Las turbias promesas de Biden a Julian Assange
"Lo que EEUU está proponiendo es una fórmula para mantener a Julian en prisión para el resto de su vida. No debería estar en la cárcel un día más, ni en el Reino Unido ni en Estados Unidos ni en Australia, porque el periodismo no es un crimen", protestó su prometida y madre de sus dos hijos pequeños, la abogada Stella Moris, a través de su cuenta de Twitter.
El entorno de Julian Assange reniega de la última oferta de la Administración de Joe Biden y pide al presidente estadounidense que retire los cargos y facilite la liberación inmediata del cofundador de WikiLeaks, señaló un reporte de Sputnik.
El "paquete de garantías" ofrecido por Estados Unidos se hizo público esta semana al mismo tiempo que el Alto Tribunal de Inglaterra y Gales Estados concedía a Washington un "permiso limitado" para recurrir el fallo contra su petición de extradición de Assange.
"Lo que Estados Unidos está proponiendo es una fórmula para mantener a Julian en prisión para el resto de su vida. No debería estar en la cárcel un día más, ni en el Reino Unido ni en Estados Unidos ni en Australia, porque el periodismo no es un crimen", protestó su prometida y madre de sus dos hijos pequeños, la abogada Stella Moris, a través de su cuenta de Twitter.
Apelación limitada
El servicio fiscal británico, que representa a Estados Unidos en el proceso, confirmó que el tribunal de apelación ha autorizado el recurso en tres de los cinco puntos planteados contra la sentencia de la magistrada de Westminster, Vanessa Baraitser, dictada en enero de 2021.
Por una parte, los jueces han negado la venia para recurrir contra los informes y el testimonio de un testigo crucial de la defensa, el siquiatra y académico Michael Kopelman, quien concluyó que Assange correría un "alto riesgo" de quitarse la vida si la "extradición se tornara inminente o ya hubiera acontecido".
EE.UU. tendrá la oportunidad, sin embargo, de argumentar que la magistrada "se equivocó" en su interpretación práctica del artículo de la ley de extradición sobre salud mental y física. Baraitser concluyó que sería "opresivo" entregar al exeditor de WikiLeaks quien, según diversos testigos, sufre un "desorden depresivo recurrente… con alucinaciones sicóticas" y secuelas del síndrome de Asperger.
Oferta carcelaria
Por ahora las autoridades estadounidenses han contratacado el uno de los pilares sobre los que se sustenta el fallo de la corte de primera instancia, que relacionó el riesgo de suicidio con la reclusión del periodista y programador australiano en centros de máxima seguridad, bajo el régimen de aislamiento.
En el juicio, que tuvo lugar en 2020, se dio por descontado que Assange pasaría de la celda de Belmarsh, en Londres, al "inhumano" sistema penitenciario federal antes y después de ser juzgado por supuestos crímenes que se castigan con hasta 175 años entre rejas.
En concreto, EE.UU. ha asegurado que el imputado bajo la ley de Espionaje y por un cargo de pirateo informático no sería encarcelado en las llamadas cárceles ADX de máxima seguridad, ni sometido a regímenes especiales de confinamiento, "salvo que hiciera algo después" que conlleve tal tratamiento.
El documento difundido por el servicio fiscal británico indica además que la Administración de Biden "autorizará la transferencia del señor Assange a Australia" a fin de que cumpla la condena en su país natal.
Engañosas y absurdas
Por su parte, Moris ha denunciado la farsa de ambas ofertas. "El Gobierno estadounidense dice que puede cambiar de opinión si el director de la CIA así lo aconseja cuando Julian Assange se encuentre detenido en EE.UU.", declaró a los medios.
En un posterior debate online, la abogada alegó que la "CIA está detrás" de la masiva trama de espionaje en la Embajada de Ecuador en Londres— ella misma y su primer bebé fueron víctimas directas, además de Assange— que la Audiencia Nacional de España sigue investigando. "Las garantías son absurdas", dijo.
Moris desmontó también la oferta de traslado a una prisión australiana. La abogada puntualizó que "no es una concesión, sino un derecho" de los reclusos extranjeros, que se activa una vez agotadas las vías de apelación. "Hasta que el caso llegue al Supremo puede pasar fácilmente una década e incluso dos", denunció.
El director de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson, coincidió en que se trata de "una persecución política" sostenida en un "caso hueco" y testimonios falsos. "No solo está en juego la vida de Assange, sino también la libertad de prensa y el futuro de nuestros hijos", subrayó el periodista islandés.