Dimisión de Johnson podría provocar un efecto dominó en los gobiernos europeos
Según el vicepresidente ejecutivo del Eurasia Center de Washington, Earl Rasmussen, la salida de Johnson podría significar un potencial desencadenante de un cambio gubernamental en la UE.
La dimisión del primer ministro británico, Boris Johnson, podría allanar el camino para la ruptura de otros gobiernos en Europa, advierte experto.
Según el vicepresidente ejecutivo del Eurasia Center de Washington, Earl Rasmussen, la salida de Johnson podría significar un potencial desencadenante de un cambio gubernamental en la UE.
Señaló que "esto sigue al colapso del gobierno de Macron en Francia, así como de otros países de la UE. Es probable que muchos más vean cambios en el futuro para incluir a Alemania e Italia."
También añadió que todos los principales líderes occidentales, incluidos los de Estados Unidos, "necesitan ser reemplazados" antes de que el mundo vea "el potencial de mejora".
Tras el anuncio de su dimisión, Boris Johnson telefoneó al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky. La presidencia ucraniana le agradeció su apoyo "en los momentos más difíciles".
Su marcha es "una oportunidad para volver al verdadero espíritu de asociación y respeto mutuo que necesitamos", dijo el Primer Ministro irlandés, Micheal Martin, en un momento en que las relaciones entre Dublín y Londres son tensas a causa de Irlanda del Norte.
Tras años de relaciones tormentosas, la Unión Europea también espera que la salida del defensor del Brexit sea una oportunidad para renovar el diálogo con Londres sobre Irlanda del Norte.
Oficialmente, la Comisión Europea ha declinado hacer comentarios, pero para el antiguo negociador jefe de la UE para el Brexit, Michel Barnier, "la salida de Boris Johnson abre una nueva página en las relaciones con Gran Bretaña".
Johnson anunció el jueves su dimisión del Partido Conservador, pero indicó que seguirá en el poder hasta que se nombre a su sucesor.
Esta decisión se produjo después que le abandonaran ministros, legisladores y aliados que ya no le consideran apto para gobernar tras el último de una serie de escándalos que rompieron su voluntad de apoyarle.
La caída de Boris Johnson se produce tras el Partygate, las (muchas) fiestas organizadas en el 10 de Downing Street durante la pandemia, cuando la población tuvo que permanecer recluida, aislada o incluso enferma en un contexto de crisis económica sin precedentes.
Los ciudadanos vieron cómo sus facturas de gas y electricidad aumentaban un 54 por ciento en abril sin que el Gobierno hiciera nada para solucionarlo. Los primeros impactos del Brexit también se dejaron sentir con la ralentización de las exportaciones e importaciones, la escasez de mano de obra, la amenaza del fin de los acuerdos en Irlanda del Norte y el aumento del precio de los productos básicos, todo lo contrario de lo que habían prometido el Primer Ministro y sus aliados en el momento del referéndum.