Exigen liberación del disidente bahreiní Al-Singace tras el deterioro de su salud
El prisionero político bahreiní, Abdul Jalil Al-Singace, supera los 50 días de huelga de hambre abierta en protesta por los malos tratos a los que está siendo sometido en la prisión de Jaw.
El miembro de la Cámara de los Comunes y de la Cámara de los Lores en el Parlamento británico, Wayne David, pidió al gobierno de su país que interviniera para liberar a todos los opositores políticos en Bahrein, encabezados por el preso y activista de derechos humanos Abdul Jalil Al-Singace, sin restricción ni condición, esperando una pronta respuesta y urgente a esta solicitud.
Paralelamente, han pasado 50 días desde la huelga de hambre abierta de Al-Singace, en protesta por los malos tratos a los que está siendo sometido en la famosa prisión Jaw.
El llamado a la acción de David se produjo según una carta que envió con base en las demandas del Relator Especial de Naciones Unidas sobre la situación de los defensores de los derechos humanos y del Parlamento Europeo, en la que pedía la liberación inmediata de Al-Singace.
Señaló la profundidad de la relación entre el Reino Unido y Bahrein, que se supone que lo califica para presionar al gobierno de Bahrein, para investigar los casos de detenidos políticos que defienden la democracia en su país, incluido Abdul Jalil Al-Singace.
"Les escribimos para instar al Ministerio de Relaciones Exteriores y Desarrollo a presentar protestas urgentes sobre los problemas de los oponentes políticos ante el gobierno de Bahrein", dijo, recordando que Al-Singace es un académico y defensor de los derechos humanos, y fue uno de los otros 13 activistas de la oposición arrestados en 2011 por su papel en el levantamiento de Bahrein.
Hizo hincapié en que la exigencia de su liberación inmediata también se basa en los resultados de las investigaciones realizadas por organizaciones independientes de Bahrein en el mismo año, que enfatizó la necesidad de su liberación por no haber cometido delitos que merecen castigo.
Recordó que las autoridades de Bahrein pusieron a Al-Singace en régimen de aislamiento durante dos meses y lo sometieron a diversos tipos de tortura física y psicológica, incluidas repetidas palizas y acoso sexual, mientras aún se encuentra en la prisión de Jaw después de ser condenado a cadena perpetua en junio de 2011.
Se refirió a lo expresado por el exministro de Medio Oriente y Norte de África en el gobierno británico, Alistair Burt, a raíz de que el Tribunal de Casación de Bahrein ratificara la condena de Al-Singace y otros activistas a favor de la democracia.
Desde el 8 de julio pasado, Al-Singace ha iniciado una huelga de hambre abierta para protestar por los malos tratos que recibió en la prisión de Jaw y para exigir la devolución de una serie de trabajos de investigación y libros que escribió hace cuatro años, que fueron confiscados por el Sultán de Bahrein el 9 de abril.