Periodistas húngaros afectados por Pegasus van a demandar a la NSO israelí y a Hungría
El Proyecto Pegasus informó anteriormente que los dispositivos móviles de numerosos periodistas en Hungría habían sido hackeados por Pegasus.
Varios periodistas húngaros que fueron blanco de Pegasus tienen la intención de demandar al Estado húngaro, así como a NSO group, la empresa israelí fabricante de la herramienta.
El verano pasado, el Proyecto Pegasus reveló que el análisis forense de los teléfonos móviles indicaba que numerosos periodistas fueron objeto de Pegasus.
El malware intrusivo permite controlar el dispositivo móvil del objetivo, ver cualquier dato, incluidas las aplicaciones de chat encriptadas, y permite la grabación de audio o vídeo. Según el Proyecto Pegasus, Hungría parece ser uno de los varios países en los que se está explotando la tecnología.
En su momento, el gobierno húngaro no confirmó si había utilizado el software espía en las personas.
La Unión de Libertades Civiles de Hungría (HCLU) anunció ahora que presentará una demanda en nombre de seis clientes. Adam Remport, de la HCLU, expresó que "es inaceptable que las operaciones de los servicios de seguridad nacional, que necesariamente se llevan a cabo en secreto, se conviertan en una herramienta de opresión en lugar de un medio para proteger a los ciudadanos".
La HCLU utilizará diversas vías legales, entre ellas la exigencia de información a los servicios de seguridad y las acciones legales ante los tribunales. Remport cree que, aunque en el pasado los tribunales se pusieron del lado de los servicios de seguridad, el caso legal húngaro podría servir de modelo para las víctimas del espionaje ilegal en otros países.
La HCLU y un abogado israelí, Eitay Mack, pedirán también que se inicie un proceso penal contra la NSO en "Israel" y los funcionarios israelíes que aprobaron la venta al gobierno de Viktor Orbán.
Panyi, periodista de investigación de la revista húngara Direkt36, socia del proyecto Pegasus, fue objetivo de Pegasus en muchas ocasiones. Describió el caso como algo simbólico, con el objetivo de forzar el cambio del sistema húngaro de autorización de vigilancia, más que de obtener justicia personal.
Expresó que lo más preocupante para él es la vulneración de su derecho a proteger sus fuentes. Reveló que el verdadero objetivo de la vigilancia le resultaba confuso, y añadió que "al menos me gustaría recibir alguna información sobre qué agencia me estaba vigilando, cuándo y por qué", dijo.