada, un país devastado y unas instituciones disfuncionales, por lo que darles más tiempo es, sin duda, algo lógico.
Comprender la naturaleza del conflicto
Comprender la naturaleza del conflicto en Siria es la entrada científica para discutir sus desarrollos y consecuencias.
El conflicto no ha sido legal, por lo que su abordaje desde esa perspectiva no es el camino que debemos seguir, aunque es importante señalar la relevancia de la ley y las legislaciones para enmarcar el comportamiento del gobierno y dotarlo de un marco legal. Esta situación se aplica a Siria y a otros países del tercer mundo.
Después de las revoluciones, se habla comúnmente de dos etapas: la transición política y la transformación democrática.
Dado que no se puede esperar una transformación democrática en nuestra región árabe, las discusiones están centradas únicamente en la fase de transición política.
Llegar a un Estado es la máxima aspiración, especialmente porque la rotación del poder es la esencia de la definición de Estado (el estado es de la rotación), y por lo tanto es un indicador de que aún vivimos en una fase "pre-estatal".
Hablar de ciudadanía sigue siendo un sueño difícil de prever en el corto y mediano plazo, especialmente porque la sociedad volvió a debates superados hace varias décadas.
Hablar de la disolución de 18 facciones armadas es, sin duda, un paso importante hacia la recolección de armas de todas las facciones, llegando a una situación de paz civil.
El rechazo de algunas facciones a entregar sus armas es un rechazo temporal, y no persistirá después de la declaración de los principios constitucionales, la formación de un comité legislativo temporal y la creación de un gobierno nacional inclusivo.
Hablar de paz civil y justicia transicional es una de las prioridades del gobierno, pero la forma de implementarla y las entidades involucradas suscitan la inquietud de algunos.
Para aplicar la justicia transicional es necesario contar con entidades judiciales independientes mantenidas a una distancia equidistante de todas las partes, y es muy importante contar con una supervisión internacional sobre su trabajo.
La formación de esas entidades requiere asegurar los fondos necesarios, lo cual puede llevar tiempo dadas las circunstancias actuales en Siria.
La rendición de cuentas de los criminales es un punto en el que todos coinciden y son los sirios quienes deben decidir quién es el criminal, y será una de las salidas de la conferencia nacional de diálogo a llevarse a cabo.
La ausencia de rendición de cuentas nos lleva a la idea de venganza y a tomar la justicia por mano propia debido a la falta de acción del estado.
Por lo tanto, es fundamental centrar la atención en tranquilizar a las víctimas de que sus derechos están garantizados y que el Estado es responsable de ello.
La independencia del poder judicial es algo que debe ser garantizado, y la continua hegemonía del poder ejecutivo sobre él significa regresar a los errores del pasado y repetirlos de otra manera.
La subordinación del poder judicial al presidente de la república, quien es el jefe del Consejo Superior de la Judicatura, limita la independencia del poder judicial. Lo correcto sería que el presidente del Consejo Superior de la Judicatura fuera al mismo tiempo la principal autoridad de la Corte de Casación.
Limpiar el aparato judicial de la corrupción es una prioridad a abordar, y restringir las riquezas de los jueces es un paso que puede ayudar a deshacerse de los corruptos, y esos fondos pueden ser destinados a un proyecto de aplicación de la justicia transicional.
El papel del gobierno debe ser neutral, ya que es solo un órgano ejecutivo; todos tienen derechos, excepto el Estado porque en la justicia transicional no hay derecho público.
Disolución de la Asamblea del Pueblo
La decisión de disolver la Asamblea del Pueblo y avanzar hacia la formación de un consejo legislativo reducido fue bien recibida por los sirios, especialmente porque esa institución siempre fue objeto de burla para el ciudadano sirio.
A pesar de la importancia de ese poder y su superioridad sobre los demás, la realidad es muy diferente, ya que su papel quedó limitado a ejecutar directrices y aprobar decisiones inaceptables para el ciudadano sirio.
Los tratados y acuerdos internacionales firmados con varios países y perjudiciales para Siria deben ser asumidos por esta entidad, tanto legal como ética, ya sea por su silencio o por su participación en ese crimen.
Las actas de las sesiones deberían incluir el comportamiento de votación de cada miembro. Por lo tanto, cualquier persona debería poder defenderse y demostrar su inocencia.
También hablan de la formación de un comité legislativo presidido por Al-Sharaa, cuya tarea será elegir un consejo legislativo reducido (35 miembros) encargado de revisar las leyes y legislaciones, y guiar a Siria hacia la institucionalización.
La forma del próximo consejo lleva indicadores sobre el papel asignado, y el hecho de que haya una mayoría de militares en él (18 miembros) aumenta las preocupaciones porque muchos de ellos no tienen la formación legal o la experiencia necesaria.
Ampliar el consejo para incluir a un número de líderes y referentes sociales le permitirá ejercer tanto el papel legislativo como el representativo.
Declaración constitucional o constitución temporal
El problema no radicaba en la constitución en sí, sino en la falta de garantías las cuales obliguen a las autoridades a implementarla, hasta el punto de que los artículos constitucionales fueron objeto de burla ante la penetración de los aparatos de seguridad, los cuales socavaron las libertades y saquearon los recursos del país.
Hablar de recurrir a la constitución de 1952 parece ser la tendencia general más cercana a la aplicación, aunque era adecuada para un sistema de gobierno parlamentario, donde la vida política estaba en su apogeo y los partidos eran activos y relevantes, lo cual contrasta con la situación actual.
Hay tres posibilidades para gestionar la próxima etapa desde el punto de vista constitucional:
1. Declarar los principios constitucionales.
2. Avanzar hacia la redacción de una constitución reducida compuesta por varios artículos, similar a lo que ocurrió en Egipto.
3. Aplicar la constitución vigente.
Recurrir a la constitución de 2012 no es una opción porque es la del régimen anterior, y su aplicación requeriría transferir poderes en la fase de transición al vicepresidente.
Esas discusiones y otras no tienen valor ni significado a menos que el gobierno pueda garantizar la seguridad y tranquilizar a sus ciudadanos, así como hacer rendir cuentas a los responsables de manera que refleje su credibilidad en esa dirección.