Principales iniciativas de la política exterior de Trump fracasan en poco más de un mes, asegura analista del Washington Post
De acuerdo con un artículo del analista Jackson Diehl, difundido por The Washington Post, en poco más de un mes, prácticamente todas las demás iniciativas de política exterior de la administración Trump han fracasado, sobre todo gracias al comportamiento cada vez más desquiciado del presidente.
De acuerdo con un artículo del analista Jackson Diehl, difundido por The Washington Post, en poco más de un mes, prácticamente todas las demás iniciativas de política exterior de la administración Trump han fracasado, sobre todo gracias al comportamiento cada vez más desquiciado del presidente.
La revelación comenzó el 7 de septiembre, cuando Donald Trump anunció abruptamente que había cancelado una cumbre no revelada con los talibanes afganos que se iba a celebrar al día siguiente en Camp David, y archivó un proyecto de acuerdo de paz que un enviado especial del Departamento de Estado había estado negociando durante un año.
Según Diehl, el resultado inmediato fue un aumento de la violencia en Afganistán, y al menos el aplazamiento temporal de la ambición de Trump de sacar a las tropas estadounidenses del país antes de las elecciones de 2020.
Una semana después, la campaña de "máxima presión" de Trump contra Irán se desbarató. En cambio, este dijo al presidente francés Emmanuel Macron que estaba abierto a un plan para reunirse con el presidente iraní Hassan Rouhani en las Naciones Unidas y levantar las sanciones a su gobierno a cambio de las negociaciones.
Y como se conoce, la táctica falló. Según los medios Rouhani dejó a Trump esperando en una línea telefónica.
Sin embargo, Arabia Saudita entendió el mensaje: El Príncipe Heredero Mohammed bin Salman pidió a Irak y Pakistán que negocien una reducción de la escalada con Teherán.
Apenas dos semanas después de la debacle de Irán, Trump vio cómo se desmoronaban sus negociaciones nucleares con Corea del Norte, una vez más.
El pasado 6 de octubre se produjo la llamada telefónica de Trump al presidente turco Recep Tayyip Erdogan, en la cual él sorprendió al Pentágono facilitando una invasión turca del norte de Siria.
A juicio de Diehl, el resultado más probable, además de la traición de los aliados kurdos que lucharon con las tropas estadounidenses durante los últimos cuatro años, será el resurgimiento de Daesh.
¿Queda algo para la agenda o lema de Trump de “Estados Unidos Primero?
En realidad, no, precisa Diehl. El intento de derrocar al gobierno socialista de Venezuela fracasó en abril. El plan para el "último acuerdo" entre israelíes y palestinos nunca se ha hecho público, y el hombre clave de Trump en ese proyecto, Jason Greenblatt, anunció su partida el mes pasado.
Es cierto que Trump sigue presionando en su guerra comercial con China y anunció un acuerdo parcial el viernes. Pero la mayoría de los aranceles siguen vigentes y la fácil victoria sobre Pekín que una vez prometió no está a la vista.
En opinión de Diehll, la errática política exterior de Trump se hace más evidente. La explicación para desconectar la misión de Estados Unidos en Siria es que Trump está decidido a detener las "guerras interminables". Sin embargo, el acuerdo que cerró en Afganistán habría traído a casa a muchos más soldados estadounidenses: 5 mil de inmediato y hasta 15 mil el día de las elecciones.
Y la única explicación que Trump ofreció para sofocarla fue que los insurgentes habían organizado un ataque que mató a un soldado estadounidense, una extraña razón para no poner fin a una guerra de 18 años.
Pero el cambio de opinión de Trump sobre Irán fue aún más sorprendente, sostiene Diehl. Si bien durante dos años aumentó la presión sobre Teherán, luego de las respuestas iraníes, ahora parece desesperado en su afán de abrir negociaciones.
Para Diehl, la confrontación con Irán era innecesaria, y la guerra en el Golfo Pérsico sería una catástrofe. El acuerdo con los talibanes habría traicionado a un gobierno afgano en el que Estados Unidos ha invertido dos décadas y cientos de miles de millones de dólares.
Pero la carnicería de la política exterior de Trump probablemente no ha terminado todavía. Kim Jong Un fijó un plazo de fin de año para obtener lo que quiere de Trump -el fin de las sanciones-, tras el cual Corea del Norte podría volver a probar ojivas nucleares o misiles intercontinentales. Irán podría llevar a cabo más ataques en el Golfo Pérsico para intentar forzar a Trump a levantar las sanciones. Y Daesh, probablemente, recuperará su posición en el este de Siria.
Todo eso puede no ser tan amenazante para Trump como un voto de destitución. Pero podría hacer mucho daño a los intereses nacionales de Estados Unidos.