"Cualquier nuevo ataque turco en el norte de Siria socavaría aún más la estabilidad regional y pondría en peligro la campaña contra Daesh, dijo el martes Ned Price, portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., en conferencia de prensa.

Las declaraciones de Price se produjeron después que el presidente Recep Tayyip Erdogan dijera el lunes que Turquía lanzaría pronto operaciones militares en las fronteras.

En respuesta a una pregunta sobre los comentarios de Erdogan, Price dijo: "Washington está profundamente preocupado por la posible escalada de las actividades militares en el norte de Siria y espera que Turquía, un miembro similar de la OTAN, cumpla con la declaración conjunta de octubre de 2019 sobre operaciones militares en Siria".

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El lunes, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo que el ejército turco "tiene la intención de llevar a cabo operaciones militares antiterroristas en las fronteras del estado turco", y señaló que pronto se tomará una decisión sobre esas operaciones.

"Continuamos con nuestras misiones para brindar seguridad en nuestras fronteras a la luz de los constantes ataques, y pronto se lanzarán nuevas operaciones en nuestras fronteras y se tomarán decisiones relevantes durante la sesión del Consejo de Seguridad", dijo Erdogan, durante un discurso después de la reunión del gabinete.

"Comenzaremos a tomar nuevos pasos para completar la zona segura, a 30 km de profundidad en el norte de Siria", aseguró.

También señaló que "la prioridad en las operaciones militares serán las áreas a través de las cuales se atacan las áreas bajo el control del ejército turco".

En respuesta, el centro de medios de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), aliadas de EE.UU., confirmó que "el calentamiento de la atmósfera por parte de Turquía en el norte de Siria se produce en el contexto de los intentos de socavar la estabilidad".