El presidente de la Corriente Patriótica Libre Libanesa, Gebran Bassil, afirmó rechazar cualquier maniobra dirigida a aislar o asediar a Hizbullah, organzación que es un componente ensencial en la política del país.

Dijo que hay que buscar y responsabilizar a los involucrados en la explosión del puerto de Beirut, cuya catástrofe no se parece a ninguna otra explosión.

En rueda de prensa señaló que "el escenario de la solidaridad espontánea tras la explosión es la mayor prueba de la unidad de El Líbano", destacando que "Beirut se levantará de nuevo gracias a su pueblo y amigos, y el Estado está obligado a brindar seguridad a los ciudadanos y materiales para la reconstrucción".

Bassil explicó que "se debe elaborar  un plan maestro para las áreas afectadas y dividirlas  para facilitar la ayuda y la reconstrucción", y señaló que "todos deben estar bajo el techo de la investigación, ya sean funcionarios, jueces o empleados".

Por otro lado, dijo: "No tenemos los medios necesarios para enfrentar la guerra global liberada contra nosotros que tiene como objetivo derrotarnos  psicológicamente y hacernos  callar, pero no vamos a estar callados".

Bassil aseguró que "hay una campaña que también apunta a la Corriente Patriótico Libre como grupo, comenzando por el Presidente de la República", preguntando a sus opositores: "¿Alguien tiene alguna prueba de la corrupción que cometimos?"

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Señaló que "lo más fácil para nosotros es renunciar, pero lo haremos cuando esto contribuya a mejorar las cosas", explicando que "estamos ante una tragedia que se desarrolló en dos etapas, la primera de las cuales se extendió a siete años por negligencia que requiere investigaciones".

El jefe de la Corriente Patriótica Libre resaltó que esa fuerzas se ha convertido en blanco por el extranjero  porque perturba a los países que tienen "proyectos destinados a eliminar la existencia de la entidad libanesa".

Destacó que "con (Israel) y el terrorismo, la batalla es una batalla de la existencia", señalando que "una parte de Occidente nos ve como una comunidad occidental, y por lo tanto considera que debemos seguir su política, pero somos de Oriente", indicando que la  Corriente quiere lidiar con Occidente y Oriente, que incluye no solo a Irán, China y Rusia, sino también a Arabia Saudita, Malasia y otros.

Bassil remarcó que "el estado está actualmente desintegrado, y la prioridad es enfrentar la división y el caos, detener el colapso de la moneda y formar un gobierno productivo y reformista", enfatizando que la Corriente  no tiene una demanda en el gobierno que deba formarse y no le preocupa participar en un gobierno no reformista e improductivo.

Explicó que "se debe aprobar una reforma presupuestaria para el año 2020, que debe partir de un plan económico productivo y la ley de estado de  cuentas".

“La Corriente  rechaza el desarrollo del Acuerdo de Taif excepto a través del entendimiento, y se debe llegar a un nuevo contrato nacional que reúna a los participantes a través de un estado central”, puntualizó.

También rechaza "la división y la descentralización administrativa ... pero un estado civil basado en la centralización", según Bassil, quien consideró que "la incitación y el odio actuales son similares al ambiente que tuvo lugar  en 2005 y 2007".

Agregó que el país atraviesa un año difícil y decisivo, al que hay que enfrentarlos con  una acción seria y no conspirar con el exterior.