Mustafá Adib, incapaz de hallar consenso para instalar un nuevo gobierno libanés
Tensiones sectarias entre las variantes musulmanes chiita y sunita pusieron en punto muerto las consultas que se concentran en quién asumirá el cargo de ministro de Finanzas.
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Mustafá Adib, primer ministro designado para formar nuevo gobierno libanés.
La insoluble formación de gobierno en El Líbano acercó este lunes a la renuncia del primer ministro designado, Mustafá Adib, quien, a cargo de esa tarea, es incapaz de hallar consenso para instalar un Ejecutivo.
Tensiones sectarias entre las variantes musulmanes chiita y sunita pusieron en punto muerto las consultas que se concentran en quién asumirá el cargo de ministro de Finanzas.
El presidente del Parlamento, Nabih Berri, a su vez titular del partido chiita Movimiento Amal, insiste en que la cartera debe quedar en poder de esa variante confesional.
Berri recibe el apoyo de Hizbullah o Partido de Dios, también chiita, y se oponen a las pretensiones de cuatro exprimeros ministros, encabezados por Saad Hariri, máxima figura del partido sunita Corriente Futura.
Esas posiciones colocan al país en un enfrentamiento sectario confesional y agudizan la agonía de la peor crisis económica y financiera en décadas.
Y mientras, una creciente presión internacional intenta acelerar la formación de un Gabinete libanés que promulgue reformas urgentes en línea con la iniciativa del presidente francés, Emmanuel Macron.
La falta de progreso en los esfuerzos de Adib lo aproxima a la renuncia que retrasó tras un acuerdo con el presidente de la República, Michel Aoun, de dar más tiempo a consultas y diálogo sobre la designación de alineación gubernamental.
Desde que asumió el puesto el 31 de agosto último con 90 de 120 votos posibles en el Parlamento, Adib se comprometió a formar un Ejecutivo compuesto por especialistas independientes de los políticos, lo que se antoja una misión imposible en El Líbano.
La alineación acometería en lo inmediato aplicar modificaciones estructurales que demandan los asistentes a una conferencia celebrada en París, en 2018, para entregar ayuda por valor de 11 mil millones de dólares en donaciones y préstamos blandos.
Con ese impulso, el país de los cedros estaría en mejores condiciones de desafiar un anunciado colapso económico agravado por la explosión del 4 de agosto pasado, que arrasó parte de la capital y causó pérdidas estimadas en unos ocho mil millones de dólares.
Entre los intentos para destrabar el punto muerto del próximo gobierno, se encuentra el de asignar las Finanzas a un cristiano a fin de contentar a los sunitas que no quieren un chiita en ese portafolio.
Otra propuesta sugiere escoger un candidato competente sin vínculo con secta alguna y una tercera incluye la entrega por Amal e Hizbullah una lista de candidatos para el puesto, pero se anticipa que Corriente Futura rechazará esto último.