Lula acusa a Bolsonaro de genocidio contra los yanomamis en Amazonía
El presidente brasileño expresó que su predecesor animó a los mineros salvajes, lo que provocó la destrucción de bosques y enfermedades y muertes entre los pueblos indígenas.
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Lula saludos a indígenas brasileños en el estado de Roraima.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva , acusó al gobierno de extrema derecha de Jair Bolsonaro de cometer genocidio contra el pueblo yanomami de la Amazonía, en medio de la indignación pública por la catástrofe humanitaria en el territorio indígena más grande del país.
Lula visitó el sábado el estado amazónico de Roraima para denunciar la difícil situación de los yanomami, cuyas tierras supuestamente protegidas entraron en crisis por la negligencia del gobierno y la explosión de la minería ilegal.
El ministro de Justicia, Flávio Dino, ordenó una investigación policial sobre el intento deliberado de destruir parcial o completamente a un grupo étnico, nacional, racial o religioso.
Horripilantes fotografías de niños y adultos yanomamis demacrados pusieron al descubierto la magnitud de la crisis de salud padecida por casi 30 mil habitantes del referido territorio.
“Las fotos realmente me impactaron porque es imposible entender cómo Brasil descuidó tanto a nuestros ciudadanos indígenas”, dijo el presidente izquierdista a los periodistas en Boa Vista.
Lula culpó a su predecesor por abandonar a las comunidades indígenas y envalentonar a los miles de mineros salvajes en el enclave yanomami entre 2019 y 2022, quienes contaminaron ríos y destruyeron bosques, privaron a las comunidades originarias de fuentes de alimentos clave (peces y otros animales como monos y jabalíes), propagaron la malaria y obstaculizaron los esfuerzos de los trabajadores sanitarios del gobierno.
Según la expresidenta brasileña Dilma Rousseff, los 570 niños yanomami presuntamente muertos de hambre o envenenados con mercurio desde 2019 eran prueba del “genocidio yanomami”.
Pese a esta realidad, Bolsonaro negó su responsabilidad y calificó tales acusaciones de “farsa de izquierda”.
De acuerdo el expresidente, conocido por sus comentarios prejuiciosos sobre los ciudadanos negros e indígenas, la atención médica indígena fue una de las prioridades de su gobierno.
