¿Cómo ha empezado el proceso de las apuestas estadounidenses-israelíes para acabar con la resistencia en El Líbano?
El inicio del proceso de apuestas estadounidense-israelíes para acabar con las fuerzas de la Resistencia empezó desde la agresión militar israelí contra el sur de El Líbano en abril de 1996, en la denominada operación “Las Uvas de la Ira”.
El inicio del proceso de apuestas estadounidense-israelíes para acabar con las fuerzas de la Resistencia empezó desde la agresión militar israelí contra el sur de El Líbano en abril de 1996, en la denominada operación “Las Uvas de la Ira”.
Esa operación buscaba destruir la Resistencia en El Líbano y luego en la Palestina ocupada por medios militares, donde Israel junto a Estados Unidos, Europa y los países de la llamada moderación árabe se unieron en la Cumbre de Sharm el-Sheikh para exponer sus planes con el fin de acabar con la resistencia.
Sin embargo, esa alianza (global) se encontró frente a las boquillas de los rifles de la Resistencia libanesa, en una respuesta que no solo sorprendió a los agresores, sino que también condujo al acuerdo de Nissan que allanó el camino para la derrota de (Israel) en el sur de El Líbano en el año 2000 y, lo más importante es que estableció una ecuación de disuasión.
Por su parte, Shimon Peres, por medio de su agresión en 1996, buscaba promover para un Medio Oriente donde Israel tuviera una soberanía total. En el 2000, Condoleezza Rice intentó aplicar las mismas ideas y preparar el escenario para un nuevo Medio Oriente, pero ella y su administración cayeron en la trampa de las apuestas equivocadas. Hecho que condujo al eje de la "arrogancia" (israelí-estadounidense-europeo-árabe) a entrar en una guerra regional abierta en julio de 2006, en la que ellos pensaron sería un duro golpe para Hizbullah.
El catastrófico fracaso que han sufrido estas fuerzas ha duplicado impulsado a Estados Unidos, Europa y los países árabes a trabajar a nivel regional e interno para ampliar la división en El Líbano.
Por lo tanto, la guerra del 2006 condujo a un verdadero revés para las fuerzas israelíes cuando la ecuación de disuasión establecida por el eje de resistencia se convirtió en un fuerte equilibrio y dejó a (Israel) fuera de la iniciativa. En la actualidad no se pudo apostar por el régimen israelí para eliminar a la Resistencia, y más todavía, cuando la respuesta de Hizbullah es muy peligrosa para el estado sionista.
La apuesta es directamente por Trump y su administración
Washington se vio obligado a entrar directamente en la guerra en Siria e Irak para tratar de asediar a la resistencia y cortar las extensiones de Irán y esto condujo a volver a apostar por un nuevo Medio Oriente.
La destrucción y los desastres provocados por los grupos armados takfiris fueron enfrentados por victorias del eje de la Resistencia que impuso una nueva lógica a través de una alianza con poderosas potencias como China y Rusia.
Mientras, Irán ha fortalecido su poder regional, lo que le ha permitido imponerse por medio de acciones fuertes, al punto que conciben que “disparar una sola bala contra Irán incendiaría los intereses de Estados Unidos y sus aliados en la región en una guerra que terminaría fuera de Teherán”.